Info

ISO 9000 también llega a las extrusoras

01/09/1997


La mayoría de fabricantes tienen o han pedido el certificado



El compromiso de calidad que obtiene el cliente es el motivo principal del certificado, aunque también sirve como apoyo comercial


La familia de normas de aseguramiento de calidad ISO 9000 no está circunscrita sólo al ámbito de las grandes compañías. Cada vez hay más pequeñas empresas que piden el certificado ISO 9001 en los productos que fabrican para garantizar que están sometidas a los controles más estrictos de calidad. Los fabricantes de extrusoras no podían ser menos y, de hecho, la gran mayoría están acogidos a estas normas o en los trámites finales de concesión.

Es cierto que la familia de normas y procedimientos de aseguramiento de la calidad conocidos como ISO 9000 fue desarrollada por expertos vinculados a grandes empresas y a suministros para el Ministerio de Defensa estadounidense, es decir, muy habituados a manejar prolijos formularios y normativas. Pero también hay que reconocer que no hace falta tener un ejército de administrativos, redactores y auditores para implantar un sistema de aseguramiento de la calidad eficaz en una pequeña empresa.

La Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) ha editado un libro de poco más de 200 páginas, escrito por el consultor americano James L. Lamprecht, titulado: "ISO 9000 en la pequeña y mediana empresa". La tesis central del libro es justamente que las normas ISO 9000 no van sólo dirigidas a las grandes empresas sino que las pequeñas y medianas pueden sacar un beneficio muy elevado. Es más, se apunta en el libro que el éxito en el mercado a medio y corto plazo pasa, precisamente, por fabricar todos los productos de acuerdo con los procedimientos especificados en las normas ISO 9000.


Figura 1







Se debe tener claro que las ISO 9000 no son la solución a los múltiples retos que presenta el mercado. Son, más bien, una confirmación para el cliente de que los productos que fabrica y servicios que realiza la empresa certificada cumplen los requisitos más estrictos y están avalados por una entidad normalizadora. Las ISO 9000 son, en otras palabras, una condición necesaria pero no suficiente de éxito en el mercado.

La flexibilidad, primordial

Una de las características principales de las pequeñas y medianas empresas a lo largo de los últimos 120 años es, según Lamprecht, su reticencia a emplear procedimientos normalizados. Esto se debe a que para las pimes es primordial la flexibilidad, que es su ventaja competitiva respecto a la gran empresa. ¿Por qué entonces, se pregunta el autor, las pimes deben tener el certificado ISO 9000? La respuesta que da es indirecta: "La mayoría de empresas que se plantean la certificación no lo hacen por deseo propio sino porque sus clientes han comenzado a exigirles de forma rutinaria la obtención del registro de empresa ISO 9000".


Figura 2







De acuerdo con esta explicación, una empresa decide iniciar el proceso de certificación ISO 9000 por uno de estos tres motivos: 1) ventaja competitiva (un competidor acaba de conseguir la certificación); 2) se exige (para los llamados productos regulados) o se percibe que se van a exigir, sobre todo en la Unión Europea, y 3) un cliente demanda la certificación. El efecto en cascada se desencadena cuando un competidor obtiene el certificado: como, inevitablemente, lo proclama en todas sus ofertas con orgullo y de forma persistente, se convierte en el factor de decisión de compra más importante y el resto de competidores no tienen más remedio que estar certificados.


Figura 3







Explicado así, puede parecer que el fin para ser competitivo en un sector específico, como pueden ser las extrusoras, es tener la certificación ISO 9000. En realidad, como se ha dicho, es necesario, pero no suficiente.

Implantar un sistema adaptable

De lo que se trata es de implantar en una pequeña empresa un sistema de aseguramiento de la calidad eficaz. Es decir, que se esté certificado sin perder rapidez ni flexibilidad. En el libro que estamos citando, se sostiene que ello es posible, siempre y cuando no se imiten a la ligera los procedimientos diseñados para las grandes empresas, ya que entonces la pequeña empresa quedará aplastada por el rodillo de la burocracia.


Figura 4







Como en el conjunto de normas no se especifica de modo concreto cómo implantar los requisitos ni cuáles son los procedimientos a preparar, precisamente para que se adapten tanto a las pequeñas como a las grandes empresas, el procedimiento puede parecer un callejón sin salida.

El libro editado por Aenor recomienda por encima de todo que el sistema de aseguramiento de calidad no sea muy elaborado. Y acaba con tres sugerencias. La primera es documentar todo aquello que constituya un requisito pero limitarlo para que sólo abarque lo que se requiera para la mejora global de la calidad, la eficiencia y la productividad. La segunda es evitar documentar aquellas cuestiones que deberían pertenecer al ámbito de la formación. Y la tercer es verificar y evaluar de forma continua la validez del sistema implantado y no tener dudas a la hora de simplificar o mejorar el sistema en cualquier otra manera y tan a menudo como sea posible.

ISO 9000, un argumento comercial importante

El certificado de calidad conforme a la familia de normas ISO 9000 supone, para los clientes, un elevado grado de confianza, ya que el certificado está avalado siempre por una entidad reconocida. Para el suministrador, asimismo, disponer del certificado le da un argumento para la venta muy importante, que no desaprovechan.

Una encuesta realizada a todos los suministradores de extrusoras en España revela que el certificado ISO 9000 está muy extendido: la mayoría de las empresas que han contestado (aproximadamente la mitad de los suministradores en España) están certificadas o en proceso de certificación.

Así, todas las extrusoras fabricadas por Battenfeld, Bilbaína de Maquinaria, Centrotécnica, Cincinnati Milacron, Haake (representada por Schott Ibérica), Mayquim, Nokia-Maillefer (J. M. Stäheli), Tecnosa y Windmöller & Hölscher (Lapeyra & Taltavull) están certificadas. Y la firma italiana Bandera (representada en España por Compañía de Maquinaria), C. M. Ibáñez, Luxber y Weber (que la lleva en nuestro país Helmut Roegele) están ultimando en estos momentos su proceso de certificación. Pata todas ellas, conseguir el certificado es clave en su estrategia futura.

Empresas o entidades relacionadas

Asociación Española de Normalización y Certificación
Centrotécnica - C.T. Servicio, S.A.
Compañía de Maquinaria, S.A.
Roegele, S.A.