Salud, comodidad y practicidad sientan las bases del sector
IV y V gama en hortalizas, una industria en crecimiento
España goza de un muy buen posicionamiento en el procesado de hortalizas y frutas frescas, conocido como IV y V gama. El sector crece, el consumidor lo demanda y la industria se adapta. Para conocer cómo están viviendo esta favorable situación los productores más relevantes de nuestro país, hemos recabado la opinión de los responsables de Florette, G’s y Huercasa.
El factor saludable como eje
Si algo caracteriza al sector de productos de IV y V gama es que aporta soluciones al consumidor: ensaladas, frutas preparadas, cremas, purés, sopas, postres, sticks… Sus productores, conscientes de las dificultados de su sector, deben ofrecer productos que satisfagan a un consumidor exigente que lee las etiquetas y las analiza para huir de aditivos y conocer su composición nutricional.
Fermín Aldaz, director comercial y de Marketing de Florette Ibérica, nos explica que “hoy en día la preocupación por un estilo de vida saludable está en auge y es ahí donde la alimentación juega un papel fundamental. Además, la falta de tiempo hace que busquemos soluciones prácticas”.
Y es que las tendencias en alimentación de productos de IV y V gama “giran en torno a lo saludable, o bien con la incorporación de los llamados ‘superalimentos’ hacia productos más naturales y más sanos”, subraya Adam Hill, responsable comercial de G’s en Europa. “El sector de IV y V gama está pasando por un momento muy bueno, debido a la demanda creciente de los consumidores por productos cada día más convenience, que les facilite la vida”, añade.
Tal vez ahí está el secreto, en la comodidad: “Al comprar estos productos, el consumidor buscar comodidad, rapidez y salud. No sólo busca no perder tiempo en cocinar, sino también que sea sano y equilibrado”, afirma Hill. En este sentido, Carlos Olmo, director de Marketing y Comunicación de Huercasa, asevera que “el sector está en crecimiento, apoyado en el factor conveniencia. La sociedad evoluciona hacia un modelo en el que cada vez tenemos menos tiempo, pero a la vez valoramos más el uso que hacemos de él con nuestra familia y amigos. En ese panorama cumplen un papel importante estos productos, que ayudan a ahorrar tiempo en la cocina, siempre primando al mismo tiempo la calidad”.
Entonces, está claro lo que busca el consumidor: practicidad. “Fundamentalmente se busca el mismo producto que ellos cocinarían en casa, con los mismos requisitos de sabor, textura y, por supuesto, cualidades nutricionales, pero sin emplear el tiempo que se necesita, por ejemplo en nuestro caso, para pelar, trocear y cocer los vegetales”, enfatiza Olmo.
Por su lado, Fermín Aldaz de Florette añade que el consumidor quiere “alimentarse de forma saludable con productos prácticos. Gracias a estos formatos (ya seleccionados, cortados, lavados, secados, embolsados y listos para consumir) se tiene un mayor acceso a los vegetales frescos. Asimismo, se buscan nuevas experiencias de sabor a través de innovadoras variedades de lechuga como el kale, el canónigo rojo, la escarola frisée fine… Que son materias primas sobre las que hemos estado investigando muchos años para ofrecer mezclas diferentes y sabrosas que hace años ni nos planteábamos consumir”.
Florette, especialista en productos de IV gama (ensaladas y frutas y vegetales frescos, cortados, lavados, secados, embolsados y listos para consumir), tienen claro que el valor salud es fundamental, pero no se debe olvidar el placer: “Desde Florette ofrecemos productos saludables, prácticos, sabrosos y de calidad y trabajamos cada día para acercar al consumidor distintas recetas que les permita ahorrar tiempo y alimentarse mejor. Además, cada vez más los consumidores se preocupan por alimentarse de forma saludable, no solamente en comidas y cenas, sino también en otros momentos del día donde también queremos estar presentes con snacks saludables como la fruta cortada y lista para consumir”.
Sin duda, “adaptarse a las necesidades del consumidor es el requisito básico”, recalca el director de Marketing y Comunicación de Huercasa. “Por ello, vamos a hacia productos cada vez más naturales, con procesos menos agresivos y vidas útiles más cortas, que priman el sabor y la textura”.
