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Betelgeux-Christeyns presenta su Servicio de Higiene Integral en Conxemar
Betelgeux-Christeyns retoma progresivamente su presencia en eventos presenciales con la participación un año más en Conxemar, la Feria Internacional de Productos del Mar Congelados, que se celebra del 4 al 7 de octubre en Vigo.
En esta edición, la empresa presentará el Servicio de Higiene Integral (SHI) certificado, un servicio que ha logrado la certificación SERVICERT de SGS, empresa referente mundial en inspección, análisis y verificación, un sello que acredita la calidad de este servicio. Betelgeux-Christeyns es la primera empresa del sector químico en lograr este sello.
El SHI certificado es un completo servicio que abarca todas las áreas implicadas en la higienización de las instalaciones de la industria conservera y pesquera. La clave del SHI es la asistencia técnica personalizada con el objetivo de ofrecer soluciones específicas a las necesidades específicas de higiene de este sector.
Esta herramienta de control y seguimiento contribuye a mejorar la eficacia de los procesos de higiene y a garantizar la seguridad alimentaria. Incluye desde la recomendación y suministros de productos y equipos necesarios para la limpieza y desinfección, diseño de procedimientos de L+D y optimización de consumos hasta los análisis de microorganismos indicadores y patógenos, monitorización de las operaciones de higienización o la formación del personal.
Otra de las soluciones con las que se presentarán en este evento ferial es el catálogo de productos para la higiene de buques pesqueros e industrias conserveras. Una selección de detergentes y desinfectantes que se ajustan a las necesidades específicas de cada tipo de industria y con los que se garantiza la seguridad alimentaria de los productos, minimizando así las pérdidas posteriores a la captura.
Durante esta feria también presentará el nuevo TBF300, detector rápido de biofilms que este año celebra su décimo aniversario. Por este motivo, el producto estrena nueva imagen y nuevo formato: más seguro, más versátil y más cómodo de utilizar.
La presencia de biofilms supone un riesgo para la industria alimentaria y frecuentemente es la causa de problemas de contaminación persistente. Con el TBF300, se detecta la presencia de biofilms en pocos minutos y a simple vista. Tras su aplicación las zonas donde hay biofilms, quedan coloreadas de rosa. Es muy sencillo de utilizar y no necesita personal especializado. El detector se aplica en forma de espuma lo que permite realizar muestreos tanto en superficies verticales como en horizontales.