Cultius Roig, un dominio marcado por la calidad y la I+D
Grup Roig, orígenes en la horticultura
Grup Roig es una empresa familiar –la dirección actual es la tercera generación activa–, que comenzó su recorrido instalándose en Premià proviniente de Arenys de Munt en 1932, buscando un clima más cálido, con el objetivo de aumentar la producción para poder exportar. En aquella primera época la empresa se dedicaba a la venta de planta hortícola, viña y algarrobos, y ya en la década de los 40 comenzó el cultivo de flor cortada, en sus inicios con clavel, y después con tulipanes, gladiolos, etc.
Ya a finales de la década de los 70 se comenzó a cultivar planta en maceta, primero con prímula y geranio. “Toda la planta venía del extranjero, básicamente de Holanda, y evidentemente ni la logística ni las infraestructuras eran las de ahora. El geranio es una de las plantas que padecen más el transporte y cuando llegaba a nuestras instalaciones lo hacía en unas condiciones bastante precarias”, afirma Ignasi Calvo, director técnico de Grup Roig. Y prosigue: “Esto llevó a que la empresa estableciera un acuerdo con una compañía francesa dedicada a la multiplicación de geranios, mucho más cercana, con un centro de producción cerca de Perpignan. El acuerdo era recíproco, nosotros les comprábamos el plantel, lo engordábamos aquí en España, pero hubo un momento en que ellos nos enseñaron todo el conocimiento relacionado con el cultivo de planta madre para empezarlo a propagar en las propias instalaciones aquí en Premià.”
Éstos fueron los inicios de Grup Roig, tal y como se conocen hoy. “La definición sería el de una empresa de propagación de planta ornamental, proviniendo el 90% de la facturación de este segmento. El 10% restante resulta de complementos y de plantas acabadas o plantas que no producimos nosotros mismos”, apunta Ignasi Calvo.
Cultius Roig: los inicios en la comercialización de planta madre
En 1985 se funda formalmente Cultius Roig. A partir de ese momento la actividad principal de la empresa pasa a ser sólo propagación, con el geranio como principal estandarte. “Hoy, 25 años después, empleamos a 150 personas, trabajamos con casi 90 especies distintas, y comercializamos alrededor de 30 millones de unidades de planta joven, de los cuales el geranio supone entre un 40 y un 45% aproximadamente (unas 14 millones de unidades anuales), siendo la ponsetia, con 2,5 millones de unidades/año, la segunda en importancia”, afirma el director técnico, presente en la empresa desde sus inicios.
El mercado principal de actuación de Cultius Roig es la Península Ibérica (España y Portugal) que representa alrededor del 75% de la producción, destinándose el 25% restante a la exportación, donde se está trabajando principalmente en Francia, con una estructura comercial en exclusiva, en Bélgica, Polonia y Grecia. En Italia, Cultius Roig cuenta con un licenciatario de sus variedades de geranio, que las distribuye por toda Europa.
“Dentro de los nuevos proyectos estamos a punto de iniciar los cultivos en un nuevo centro de producción en Vietnam, con el objetivo de diversificar el riesgo de tener concentrada la mayor parte de planta madre de geranio en un solo centro de producción, y por otro, atacar nuevos mercados. Desde este mismo centro, que esperemos que en tres años pueda estar implantado al 100%, también se enviarán plantas para el mercado estadounidense y canadiense“, comenta el director técnico.
“En la actualidad, sólo trabajamos con material de reproducción vegetativa, no vendemos planteles de semillas. Para ofrecer ese servicio llegamos a un acuerdo con la empresa castellonense Viveros Pereira, que sólo trabaja con plantel de semilla. A través de la sociedad sin ánimo de lucro Floragen compartimos un mismo equipo comercial, lo que repercute en un menor coste en gastos comerciales a cada una de las empresas, pero a la vez, aún más importante, nos ha permitido ofrecer a nuestros clientes dos tipos de productos diferentes a la vez, por un lado planta en reproducción vegetativa, y por otro, también la semilla. De esta forma hemos ampliado significativamente nuestro portafolio de productos”.
El geranio, gran protagonista de Cultius Roig
Cultius Roig está especializado desde sus inicios en el cultivo del geranio, contando actualmente con tres líneas propias. La primera es la serie Costa Brava, de geranio zonal; la segunda, Costa Daurada, de geranio peltatum; y la tercera, de reciente creación, es la serie Costa Barcelona, de geranio grandiflorum. “El objetivo principal de nuestro programa de mejora genética es no ser dependiente de variedades seleccionadas u obtenidas en climas no mediterráneos, y además evitar el coste que suponía el pago a estas empresas en concepto de royalties. El programa, que se lleva a cabo conjuntamente con el IRTA, pretende una mejor adaptación de las variedades precisamente por haber sido seleccionadas en nuestro clima, mucho más extremo en cuanto a calor, y no en un clima del norte o centro de Europa. Lo que ocurría es que a la hora de cultivar aquí muchas de esas plantas que venían de Alemania, Holanda, o incluso EE UU, éstas sufrían mucho. Como la obtención y selección se hace aquí, en un clima de veranos secos y calurosos, las plantas ya se adaptan a estas características y sufren mucho menos. A todo ello se suma el objetivo de buscar colores nuevos y atractivos, una flor más grande, un mayor periodo de floración, etc. Todo pensando en la satisfacción del consumidor final, que aunque no sea nuestro cliente directo, es el que va a comprarla y disfrutarla”.
I+D, fundamental para seguir creciendo
Grup Roig destina actualmente entorno al 3% de su presupuesto a I+D, con un departamento compuesto por cuatro personas en laboratorio y dos ingenieros dedicados a realizar ensayos constantemente. “Lo realmente importante es que somos una de las pocas empresas del sector que disponen de un departamento técnico de I+D. La mayoría de empresas sólo hacen ensayos durante el cultivo, nosotros antes de lanzar una variedad al mercado de cualquier especie, realizamos un exigente test en el campo de ensayo en condiciones extremas. Allí se anotan todos los valores, tanto positivos como negativos de la planta, y en función de los resultados decidimos o no introducir la variedad. Una planta puede tener una apariencia muy bonita en cuanto a color, pero después puede tener unas dificultades o problemáticas de cultivo que las hacen inviables. Nuestro objetivo es buscar un producto que satisfaga al consumidor en todos los aspectos. Si la variedad es muy bonita, pero después durante el cultivo o en el consumidor final es insatisfactorio, mejor esperar y lograr una variedad que resulte más resistente y que mejore las características negativas que tenía. Todo esto supone un valor añadido que ofrecemos a nuestro cliente, y que nos permite ir por delante de otros competidores”, remarca Ignasi Calvo. “Otra de nuestras ventajas es que tenemos contacto con los agentes de licencias más importantes a nivel mundial que nos proveen con material de ensayo en fase experimental, con lo que participamos con los obtentores en las decisiones y les ofrecemos los datos del comportamiento en nuestro clima de cada una de las variedades”.