La Torre de Luz
Micaela B. Felippa, Arquitecta y Urbanista. Argentina Máster ITA-MBArch en la UPC, Barcelona, España
Texto entradilla: Adrià Muros Alcojor
28/10/2022Cuando la monumentalidad no es suficiente
En 1889, como conmemoración del centenario de la Revolución Francesa, se realiza una Exposición Universal en la ciudad de París. La propuesta ganadora del concurso fue ideada por los ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier, colaboradores del ya reconocido A. Gustave Eiffel, y del arquitecto Stephen Sauvestre.
En 1887 se inició la construcción del monumento en un tiempo récord de 2 años, dos meses y cinco días. La Torre Eiffel se inaugura oficialmente el 31 de marzo de 1889. El proyecto fue pensado para ser el centro de atención de la Exposición Universal de la ciudad. Consistía en una torre de hierro de 300 metros de altura, localizada en el Campo de Marte, a orillas del río Sena.
Desde su construcción, la Torre Eiffel generó discusiones y debates. Inicialmente, no fue bien aceptada por los artistas del momento. Tanto la propuesta de estética radical para la época, como la falta de funcionalidad aparente, hicieron que el proyecto del ingeniero francés fuese blanco de muchas críticas previas a su construcción.
El éxito del monumento se inició con la apertura de la Exposición Universal, donde la aceptación fue inmediata, ganando un importante número de visitantes hasta el fin de la exposición. Sin embargo, finalizado el evento la popularidad de la Torre Eiffel cayó, considerablemente, generando inclusive la hipótesis de su demolición al finalizar los 20 años de concesión.
Casi 7 millones de personas al año asisten actualmente a las instalaciones de la Torre Eiffel, siendo uno de los monumentos más visitados del mundo. (1) La obra construida hace más de cien años, se convirtió en el ícono de la ciudad de París y de Francia. Sin embargo, lo que le permitió subsistir a lo largo de los años, afrontar las críticas y ganar el peso mundial que tiene hoy, no fue solo su arquitectura atemporal, sino también su impacto gracias a la incorporación de la luz.
Historia y luz
La Torre Eiffel fue, desde su creación, la construcción más alta del mundo, hasta que en 1930 fue construido el Edificio Chrysler en Nueva York. Si actualmente es difícil comprender cómo es el sistema de iluminación de una torre de 300 metros de altura, en 1889 iluminar una estructura de ese porte era algo prácticamente impensado. Sin embargo, la noche de la apertura de la Exposición Universal, la Torre Eiffel lució 10.000 lámparas de gas.
El sistema de iluminación empleado consistía en quemadores de gas instalados en globos de vidrio. En la parte superior, un proyector eléctrico iluminaba los monumentos de la ciudad con haces de luces azules, blancos y rojos. A pesar que, en ese momento de la historia, la iluminación a gas ya era algo usual, el sistema se vuelve innovador y alcanza mayores proporciones al asociarlo con la altura y complejidad de la torre.
En 1900 acontece nuevamente la Exposición Universal en la capital francesa. Esta vez, la Torre contiene un nuevo sistema de iluminación: las luces a gas son reemplazadas por luces completamente eléctricas. Un total de 5.000 bombillas marcan las aristas y los arcos decorativos de la torre. En 1907 un nuevo atractivo visual de la Torre Eiffel es instalado en la segunda planta, un reloj de 6 metros de altura que marca la hora en cifras luminosas.
Ya en 1925 tiene lugar un gran cambio lumínico para la torre y también para la ciudad. André Citroën instala en el monumento una gran iluminación publicitaria que se podía visualizar a 40 km a la redonda. El cartel luminoso constaba de más de 25.000 bombillas de colores instaladas en tres caras de la torre, convirtiéndose quizás en la publicidad de mayor altura del mundo en aquel momento. En 1958 se instalan en los fosos del Campo de Marte 1.290 proyectores que iluminan la Torre.
En 31 de diciembre de 1985 se inaugura el sistema de iluminación definitivo, realizado por la ‘Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel’. El diseño del ingeniero en iluminación Pierre Bideau, constaba de 336 proyectores de vapor de sodio de color amarillo y naranja. Estos proyectores, dirigidos de abajo hacia arriba, iluminan la estructura de la Torre desde el interior. Este sistema reemplazó la iluminación externa anterior, destacando la estructura metálica del monumento y permitiendo su funcionamiento, además de la seguridad de los usuarios en el horario nocturno.
