La iluminación Vibia aporta calidez y bienestar a una residencia privada en el Mediterráneo
Casa en S’Agaró, una verdadera joya en el corazón de la Costa Brava, está profundamente ligada a la tradición arquitectónica mediterránea. Diseñada por Cristina Soler, del estudio barcelonés Arquemo, esta residencia se adapta al ambiente local y a su entorno, a través de sus formas suaves de distintas dimensiones, apostando por las luminarias Vibia que aportan diseño, elegancia y calidez a la vivienda.
La percepción de Casa en S’Agaró cambia a medida que avanza el día y va cambiando la luz. Esta residencia es dinámica, tranquila e, incluso, íntima, según la luz del sol va danzando de una superficie a otra y las sombras se van tornando más contrastadas. Los ricos detalles en madera confieren calidez al blanco predominante y la abundante luz natural acentúa la expresividad de los espacios interiores, complementados por una nutrida selección de luminarias Vibia. Tanto encendidas como apagadas, su composición, color y textura propician experiencias ambientales que originan un sinfín de estados de ánimo y sensaciones.
Al entrar, la indiscutible protagonista de la casa da la bienvenida: una Wireflow, que preside la doble altura del área central de la residencia, domina visualmente el vestíbulo y provoca una inmediata sensación de asombro.
Firmada por el diseñador Arik Levy, Wireflow es una lámpara colgante con una sorprendente forma tridimensional, un diseño atrevido y futurista que reinterpreta la tradicional lámpara de araña, ahondando en aquello que la define y destacando su forma, a través de una depuradísima simplificación gráfica.
Contrastando con la imponencia de Wireflow, una lámpara de mesa Mayfair, regulable y con acabado metálico, ilumina sutilmente el aparador del vestíbulo. Discreta y elegante, esta creación de Diego Fortunato actualiza la clásica lámpara del siglo XIX, a través de una innovadora tecnología.
Para el área abierta que conforman el salón y la cocina, Soler ha optado por una impresionante lámpara de pared North y dos lámparas colgantes North a juego, de menor tamaño. Instaladas delicadamente sobre el bar, las clásicas pantallas que caracterizan estas suspensiones de Arik Levy se ofrecen en lacado mate, lo que confiere calidez y sofisticación a la zona bar.
Con la base fijada a la pared, su varilla rotatoria y de altura regulable se proyecta hasta el salón. Este aplique de pared de extraordinaria personalidad proporciona una iluminación única y puede actuar como luz ambiental y, también, como luz de lectura.
De Lievore, Altherr y Molina, Skan representa la esencia del minimalismo. De formas puras y líneas definidas, este diseño apela a lo esencial, revisitando un diseño clásico y dotándolo de un rendimiento lumínico superior.
Para Casa en S’Agaró, Soler ha elegido un conjunto de tres luminarias en acabado rojo terracota que, delicadamente suspendidas del techo, iluminan íntegramente la mesa del comedor, aportando bienestar en este espacio de encuentro y creando un ambiente muy familiar.
Pin, de Ichiro Iwasaki, es un diseño atemporal, tan clásico como contemporáneo. Por la excepcional eficiencia lumínica, la ligereza de su brazo y la sutileza y funcionalidad de esta pequeña luminaria, Soler ha encontrado en su versión de pie y de sobremesa el complemento ideal para la tranquilidad que requieren la lectura y el trabajo.
En el baño de cortesía, Soler quiso incorporar una lámpara colgante que quedara enmarcada por la estilizada ventana y, así, fuera visible desde el exterior. El diseñador Antoni Arola concibió la lámpara colgante Palma como un proyecto paisajístico que, a lo largo del tiempo, fuera transformando un ambiente interior.
Se compone de un globo que parece flotar, suspendido de tres cables, prácticamente invisibles, que sostienen una planta en su extremo inferior. Como un luminoso jardín colgante, su capacidad de crear ambiente evoluciona al ritmo del crecimiento de la planta, por lo que resulta ideal para establecer el diálogo exterior-interior que propone este proyecto.
Complementando esta aplicación funcional, Soler también ha creado una preciosa decoración de pared, agrupando tres Dots en disposición abstracta, para componer una melodía de luz ambiental que, surgiendo de cada círculo, evoca una constelación.
Como lámparas de lectura junto a la cama, Soler decidió instalar dos apliques de pared Dots. Disponibles en dos acabados en madera, estos apliques circulares de Martín Azúa son giratorios y permiten trazar un haz de luz cónico en la dirección deseada.
Para dar el toque final a las zonas comunes destaca la lámpara de sobremesa Musa, que Soler situó junto a un conjunto de taburetes de madera contemporáneos. Concebido por Note Design Studio, Musa es un diseño delicado y poético. Esta relación simbiótica entre la pequeña esfera de vidrio opalino soplado y la forma orgánica del plato que la sostiene y refleja crea un marcado contraste con los bloques geométricos y compactos.
Por último, pero igualmente importante, Soler elige dos lámparas de techo Duo, de Ramos & Bassols, para vestir elegantemente un pasillo que, de otro modo, pasaría desapercibido. Con un diseño basado en el contraste, Duo combina un cálido interior de madera con una refinada envoltura metálica, inscribiéndose naturalmente en la estética de Casa en S’Agaró.