Pero para que todas estas cualidades sean reales, el sector debe afrontar ciertos retos. Según Fermín Aldaz, “entre todos tenemos que trabajar para apoyar a la innovación con determinación. No solo con inversión, sino también mediante un ecosistema favorable hacia dicha innovación en el que convivan tanto las personas que estamos en Florette como nuestros colaboradores y clientes”. Para Adam Hill, los retos más importantes de la industria de IV y V gama son “por un lado, la vida útil del producto y, por otro, mantener todas sus cualidades organolépticas”.
Carlos Olmos va todavía más allá: “Es fundamental saber escuchar al consumidor. Creemos que no tiene sentido lanzar al mercado lo que la industria quiere, sino que nuestra obligación es dar respuesta a lo que el consumidor quiere y necesita. Por supuesto, manteniendo los más elevados estándares de calidad y seguridad alimentaria”.
Un consumidor de amplio espectro
Hasta hace poco tiempo, los mayores consumidores de frutas y hortalizas en nuestro país mostraban un perfil sénior, pero esto está cambiando. El director comercial y de Marketing de Florette Ibérica se sorprende por “lo amplio y diverso que es el público de nuestras ensaladas”, tanto en género como en edad: “El consumo es prácticamente paritario (45% hombres y 55% mujeres) y también advertimos que el público nuevo que se incorpora a la categoría es cada vez más joven”. Y lo mismo señala el responsable comercial de G’s en Europa, con “un perfil de comprador muy amplio ya que lo que se busca es la comodidad tanto en el uso de los productos como en los formatos”.
Coincide también Carlos Olmo: “El perfil es cada vez más amplio. El público más joven suele ser más receptivo a este tipo de productos, pero se observa una tendencia al alza de los compradores de mayor edad, que es un grupo cada vez más preocupado por la alimentación saludable, pilar básico para un envejecimiento activo”.
Ante un perfil de consumidor tan extenso, la exportación es una vía de negocio todavía más interesante. Adam Hill puntea que para G’s “las exportaciones representan el 70-80% de la cifra de venta global, lo que nos requiere tener un portfolio adaptado a cada país y a cada costumbres y gustos”. En las mismas cifras se mueve Huercasa: “Para nosotros las exportaciones desempeñan un papel fundamental ya que aproximadamente el 80% de nuestros productos se venden fuera de España”.
En el caso de Florette, la empresa tiene una táctica más centrada en el mercado nacional: “Nuestra estrategia logístico-industrial se centra en abastecer el mercado español: que los seis centros de producción que tenemos repartidos por la geografía española puedan surtir a los distintos supermercados y establecimientos de hostelería de España. En cuanto a las exportaciones, por cercanía también suministramos producto a Portugal y, en ocasiones, concretas a Francia”.
El papel de las nuevas tecnologías
A nadie sorprende ya oír hablar del cambio climático y de sus efectos negativos en los cultivos. Afortunadamente, existen soluciones que las grandes empresas productoras ya están aplicando, como la diversificación de terrenos que ejercen en Florette: “Es cierto que el clima es fundamental a la hora de cultivar las lechugas y vegetales, por eso, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos, cultivamos en diferentes zonas de España ya que tenemos cultivos rotatorios repartidos por la península y Canarias, donde trabajamos con más de 500 agricultores locales. Cada día recolectamos vegetales frescos y de máxima calidad para garantizar el suministro los 365 días del año”.
En el caso de G’s, Hill nos indica que “el cambio climático no afecta de la misma manera a todos los cultivos, pero gracias a las nuevas tecnologías conseguimos optimizar el uso de recursos naturales y desarrollar nuevos sistemas de cultivo”.
El director de Marketing y Comunicación de Huercasa sigue la misma línea: “El cambio climático es una realidad de la que nosotros tampoco escapamos. La falta o el exceso de agua y las temperaturas inusualmente bajas o altas para la estación que hemos vivido en los últimos dos/tres años han afectado de manera importante al campo y, por consiguiente, a las empresas transformadoras. Para nosotros es fundamental, por ejemplo, el uso racional del agua y es un campo en el que estamos trabajando permanentemente, tanto en fábrica como en el campo”.