Un sistema de iluminación adaptado
Actualmente, la iluminación funciona bajo el mismo sistema diseñado por Pierre Bideau, pero con algunas adaptaciones.
En conmemoración de la entrada del nuevo milenio, se enciende por primera vez el famoso sistema de iluminación que puede ser visto hasta hoy en la Torre Eiffel. Por un lado, el faro instalado en la punta; 4 proyectores tipo ‘marina’ motorizados, dirigidos por un ‘micro- ordenador’. A través de un programa informático específico, se genera el movimiento de rotación en 90° que, al ser sincronizado, proyecta un haz doble en cruz de luz que pivota 360°. El mecanismo cuenta con lámparas de xenón de 6.000 vatios con una vida útil aproximada de 1.200 horas, seleccionadas específicamente por su duración. Para evitar el sobrecalentamiento, las lámparas son ventiladas y son calefaccionadas cuando están apagadas y la temperatura desciende a bajo cero. El faro puede ser visto desde una distancia aproximada de 80 km, convirtiéndose, además, en un referente en la ciudad.
“Este faro recuerda al de Gustave Eiffel jugando el papel de referencia simbólica y universal”.
Además de esta incorporación, se integran a la Torre Eiffel 20.000 bombillas que parpadean sobre la estructura. Durante los primeros 10 minutos de cada hora, luego del atardecer, se superponen los nuevos destellos con el baño de luz dorado antiguo. Finalmente, a la 1 de la mañana se apagan completamente las luces de la Torre. Esta instalación era, inicialmente, solo para la conmemoración de la llegada del año 2000. Sin embargo, en el año 2003 quedó definida como iluminación permanente (2).
Instalación a la altura
Una de las incógnitas que pueden surgir al observar la gran estructura de la Torre Eiffel, es cómo se dan sus instalaciones eléctricas que, a simple vista, no están aparentes. Los ángulos de perfiles de hierro de la estructura esconden los cables de la conexión eléctrica, que recorre la torre desde la punta hasta la base. Para lograr el funcionamiento de las 20.000 bombillas, que conforman la icónica iluminación, fue necesario el trabajo de 25 alpinistas durante 5 meses.
El sistema de iluminación colocado consta de 40 km de guirnaldas luminosas y cables de alimentación. Para la fijación a la estructura, fueron necesarias 40.000 grapas y 80.000 piezas metálicas que totalizaban un peso aproximado de 60 toneladas. El control y manejo de todo este sistema ocurre en 230 armarios de luces y cuadros eléctricos, que brindan una potencia aproximada de 120 kilovatios. Cabe destacar que, como en la construcción de la torre, todos los trabajadores finalizaron la labor en perfectas condiciones, gracias a un total de 10.000m² de redes de seguridad que garantizaron su integridad.
Cada 7 años se realizan trabajos de mantenimiento, donde se aplican 60 toneladas de pintura de manera manual, que permiten la durabilidad del material. El cableado de la instalación se camufla, gracias a su localización en los pliegues angulares y a que adquieren la misma tonalidad del hierro (3).
Simbolismo, luz y color
La Torre Eiffel es un monumento inicialmente creado para ser desmontado, pero el impacto en las personas y su majestuosidad atemporal impidieron su fin. Lejos de perder popularidad, año tras año fue ganando mayor aceptación y, actualmente, es uno de los iconos arquitectónicos más importantes de Francia y también a nivel mundial.
En el año 2004 la Torre Eiffel realiza su primer show lumínico festivo. En conmemoración del Año Nuevo Chino, recibe un juego de luces rojas producidas por un grupo de proyectores exteriores, que duró un total de 5 días. A partir de este momento, el monumento arquitectónico encuentra en la combinación de luz y color una forma de comunicación en momentos conmemorativos del país y del mundo, que se mantiene hasta hoy.
