Placemaking bajo la perspectiva transdisciplinaria

El marco transdisciplinario establece el concepto de tercer oculto como una visión dentro una zona de no-resistencia que unifican el punto de vista del sujeto y el objeto, a la vez que mantienen sus innegables diferencias, influenciado un cambio de paradigma en la lectura que tenemos de un lugar y las actividades de placemaking que en el se llevan acabo.

La transdisciplina no se rige por la noción clásica de lugar como una entidad completamente separada del sujeto y el objeto. Es más coherente con la idea de que el lugar se proyecta en la relación dinámica entre el espacio, los seres humanos, no humanos, y las cosas. La habilidad de poder leer la esencia de un espacio no se logra únicamente a través de métodos que nos proporciona las construcciones racionales del conocimiento, sino que también debe buscarse a través de la intuición, la imaginación y la experiencia del cuerpo vivido para acceder a las dimensiones no-medibles de un lugar.

El Placemaking basando en la noción de la verdad absoluta que no admite contradicción, formula historias hegemónicas que excluyen del espacio a las voces de grupos no dominantes. Por el contrario, el tercero oculto, encarna al sujeto que es sensible a la multiplicidad de realidades que se desarrollan en el lugar. Esta condición dimensional múltiple involucra narrativas históricas, sociales, físicas, espirituales e imaginarias y permite la simultaneidad y diversidad de historias que coexisten en la expresión física del lugar.

Bajo la transdisciplina, la luz se convierte en un elemento que hila los múltiples planos del ser que se proyectan en todas las dimensiones entrelazadas de un lugar. La luz, como medio de alusión-ilusión, evoca e invoca un mensaje inmaterial que se funde con la expresión material del espacio. En esta visión transdisciplinar la luz no solo toma en cuenta la identidad histórica, los distintos usos e interpretaciones, sino que también se adapta a nuevos significados , dinámicas e interacciones, reconciliando pasado, presente y futuro a la vez que abraza distintas formas de alteridad.

La experiencia visual se ve amplificada por el fenómeno dual de la proyección de luz y el medir el resultado cuantitativo, esto considerando la participación activa y consciente del sujeto que ve lo que se ve iluminado ante su propia presencia.

Sin duda podemos encontrar en este estado contradictorio una relación a la situación actual que se ciñe a la eficacia y corta cualquier forma de exhibición afectiva.

La luz se relaciona organicamente a las formas, sensaciones, sentimientos y valores, tales como la duda , la libertad , etc, experiencias que por su subjetividad, pueden ser percibidas como contradictorias.

Por lo tanto , ante este paradigma, es posible ver una oposición entre la luz eficaz y una luz claramente afectiva. Esto clarifica la visión que la iluminación no sólo se manifiesta en la electricidad y otras fuentes de energía material, sino que nos hace conscientes de que la luz se manifiesta en el estado, la condición y la naturaleza de las cosas y las personas que existen en términos de la luz que manifiestan tanto en el ámbito de la acciones como la del pensamiento.

En la analogía que surge entre la forma reduccionista diaria de pensamiento y la perspectiva transdisciplinaria, yace una nueva utopía que se extiende por toda la cultura occidental y sueña con transformar la noche en día. La transdisciplina, en este sentido, es resonancia y eco visual del deseo de transformar la oscuridad del pensamiento pragmático en material iluminado del pensamiento intuitivo-humanista.

En cuanto a las diferencias entre el lenguaje y las carreras, las condiciones sociales y políticas, la postura luminosa de la transdisciplinariedad es la posible manifestación de un común denominador ideológico de unidad y cohesión entre los territorios de conocimiento.

Comparable a manifestar la luz en la iluminación, la transdisciplina funciona de la misma manera para todo y en todo activando así la utopía en los aspectos más destacados del desarrollo del conocimiento y la creación.

El nuevo modelo social de pensamiento manifiesta el resultado de la relación entre la ciencia y el arte, que en esencia es la naturaleza de la luz.

Talina Águila
Gustavo Avilés