Consejos de Compo para el cuidado de las plantas
Se acerca enero, un mes históricamente frío y las labores de cuidado del jardín se reducen de forma considerable. A pesar de eso, hay una serie de acciones de mantenimiento que podemos hacer durante esta época.
Si nos encontramos en una zona fría y donde todavía existe riesgo de heladas podemos aplicar turba o algún tipo de acolchado a nuestras plantas para proteger las raíces del frío. Las plantas más sensibles podemos cubrirlas con plásticos que deberíamos retirar durante el día para que reciban luz solar.
Si por el contrario, nos encontramos en una zona donde ya no hay riesgo de heladas, podemos (si no lo hemos hecho ya) podar los arbustos ornamentales que florecerán hacia primavera o verano; esto incluye también los rosales. Deberemos eliminar todas las ramas secas y aquellas que vayan hacia el interior, para permitir la libre circulación de aire, así como rejuvenecer el ejemplar. Con esto, conseguiremos reducir la posibilidad de ataque de hongos, como el odio, así como una fuerte brotación y floración. Estas plantas, a buen seguro, agradecerán también que, una vez acabada la operación de poda, les cavemos ligeramente el suelo y añadamos algo de turba o materia orgánica.
Todas las heridas de poda que tengan más de 2 ó 3 centímetros de diámetro deberemos sellarlas con pasta cicatrizante para evitar la penetración de patógenos a través de las mismas. Del mismo modo, si ha nevado, se debería comprobar si hay ramas rotas por el peso de la nieve acumulada, ya que si fuera así deberíamos proceder a cortarlas y aplicar pasta cicatrizante en la herida.
Todos los restos de poda, junto con las hojas caídas que recojamos del jardín, podremos aprovechar para compostarlos y elaborar nuestro propio abono orgánico. En el caso de las ramas deberemos triturarlas previamente para favorecer la descomposición. Si vemos ramas u hojas con aspecto enfermo evitaremos añadirlas al compost.
También es un buen momento para empezar a combatir plagas y enfermedades antes de que hagan su aparición de forma masiva en primavera; empezando a combatirlas en invierno conseguiremos que sus efectos sean menos devastadores y la gestión mucho más sencilla. Lo mejor es optar por un tratamiento insecticida, acaricida y fungicida, para ello podemos preparar una mochila mezclando un aceite insecticida con un fungicida a base de cobre. De esta manera podemos empezar a combatir plagas tan difíciles de gestionar como pulgones o cochinillas y actuar preventivamente frente al ataque de muchos hongos.
También es buen momento para plantar árboles y arbustos de hoja caduca, especialmente a raíz desnuda. Para aumentar las posibilidades de éxito en la plantación deberíamos instalar un buen drenaje, rellenar el agujero con substrato a base de turba y utilizar algún producto estimulador de las raíces.
En el caso del césped podemos aprovechar para añadir algún substrato a base de turba o mantillo para proteger las raíces, mejorar el suelo y favorecer la brotación del mismo en primavera. Texto: David González, ingeniero técnico agrícola de Compo.
