Innovación continua para los viveros de planta mediterránea
Tomás Ferrer está en una empresa con capacidad para crecer. Los cambios en Orvifrusa son un referente para conocer, o al menos intuir, cómo se presenta el futuro para la producción de ciertos tipos de plantas ornamentales.
Artículo publicado en la Revista Horticultura 150, enero 2001.
Tomás Ferrer, director gerente de Orvifrusa es, por su trayectoria empresarial, una voz respetada en el sector. La demostrada capacidad de Orvifrusa para crecer, convierte su opinión en un sólido referente a la hora de conocer -o al menos intuir- cómo se presenta el futuro de la producción de plantas ornamentales de exterior en la Comunidad Valenciana. En 1999, el sector puso en el mercado una producción de 8.000 millones de pesetas; 3.000 se tradujeron en ventas al exterior.
Al margen del aumento de la demanda, destaca la mejora de la calidad de los productos, de las presentaciones, y la introducción de nuevas especies y variedades. El mercado ha tirado al alza, pero sin la predisposición del productor a incorporar novedades en la presentación de la planta o a mejorar sus sistemas de producción, el incremento de la demanda hubiera sido cubierto por productores de otros países con menores costes de mano de obra. Pero el sector cambia con rapidez y exige una renovación continua, en producción, comercialización y distribución. En producción, el vivero tradicional valenciano y la mediana empresa seguirán siendo necesarios; aunque quizá el vivero del futuro deberá tener unos mínimos más altos de calidad y potenciar al máximo sus niveles de profesionalidad y especialización.
El crecimiento de las ventas afecta a todos los circuitos, aunque quizá parezca mayor la demanda canalizada a través de las grandes superficies. Es cierto que se están generando escenarios de ventas diferentes que nos obligan a adoptar unas estructuras capaces de atender a las nuevas demandas, caracterizadas por altas cifras de volumen en fechas muy concretas. El futuro estará muy ligado al papel que jueguen las cadenas de distribución, y eso obligará al sector a producir de forma más programada y eficiente.
Mientras el destino de la planta de exterior siga siendo la jardinería, pública o privada -con creciente demanda-, es probable que en los próximos años se asista a un incremento sostenido de la demanda. En este futuro, el sector cuenta con grandes ventajas, aunque también con asignaturas pendientes. Es preciso avanzar en las facetas de investigación y desarrollo. Esto es indispensable para el desarrollo del sector, en el que los técnicos cualificados y el personal con amplia experiencia en planta ornamental deben de ir la mano.
Pero a pesar de algunos aspectos que podrían ensombrecer el futuro del sector, hay razones para el optimismo. Se dispone de una producción con calidad acreditada; una demostrada capacidad de adaptación a la continua evolución de las técnicas de producción, nuevas variedades, mercados, etc. Las nuevas generaciones tienen claro el significado del mundo empresarial y, ahora mismo, hay un excelente plantel de jóvenes horticultores que han comenzado a responsabilizarse de la dirección de las empresas. Si a eso se añade la experiencia que aportan firmas con una dilatada andadura, se obtienen los elementos necesarios para contemplar el futuro con tranquilidad.
Para saber más orvifrusaval@nexo.es