Entrevista a Jorge Todolí. Italprensas Sandretto.

Las empresas de transformación, tanto en España como en Europa, se encuentran ante una situación cambiante que no les es fácil de controlar y dominar. Por un lado, el que tiene producto propio está obligado a ir creando e innovando constantemente, por lo cual necesita tener la máxima información, tanto para sacar ideas creativas de diseño como para buscar soluciones a los procesos productivos, tanto de mejora de calidad como de innovación de procesos (automatización y reducción de costes).

El tercero, puramente transformador y sin producto propio, está a merced del cliente que le traiga trabajo y su actividad comercial se centra en ofrecer una infraestructura capaz de soportar los precios que le exige el mercado y ofrecer al cliente la máxima garantía de calidad y seriedad. Por tanto, lo que piden a su proveedor dichos clientes es que le ayude a implantar o a completar dichos sistemas, a mejorar sus procesos y, sobre todo, la máxima garantía en los productos y en los servicios”. El mercado siempre ha tenido contracciones y dientes de sierra, sucede que antes los períodos de crisis o de euforia económica eran más largos. La velocidad de la información y la repercusión de acontecimientos en los diferentes lugares del mundo afectaban de una forma menos inmediata que en la actualidad. Por tanto, hoy cualquier acontecimiento influye directa e inmediatamente en todos los países desarrollados.

Nos encontramos en que hay meses o períodos cortos muy buenos, con muchísima actividad, y a continuación viene un período corto, uno o dos meses, en que la actividad baja radicalmente.

El territorio español hace unos años tenía unas ciertas diferencias más acusadas. Hoy por hoy el proceso de industrialización del país es total y ya no existe tanta diferencia entre las zonas, si bien aquellas que por tradición han sido mucho más industrializadas son las que más han sufrido las crisis. Por supuesto la industria en Europa y por tanto en España no desaparecerá si bien veo difícil que como tal se incremente, y estoy completamente convencido de que, a pesar del dominio de la comunicación y de la información a través de las telecomunicaciones, la presencia y contacto humano cada vez será más importante y cada vez se valora más el buen servicio ofrecido por las empresas o compañías que vendan bienes de equipo. Por supuesto, se está produciendo la industrialización en países periféricos pero este es otro tema y otro escenario.

En el nuestro, Europa y España, el que pueda trabajar bien bajo estas premisas sobrevivirá y el que no desaparecerá.