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Entrevista a Lluís Llorca. Industrias Deu.

01/02/2007

"La pymes reclaman que las instituciones existentes creen un discurso coherente y sincero sobre el futuro de estos talleres de inyección con poca estructura"

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Las ventas de inyectoras están descendiendo de forma regular desde hace unos cuatro años. Los fabricantes e importadores están aumentando en este mismo tiempo.

Los transformadores (inyectadores) tienen graves problemas con la automoción, pequeño electrodoméstico y con cualquier sector con series importantes. Los países recién llegados a la UE, con sus bajos costos, son destino de traslado de fábricas, no solo multinacionales, sino también de españolas.

Transformadores españoles con máquinas antiguas, poca automatización (manipuladores) y muy poco sentido comercial (demasiados años receptores de pedidos casi sin buscarlos).

Las empresas de transformación demandan básicamente pedidos.

El desconcierto ante un cambio radical en el mercado, no sólo en el sector del plástico, no les permite preparar estrategias a corto y mucho menos a largo plazo.

No existe la relativa seguridad de hace poco que les permitía invertir en nuevas máquinas o instalaciones.

La pequeñas y medias empresas reclaman básicamente que los técnicos económicos e industriales de las múltiples instituciones existentes (Gobiernos Central, Autonómicos, Cámaras de Comercio, instituciones privadas, etc.) sean capaces de crear un discurso coherente y sincero sobre el futuro de estos talleres de inyección con poca estructura, bastantes familiares ayudando, maquinas viejas y nula organización comercial, que son la gran mayoría de nuestro mercado.

A corto y medio plazo, si España fuese un país de gente pactista y de colaboraciones sinceras entre empresas, apostaría en sumar sinergias, reunir las mejores máquinas de diferentes empresas, también los empleados más experimentados (posiblemente los propietarios), reducir gastos de asesores externos, plantearse una gestión de costos y comercial común, en definitiva transformar los pequeños talleres en centros productivos rentables, eficientes y productivos.

Si no somos capaces de encontrar éstas u otras soluciones similares, me temo que pueda llegar a producirse una situación irreversible para bastantes empresas.