A lo largo del año, tienen lugar diferentes composiciones lumínicas que adornan el monumento. Durante el mes de septiembre, como medio de promoción del París Fashion Week, cada mes de octubre al recibir un juego de luces rosa, como forma de concienciación y apoyo a las campañas de prevención del cáncer de mama, los colores de Sudáfrica con motivo del Día Internacional de Mandela, los colores de los Juegos Olímpicos para celebrar su realización en la ciudad de Paris en 2024, entre varios otros eventos. Sin embargo, para cada ocasión son utilizados mecanismos de alumbrado externos, ya que el sistema de iluminación de la Torre Eiffel no está diseñado para la producción de los efectos especiales requeridos.
De forma general se pueden definir 3 grupos de intervenciones lumínicas que tienen lugar en la Torre Eiffel: en conmemoración de una fecha importante de escala mundial, campañas de marketing de determinadas corporaciones o como forma de promoción de un evento que está aconteciendo o irá a acontecer. Estas intervenciones no solo son una forma de promoción del monumento y de atracción de visitantes, sino también una manera de representación y simbolismo popular que gana visibilidad, a través de una construcción realzando la potencialidad expresiva de la arquitectura.
Funcionamiento y energía
Actualmente, frente a la situación climática, nos encontramos en un momento de cambio a nivel mundial. A lo largo de nuestra historia como humanidad, hicimos uso indiscriminado de recursos naturales y hoy pagamos las consecuencias de nuestros malos actos contra el medio ambiente.
El cambio climático es una realidad que nos afecta y nos preocupa. De acuerdo con la investigación ‘The Implications of a Changing Climate for Buildings’, en países desarrollados el sector de la edificación genera entre un 25-40% de las emisiones de efecto invernadero. Entre el 40-95% de estas emisiones son provocadas por el uso de energía operativa utilizada durante su vida útil, y el resto producto de la construcción y demolición (4).
Para hacer frente a esta problemática, la arquitectura incorpora nuevos sistemas constructivos y energéticos. Sin embargo, el desafío radica no solamente en la innovación para las nuevas construcciones, sino también en la integración de los sistemas en los monumentos y construcciones históricas.
La Torre Eiffel surgió prácticamente junto con las instalaciones eléctricas. A lo largo de su historia supo adaptarse a las nuevas tecnologías e incorporarlas en su arquitectura de manera exitosa. Sin embargo, por tratarse de un monumento meramente turístico que funciona casi todos los días del año y teniendo en consideración el tamaño de su estructura, la preocupación por su consumo energético es latente.
En el año 2004 empezaron a incorporarse nuevos productos para disminuir el consumo. Como primera medida se intercambiaron los proyectores que inicialmente consumían 1kW. Pasaron a contar con 600 vatios de potencia eléctrica, resultando un ahorro del 40% de la energía. En el año 2008, se redujo el tiempo de funcionamiento de los famosos destellos parpadeantes, que pasaron a durar 5 minutos cada hora, en vez de 10 iniciales que además del ahorro energético permite prolongar la vida su útil.
En el año 2015 se incorpora un gran avance tecnológico, en términos de sostenibilidad y energía. Se instalan dos aerogeneradores de eje vertical, con la capacidad de producir 10.000 kWh al año. Por otro lado, se incorporaron turbinas impulsadas por agua integradas en el suministro de agua de la primera planta, con una capacidad de 4.000 kWh anual. Ambos sistemas, tienen como función principal abastecer las tiendas que se encuentran en la primera planta.
Otra medida para afirmar la sostenibilidad del monumento fue el cambio de empresa de suministro de energía. De acuerdo con el artículo de Nicolas Pardo Álvarez, a principios del año 2015, la empresa alemana E.ON deja de suministrar la energía de la Torre y le da lugar a Gaz Electricité (GEG), proveedor de electricidad francés. (5) De esta forma, garantiza disminuir las emisiones de dióxido de carbono generadas, al consumir electricidad proveniente de energías renovables. Finalmente, en el año 2019 se incorporan los focos LED en los proyectores rotatorios de la antena.
