“Me interesa crear escenografías lumínicas como elementos únicos. La búsqueda constante de una identidad, para que el artista y el público lo vivan como un momento único e irrepetible”
Entrevista al Lighting Designer Maxi Gilbert, CEO de XLR Estudio
¿Cómo iluminar un gran show musical sin difuminar la figura del artista? Para el diseñador de iluminación y puesta en escena Maxi Gilbert, la luz es pasión y emoción y, a través de la experimentación y la composición de elementos es capaz de crear escenas únicas. Repasamos con él su dilatada carrera profesional, iniciada en el mundo del teatro, aunque además de grandes espectáculos también ha diseñado desfiles de moda e incluso ha impulsado el primer Museo de la Luz de nuestro país en Madrid.
¿Quién es Maxi Gilbert y cómo se inició en el mundo de la iluminación?
Soy diseñador de iluminación y puesta en escena, director técnico de producción de espectáculos y eventos. Me inicié de una manera muy natural. Mi madre es actriz (Edda Díaz, que reside en Argentina), y por eso desde muy pequeño la acompañaba siempre a los rodajes de cine, televisión… y, sobre todo, he vivido mucho teatro en temporada y giras teatrales.
A medida que fui creciendo, ya colaboraba en la labor de asistente de dirección, regidor… Comienzas tocando botones y acabas llevando la mesa de luces y sonido.
El iluminador Maxi Gilbert es uno de los referentes a nivel nacional e internacional.
Sus inicios se remontan al mundo del teatro, ¿cuál ha sido su aprendizaje en este campo?
He sido muy autodidacta, mediante prueba y error. Trabajar en muchos teatros de Argentina, con muy pocos recursos, te obliga a experimentar y ver los distintos tipos de focos con los que se puede iluminar, qué función tiene cada uno. Lo mismo con las varas de los teatros, que teníamos que montar en cada gira y electrificar.
Lo más habitual era llevar en el camión madera para montar varas, cuerdas para colgarlas, contrapesos de lo que hubiera y electrificar y dimmerizar todos los focos.
Así empecé haciendo teatro, y más teatro, y luego comencé con la danza, donde el lenguaje era totalmente distinto. Aunque el artista era Julio Bocca y su Ballet Argentino, uno de los referentes y más populares en todo el país, mis giras pasaron de teatros convencionales a montar escenarios en polideportivos y fabricar cajas escénicas con andamios (no layhers), para poder llevar la danza masiva a lugares lejanos de Usuhaia a la Quiaca.
Así que de representar danza clásica en polideportivos y cines abandonados he aprendido mucho. Mis recuerdos de muy pequeño eran, sobre todo, ver a compañías de teatro infantil de gira, viajar con ellos en la furgoneta, llegar, montar, hacer magia y de ahí partir a otra ciudad, y otra vez lo mismo. Me apasionaba cómo se podía, en un mismo día. representar funciones en distintas ciudades.
Propuesta lumínica en los Teatros del Canal con el Instituto Stocos en 2023. Foto: Henrique Pratas.
Pero es un profesional versátil y actualmente está más vinculado a la producción musical. ¿Por qué?
Mi primera gira en España fue en 1996 y duró 3 meses. Allí conocí 47 ciudades (47 teatros) y quedé marcado para siempre. Sabía que iba acabar viviendo aquí.
Cuando decidí venir a vivir a Madrid, primero pasé por Barcelona y tuve la oportunidad de trabajar para La Fura dels Baus, pero como productor técnico. Luego ya me ofrecieron trabajos en Madrid, pero más relacionados con la producción de festivales de música como FIB, MTV, Premios de la Música… y, poco a poco, me fui alejando de la iluminación, hasta que empecé otra vez con David Delfín, que acababa de iniciarse en el diseño, y a partir de ahí hice moda y más moda… y esto me llevó a retomar el trabajo con compañías pequeñas de danza.
Durante ese tiempo en que me relacioné con la música, empezaron a llamarme los propios músicos y agentes, para diseñar sus shows.
En su dilatada carrera profesional destacan tours para artistas como Alejandro Sanz, Vetusta Morla, Amaral, Izal… Y como también ha comentado, desfiles de moda. ¿Qué destaca de su trabajo?
En los trabajos de moda con David Delfín destaco la puesta en escena, la iluminación, arriesgar y llevar a una pasarela todo el dramatismo posible, para sacar a la moda de su zona de confort. Siempre me gustó poder fabricar escenografías lumínicas como elementos únicos y no trabajar con los estándars. Poder hacer algo único, que sabes que no es copia y que muy difícilmente te pueden copiar. Nos es alquilar 50 focos y 20 trusses, es algo que va mucho más allá. Son trabajos muy artesanales, que llevan mucho de tiempo de experimentación, prueba y error.
Destacaría la originalidad del resultado, la búsqueda constante de una identidad para ese directo, que el artista y el público lo vivan como un momento único e irrepetible.
¿Cuáles son sus principales influencias en el campo de la iluminación escénica?
En 1999 y 2001 tuve la oportunidad de trabajar en la dirección técnica del Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires. Trabajar con Robert Wilson, Peter Brook y muchos diseñadores de escena te abre muchísimo el panorama, porque descubres con ellos todo lo que anteriormente te hubiera sido imposible conocer.
Recomiendo a todo diseñador de iluminación que esté comenzando, que sus influencias no sean el grupo que más les gusta, sino que vean mucha ópera, teatro, sobre todo festivales internacionales, y en distintas disciplinas.
