Y tú, ¿proyectas, diseñas o decoras? Ornamento sin delito
Algunos recordaréis aquello que se preguntaba en los 90, en las discotecas, para romper el hielo: ”Y tú, ¿estudias o trabajas?”. Pues bueno, ahora la pregunta podría ser: “Y tú, ¿proyectas, diseñas o decoras?”.
La Cúpula del Centro Comercial Arenas de Barcelona , proyectado por Richard Rogers, fue el escenario elegido para llevar a cabo la primera edición del Salón Decora Interiores . Como rueda de prensa previa al evento, Pilar Civis, directora de la Revista Interiores, moderó la mesa redonda “Arquitectura, diseño e interiorismo en Barcelona. Pasado y futuro”, ala que tuve el honor de participar, junto con la interiorista Pia Capdevila, Rosa Álvarez (Roomservice Design Gallery) y el diseñador Martín Azúa.
Hay que tener valor para invitar a un arquitecto a una jornada vinculada a la decoración... ¡Es de valientes! Es como invitar al 'lobo feroz' a comer a un restaurante vegano. Pero la decisión, en realidad, es muy acertada y necesaria.
Porque, ¿qué manía tenemos todos de enfrentar a arquitectos y diseñadores?! ¿A arquitectos e ingenieros?! ¿A diseñadores y decoradores?! Ha llegado el momento de trabajar juntos. Y, ¿qué mejor modo que hacerlo reflexionando sobre las diferentes disciplinas que tienen que cohabitar y entenderse? No podemos ser silos de conocimiento aislados.
El objetivo de este primer encuentro, por tanto, fue poder dar una visión transversal del estado actual de la arquitectura en la Barcelona a fecha de hoy. De ahí la participación de arquitectos, diseñadores, interioristas y decoradores.
A modo de preparación, lo que vendría a ser un precalentamiento de la jornada, aproveché para releer “ Bravos: Diseño español de vanguardia” (Juli Capella, 2009), “Antoni Gaudí. Fuego y Cenizas” (Juan José Lahuerta, 2016) y, por descontado, el artículo “Ornamento y Delito” (Adolf Loos, 1908).
A todos los arquitectos nos han hecho leer a Loos en la escuela. Esto nos ha marcado ¡y mucho! Como bien explica en su escrito, para él la ornamentación era simplemente un medio de diferenciación de la sociedad, un tema de estatus. Para Loos, hablar de estilo es hablar de ornamento. Nos dice: “El hombre moderno que se tatúa es un delincuente o un degenerado”. En la actualidad podríamos hablar, sobre todo en retail, del ornamento como herramienta de comunicación de las marcas.
Las marcas 'tatúan' las fachadas y paredes interiores de sus locales comerciales. ¿Acaso son las marcas unas delincuentes?
En muchas ocasiones, la técnica yel arte están desconectados entre sí. Las dos son piezas clave para configurar un espacio, pero no suelen ir conectadas. En demasiadas ocasiones, hablamos de conceptos como diseño y decoración como valores añadidos al proyecto. Y esto es un error. Añadir significa superponer algo al final de la cadena de valor, cuando algo ya funciona. Es aquello de ”ahora que los ingenieros han hecho su trabajo, hagamos que los diseñadores lo pongan bonito”.
¡Buff! A estas alturas de la película, ¿aún tenemos que explicar qué significa diseñar? Desde el momento cero de la cadena de valor, desde que empezamos a pensar, ya estamos diseñando. Porque diseñar es principalmente pensar. Bueno, ahora diréis que decorar, ornamentar, etc., sí que son acciones a realizar al final, que significan añadir, superponer con el fin de acabar de personalizar un espacio. Pues... ¡Otro craso error!
Ornamentar no significa enmascarar, tapar, alterar... Deberíamos hablar antes, tal vez, de conceptos como ambiente, atmosfera, Look&Feel ... Y todos esos conceptos que deben trabajarse al inicio y no al final del diseño. ¿Es correcto encargar primero un edificio a un arquitecto, para que luego un diseñador realice el interiorismo, y acabar contratando a un decorador para que decida los últimos parámetros y objetos que doten de carácter al espacio? Pues no. Por complicado que pueda parecer, por insufribles discusiones que puedan sucederse entre las diferentes disciplinas, todas deben participar desde el principio del proceso del diseño. No se trata de trabajar de manera correlativa, sino de trabajar conjuntamente desde el inicio.
En esta línea, me gustará ver los primeros trabajos que están realizando en colaboración el arquitecto Carles Ferrater con Lázaro Rosa-Violán, del mismo modo que ya colaboró antes con Patricia Urquiola. Las diferentes disciplinas están obligadas a entenderse.
Y deberíamos empezar a no decir más eso de “valor añadido”. Porque cuando es necesario revisar el presupuesto de un proyecto a la baja, como muy habitualmente sucede, lo primero que el cliente elimina es todo aquello que es “añadido”. Pues entiende que sin esa parte, el proyecto continuará funcionando. Y en realidad, estaremos eliminando su esencia.
Ornamentar, decorar, tampoco significa hacer un 'PortAventura'. No significa crear un espacio de cartón piedra, debatiéndose en una lucha interna entro lo real y lo fingido. Decorar no tiene por qué ser “aparentar”. Porque como bien dice el refrán popular: “Por mucho que la mona se vista de seda, mona se queda”.
Para Antoni Gaudí, construcción y decoración estaban al mismo nivel y, por ese motivo, criticaba aquellas arquitecturas de la apariencia como podría ser la Ópera de París de Charles Garnier. No jerarquizaba entre los dos conceptos, como muchos arquitectos haríamos en la actualidad. Seguramente, Gaudí era mucho más moderno y avanzado de lo que podamos ser nosotros en la actualidad.
Como bien nos recuerda Juan José Lahuerta, el poeta catalán Joan Maragall nos habla de “destrucción como construcción”. Nosotros podríamos hablar de “desornamentación como ornamento”. Ahora, a menudo la atmosfera de un espacio no se consigue vistiéndolo, sino desvistiéndolo.
Podríamos hablar del Grup R, y de un modo de hacer arquitectura que, poco a poco, estamos recuperando. Muchos de los trabajos de Jordi Badía, H Arquitectes, Vora Arquitectes, Flores & Prats, entre otros, reflejan justamente este ejercicio. Dejan la estructura vista, no la tapan en el caso de obra nueva. Y la destapan en el caso de la remodelación. Instalaciones de aire acondicionado vistas, paredes desconchadas, el trabajo manual del paleta y del electricista... No son trabajos a esconder, todo lo contrario. En cierta manera, podríamos establecer un cierto paralelismo y hablar de “espacios sin bótox, porque la arruga es bella, y también lo son las cicatrices”.
¡Atención! Que también están los que se han pasado de rosca y hacen cartón piedra, apelando a la autenticidad donde no la hay. Sería el caso de las instalaciones eléctricas y de aire acondicionado como meros objetos de decoración... ¡Buff!
Aprovecho para desearos ¡una feliz verbena de San Juan, en la que podáis debatir mucho sobre ésta y otras cuestiones relacionadas con el diseño, el interiorismo, la arquitectura, la iluminación y el ornamento!
CRÉDITOS
Miquel Àngel Julià, arquitecto. Socio Grup Idea
Director de estrategia y diseño de Nuklee
Fotografía: Jordi Canosa