Los fertilizantes, ante el reto de la sostenibilidad
La Cátedra Fertiberia de Estudios Agroambientales reunió a expertos de distintos ámbitos para analizar el papel de los fertilizantes en una agricultura que tiene en la sostenibilidad uno de sus ejes de actuación en los próximos años.
Expertos de diferentes administraciones públicas, de institutos de investigación, de asociaciones agrarias o del mundo de la empresa protagonizaron la Jornada sobre Fertilización para una Agricultura Sostenible: 'Fertilizantes, Visión 2030', que tuvo lugar el 8 de abril en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Fue la duodécima ocasión, de manera consecutiva, que la Cátedra Fertiberia de Estudios Agroambientales impulsa una iniciativa para la reflexión y el debate en la que se analizaron algunos de los grandes retos a los que tiene que enfrentarse la agricultura en el futuro, entre ellos el papel que jugarán los fertilizantes en un contexto donde la sostenibilidad ha cobrado especial relevancia.
La introducción efectuada por Esperanza Orellana, directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), junto a Luis Ricote, director de la sede de la jornada, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de Madrid (ETSIAAB) y a Javier Goñi, presidente y CEO de Fertiberia.
Jacob Hansen, Esperanza Orellana, Luis Ricote y Javier Goñi inauguraron la jornada.
Jacob Hansen, director general de Fertilizers Europe, Asociación Europea de Fabricantes de Fertilizantes, abrió el turno de ponencias explicando cómo los fabricantes europeos se ocupan en seguir suministrando nutrientes a los cultivos para satisfacer las necesidades crecientes de alimentos, de una manera más eficiente y eficaz en cuanto al uso y respeto por los recursos naturales.
Analizó la encrucijada en la que, bajo su criterio, se encuentra la industria europea de los fertilizantes entre la nutrición y la energía. El experto vaticina cambios para descarbonizar la economía y promover la economía circular, pero con el objetivo de producir más y mejores alimentos. Apeló a la agricultura a aportar "más conocimiento por hectárea", con mejores fertilizantes, nuevas herramientas, equipos inteligentes y mayor cooperación entre productores mejor formados.
María Luisa Ballesteros Jareño, consejera técnica de la Subdirección General de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades Vegetales, perteneciente al MAPA, explicó el marco normativo actual y resumió la Propuesta de modificación del Reglamento sobre Fertilizantes, ya votado y aprobado por el Parlamento Europeo. También esbozó las principales modificaciones del Real Decreto 506/2013, con la inclusión de productos fertilizantes a base de microorganismos.
El papel de los microorganismos
Los retos que debe afrontar la agricultura en el siglo XXI fue el punto de partida de la ponencia de José David Flores. Habló de una nueva agricultura, que considera todos los aspectos posibles, con enfoque multifactorial, tecnología Big Data y máxima eficiencia de los recursos. Debe contar incorporar nuevas y antiguas técnicas para la reduccion de la labranza, 'intercrooping', rotación de cultivos y diversificación de insumos.
El Doctor Investigador en la Universidad de Salamanca subrayó el papel de los microorganismos como promotores del crecimiento vegetal a través de determinados mecanismos. "No se incorporan ahora, hay constancias de ellos hace siglos", señaló. Pueden actuar mejorando la asimilación de nutrientes, solubilizando el fósforo del suelo, o facilitando que la producción de sideróforos permita a las plantas captar el hierro; facilitando la síntesis de fitohormonas, etc. Por otra parte, destacó el papel de determinados microorganismos en la mejora de la resistencia al estrés y la resistencia sistémica de la planta. "Llevan mucho tiempo evolucionando y aprendiendo a convivir y desarrollarse a las plantas", puntualizó.
Flores advirtió también de que, hasta el momento, 2019 es un año excesivamente seco en la mayoría de las regiones españolas, lo que puede acarrear problemas de estrés abiótico en cultivos extensivos y afectar a la productividad.
La importancia del regadío
Como no podía ser de otra forma, el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) hizo una defensa cerrada del regadío español, que en los últimos tiempos ha logrado optimizar los recursos y reducir la demanda de agua de 24.250 hm a 14.945 hm3, según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2015. Los usus consuntivos han pasado del 80% al 63%.
"El problema es la distribución", lamenta Andrés del Campo. La zona norte representa el 11% de área y acumula el 40% del recurso mientras el 89% de la superficie (zona sur) tan solo accede al 60% de los recursos".
Población | 47 millones (2018) |
Superficie | 504.000 km2 |
Precipitación media | 680 mm = 340.000 hm3/año |
Capacidad de embalse | 54.000 hm3 |
Potencial de regulación | 70.000 hm3 |
Número de presas | 1.100 |
Zona norte (11% superficie) | 40% de los recursos |
Zona sur (89% superficie) | 60% de los recursos |
Para mitigar los efectos del Cambio Climático, los regadíos del mediterráneo necesitan tecnología y contar con infraestructuras que garanticen el suministro de agua. El proceso de modernización puesto en marcha ha supuesto unos 5.000 millones de euros de inversiones, según los datos expuestos por el responsable de Fenacore.
Del Campo detalló también que el regadío supone en España cerca de un 15% de la superficie agraria útil y casi un 60% de la producción final agrícola nacional (67% de la producción final vegetal). A nivel mundial, estos mismos conceptos son el 20% y el 40%, respectivamente. Recalcó que la futura modernización del regadío tendrá como objetivo la eficiencia en el binomio agua-energía, así como la producción de energía distribuida para autoconsumo en las zonas regables.
El presidente de Fenacore incidió en que el regadío y la biotecnología serán parte de la solución para superar los retos de la demanda de alimentos de la creciente población mundial. Según dijo, el modelo de Agricultura Sostenible ha de estar basado en competitividad o autosuficiencia económica y se deben poder utilizar los medios de producción (suelo y agua). “Así se consigue una múltiple rentabilidad: económica, social, medioambiental y territorial”, finalizó.
Aplicación de nuevas tecnologías al desarrollo de fertilizantes
La última conferencia, que dio paso a un turno de preguntas y comentarios del público asistente, la protagonizó Ana Laureano, investigadora en Fertiberia. Se ocupó de las posibilidades y el gran apoyo que las nuevas tecnologías suponen en el desarrollo de nuevos productos fertilizantes y, en concreto, en los productos desarrollados por su empresa.