La pescadería de toda la vida gana fieles en España
Un año después del inicio del estado de alarma, Efeagro ha vuelto a entrevistar a tres minoristas de Soria, Barcelona y Madrid, que el pasado mes de abril describieron cómo mantenían sus puertas abiertas, formando parte del elenco de profesionales imprescindibles pese al confinamiento. Elisenda Goñi (Barcelona), Miguel Ángel Álvarez (Madrid) y Manuel Almazán (Soria) y confirman la buena marcha de las ventas a los hogares.
"Las pescaderías, en general, están satisfechas, y más si se comparan con sectores como el textil, el calzado o la cosmética, declara la directora de la patronal de detallistas Fedepesca, María Luisa Álvarez. Unos 25.000 trabajadores y 10.000 pequeñas empresas componen el comercio tradicional pescadero español.
12 meses en Barcelona
Las pescaderías recuerdan que la demanda doméstica de pescado se disparó al inicio del confinamiento, tendencia que se mantuvo hasta el verano, explica Goñi, quinta generación de una familia de pescaderos, en conversación telefónica desde el Mercado de La Concepció (Barcelona). Pero en verano cambió la situación, Barcelona se quedó vacía y esta pescadería cerró “un mes entero”, en agosto, lo que no había hecho en años.
Los clientes volvieron en septiembre, según Goñi, quien, sin embargo, asegura que los ánimos han caído mucho desde entonces: “Estamos trabajando bien, pero si cierran los restaurantes o las tiendas en fin de semana el hilo se estira y nos toca a todos”.
Los tres pescaderos subrayan que en el mostrador muchas veces se sienten como “psicólogos o confidentes”, porque es el único contacto social del día para muchas personas, especialmente mayores. Oyen lamentos recurrentes, como ”me está superando la situación, no veo el final, seguimos en ERTE“ o el comentario de una teletrabajadora que ”echa de menos a la gente que le caía mal de la oficina". Como muestra de descontento, Goñi cita la convocatoria de elecciones catalanas: “La gente se enfadó, veía una tomadura de pelo que les dijeran: estáis encerrados pero podéis salir a votar”.
Para un pescadero, la Navidad es clave y en las últimas, con incertidumbre sobre el número de comensales, los pedidos llegaron “apenas 15 días antes de las fiestas”. Con esto, Goñi dice que sus ingresos son mejores que hace un año, pero “no son para tirar cohetes”.
Confirma el impulso de las ventas por WhatsApp, Bizum y de aplicaciones como Manzaning (para mercados de Barcelona), ante lo que se ve “sorprendida“por los usuarios de más de 60 años y”encantada” porque le facilita la jornada, que comienza a las 4 de la mañana en el mercado de abastecimiento Mercabarna. No obstante, Almazán y Álvarez coinciden en que hay más compra física, por la necesidad de salir de casa.
Lealtad del cliente tradicional
Almazán recuerda el “gran golpe“de coronavirus en Soria la pasada primavera, y asegura que aunque ahora las ventas "no son tan potentes como en el momento del acopio en 2020", pero han mejorado frente a otros ejercicios. "Hemos estado a la altura de las circunstancias y los clientes han sido fieles”, afirma.
Una lealtad a prueba del frío invernal, añade: “Temperaturas de hasta -15 y -16 °C, como no se recordaba en años, pero en algunas jornadas hubo colas de gente en la calle, debido al aforo. Hay que tener valor”. Maravillado por la fidelidad de su clientela, la mayoría con más de 50 años, se considera “afortunado” en comparación con los negocios vinculados a la hostelería. No obstante, insiste en la gran petición del sector pesquero español: "La reducción del IVA del pescado del 10% al 4%, para que se iguale al del pan o la fruta”.
Jóvenes madrileños descubren al pescadero tradicional
Desde Madrid, Álvarez –hijo de pescadero– recuerda cómo aparecieron nuevos clientes coincidiendo con la época más fuerte del confinamiento: “Muchos han desaparecido", pero otros han conocido la pescadería tradicional –animados por sus padres o sus mayores, que no podían salir a comprar– y han continuado las comandas por teléfono e Internet.
Pero los pescaderos insisten en que les falta visibilidad y lamentan que la prensa solo hable de “supermercados” cuando informa sobre alimentación. Asimismo, reivindican que se reconozca su carácter esencial, en las campañas de vacunación contra la COVID-19.