Pero si tengo que nombrar influencias, creo que es un poco de todo. Me encantan ver desfiles de París, New York, Milán… asistir a todo tipo de conciertos y representaciones de teatro. Y en los festivales de luces, no siempre encuentro instalaciones que gusten.
¿Cómo definiría su estilo personal en la creación lumínica? ¿Qué elementos considera fundamentales para crear una experiencia visual impactante?
No podría definir un estilo, sinceramente. Me gusta construir artesanalmente, experimentar con la luz y el espacio.
¿Qué herramientas y tecnologías utiliza con mayor frecuencia en sus proyectos? ¿Cómo ha evolucionado la tecnología de la iluminación en los últimos años y cómo ha impactado en su trabajo?
Me gusta trabajar con elementos reciclados y no siempre trabajar con focos de alta tecnología. Es más, a día de hoy sigo queriendo siempre incorporar luces convencionales, de filamento.
Me encanta trabajar con focos y lentes antiguas, darles una nueva vida y hacerlas interactuar con lásers y LED, pero que siempre estén presentes los focos convencionales, que tantas alegrías nos han dado.
La tecnología avanza de una manera brutal y no siempre es para bien. Hoy por hoy existen muchísimas más facilidades para aprender, softwares y ordenadores, simuladores de montajes y muchísimas herramientas que nos ayudan a diseñar y programar.
Pero lo malo que veo en las nuevas generaciones es que, por un lado, tienen todas estas facilidades, pero por otro, no han vivido la experiencia desde cero, cómo funciona un filamento, un regulador de intensidad, un filtro difusor, como se monta un foco en una garra, su cableado y distribución de corriente…
Hay más facilidades, pero menos oportunidades para desarrollarse desde los inicios, sin presupuestos y resolviendo con pocos recursos.
A su vez, al trabajar con focos de LED, habitualmente se está trabajando con mucha más luminosidad que antes. No siempre es bueno. Se echa en falta la regulación y el color sutil del filamento.
Precisamente, dar a conocer esta evolución lumínica es la que le llevó a abrir el primer Museo de la Luz, situado en Madrid. ¿Cómo surgió la idea? ¿Qué objetivos se ha marcado con este proyecto?
La idea de montar el Museo de la Luz surgió porque existía (y existe) una demanda muy grande de crear instalaciones de luz para eventos, presentaciones y en distintos espacios.
Tras exponer mis instalaciones en LuzMadrid y en otros espacios, pude observar cómo el público disfrutaba verdaderamente de estas instalaciones y me parecía que era ya una necesidad abrir un espacio propio, para que no solo se pueda exponer en festivales y eventos.
No existen objetivos marcados, ha surgido de una necesidad de exponer y porque notaba que había una demanda. Llevamos ya 6 meses desde que abrimos y estamos muy contentos con la respuesta positiva del público.
Como Lighting Designer, ¿qué le queda por hacer? ¿Cuáles son sus retos de futuro?
¿Qué me queda por hacer? Descansar un poco y dar lugar a las nuevas generaciones. La verdad es que no tengo ningún reto en mente.
Me gusta el teatro, he trabajado en los mejores teatros del mundo, he aprendido mucho en cada ciudad, cada cultura, cada manera distinta de enfocar los mismos proyectos.
Actualmente, he cambiado los teatros por estadios. Sigo disfrutando mucho de mis colaboraciones para compañías de danza experimentales y todo lo que sea una sala de menos de 300 butacas.
En los conciertos de grandes recintos, sigo luchando por conseguir las mayores sutilezas posibles, adaptando la teatralidad a los escenarios convencionales de rock y disfrutando mucho en el control, de cómo mi aporte en la escena, a la música del artista, llega a emocionar al público de masas.
Esto es algo que me marcó desde muy pequeño. A los 8 años fui a ver un concierto de Facundo Cabral, en un recinto para 8.000 personas, y en el escenario estaba solo él, con su guitarra criolla, un Par 64 de frontal y un cañon HDMI de contra desde suelo, con un poquito de humo. No podía creer cómo una sola persona con su guitarra, voz y 2 focos podía hacer llorar a 8.000 personas en un polideportivo de Mar del Plata.
Sobre Maxi Gilbert
Maxi Gilbert es uno de los profesionales de la iluminación y puesta en escena más destacados de nuestro país. Argentino de nacimiento, se inició de forma autodidáctica en el mundo del teatro, pero sus ganas por conocer, descubrir y experimentar cómo la luz es capaz de iluminar, emocionar, acompañar… le ha llevado a trabajar en multitud de ámbitos relacionados con el mundo del espectáculo (teatro, moda, música, festivales, eventos masivos…), realizando tareas de dirección de producción, dirección técnica y contando en la actualidad con una dilatada experiencia en artes visuales.
CEO de XLR Estudio, entre sus últimos diseños destacan sus trabajos escénicos para artistas como Manuel Carrasco, Alejandro Sanz, Amaral, Jorge Drexler, David Delfín, Vetusta Morla, Leiva, Extremoduro o Robe Iniesta, entre otros.
En su haber cuenta con dos 2 Premios Ondas al ‘Mejor Espectáculo, Gira o Festival’, por Vetusta Morla (2018) y Manuel Carrasco (2022). Y este 2024 ha abierto el Museo de la Luz ubicado en Madrid, única exposición sobre iluminación existente en nuestro país.