La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel declara que el consumo eléctrico anual es de 6,7 GWh. En la distribución del consumo eléctrico se encuentra, en primer lugar, la climatización y calefacción, seguido de los ascensores y en tercer lugar la iluminación. Es decir que 580.000 kWh son consumo de iluminación. Gracias a las mejoras da las luminarias, el consumo eléctrico actual es muy bajo. La iluminación dorada de la Torre, representa solamente el 4% del consumo anual de energía. Ya que las lámparas de parpadeo, consumen el equivalente de un “estudio de 30m² ocupado por dos personas”, según las declaraciones de la SETE. Los 8.800 kWh anuales representan el 0,4% del consumo eléctrico del monumento. De esta manera, se logra una reducción del 9% anual desde 2016. (5)
Un futuro verde posible
A lo largo de la historia se pudo observar la preocupación de la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel y del ayuntamiento de París en adaptar la Torre con nuevas tecnologías, para optimizar su rendimiento energético y disminuir su consumo. A finales de mayo de 2021, tuvo lugar un evento que unió la arquitectura, la representación y el simbolismo una vez más. Con el fin de denotar el plan actual de transición térmica, Francia desarrolló una iniciativa que forma parte del proyecto ‘El Paris del hidrógeno’.
La empresa EODev incorporó a los 324 metros de estructura de la Torre Eiffel, una nueva iluminación con 20.000 focos de luz verde. El suministro del sistema provenía de un generador de electrohidrógeno que produjo 400 kw de electricidad, a través de una fuente renovable a 110 kw. (6) Este mecanismo alimentó energéticamente la Torre Eiffel y mantuvo el espectáculo de luces por 7 días. La intención era desvincularse de los contaminantes, a través de la generación de hidrógeno verde, producido por electrólisis en instalaciones de energía renovables. Esta campaña utilizó la monumentalidad de uno de los iconos arquitectónicos, para transmitir un ejemplo de sostenibilidad para el mundo.
Las energías ‘verdes’ pueden ser aplicadas incluso en monumentos de más de 100 años de antigüedad y garantizar su funcionamiento sin emisiones de carbono. En este momento de la historia, las ciudades están iluminadas por las noches. La luz aplicada a la arquitectura es una realidad en todas las edificaciones y existen algunas ciudades que hasta sufren el exceso de iluminación. El reto actual ya no es iluminar, sino hacerlo de manera que no sea nocivo para el medio ambiente.
El monumento francés nuevamente rompe paradigmas, siendo ejemplo de innovaciones tecnológicas. Las medidas de ahorro energético, los sistemas implementados y la búsqueda por lograr un suministro energético 100% renovable, deben servir de referencia para otras construcciones, tanto actuales como antiguas.
La Torre Eiffel es la imagen de la revolución industrial y puede convertirse también en referencia de una arquitectura sostenible, a favor del bienestar del planeta tierra.
Referencias
- Kambe, S. and all. (2019) ‘La Torre Eiffel en cifras’. TourEiffel.Paris. Recuperado el 11 de noviembre de 2021. https://www.toureiffel.paris/es/el-monumento/cifras-clave
- Kambe, S. and all. (2019) ‘Las iluminaciones’. TourEiffel.Paris. Recuperado el 11 de noviembre de 2021. https://www.toureiffel.paris/es/el-monumento/iluminaciones
- Pieter de Wilde, (2012) School of Architecture, Design and Environment, Plymouth University, Drake Circus, Plymouth, UK y David Coley, Department of Architecture and Civil Engineering, University of Bath, Bath, UK. Building and Environment.
- Pardo Alvarez, N. (2018) ‘Estimación de la huella de carbono de la Torre Eiffel’. Revista Colombiana de Materiales. 12 (2018), 32-41.
- Beunardeau, A. (2015) ‘Desarrollo sostenible: la Torre Eiffel adquiere aerogeneradores’. Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel. Recuperado el 11 de noviembre de 2021. https://sete.toureiffel.paris/sites/default/files/2018-07/Aerogeneradores_Febrero_2015.pdf
- (2021) ‘La Torre Eiffel se ilumina con hidrógeno verde’. Grupo Gea Perona. Recuperado el 11 de noviembre de 2021. https://grupogeaperona.com/la-torre-eiffel-se-ilumina-con-hidrogeno-verde/
- Barthes, R. (1964) ‘La Torre Eiffel’, Francia: Delpirre.