Éxito rotundo del Olive Oil Evaluation Course del IRTA
El aceite de oliva virgen extra es un alimento en alza, ya que está considerado tanto un alimento saludable como un producto gourmet. Importado por los países no productores y por los nuevos países productores, existe una necesidad general de formación sobre las cuestiones de calidad. Consciente de ello, el IRTA celebró la primera edición del Olive Oil Evaluation Course el pasado mes de marzo.
El curso internacional organizado por el IRTA tuvo lugar del lunes 19 al viernes 23 de marzo en las preciosas instalaciones del Monasterio Sant Benet de Bages (Barcelona), acumulando 35 horas formativas durante los 5 días. El objetivo era mostrar a los operadores internacionales las herramientas que tienen a su disposición para identificar un aceite virgen extra de calidad excepcional (Premium).
Así, el curso se centró en la formación en la evaluación crítica de la calidad del aceite de oliva con fines comerciales. El método de análisis sensorial, todavía difícil y con mucho camino que recorrer, irá aumentando su utilidad para el comercio del aceite de alta calidad. Por ello, el eje del curso pretendía aumentar la capacidad para detectar aceites falsos, identificar el etiquetado incorrecto y destacar la información útil necesaria para una buena caracterización del AOVE.
Carácter marcadamente internacional
A través de la alteración de clases teóricas y prácticas, 30 alumnos venidos de todo el mundo recibieron clases de los máximos conocedores del AOVE internacional: “Estamos muy contentos con la respuesta a esta primera edición ya que hemos contado con asistentes provenientes de Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Chile, Reino Unido, Portugal, Grecia, Italia o España, entro otros. Y, además, con perfiles profesional distintos pues han venido comercializadores, productores, importadores…”, afirma Jordi Sanahuja, responsable de Servicios Corporativos del Centre Mas Bover del IRTA.
Durante el curso se cataron más de 130 muestras de aceite de oliva, lo que permitió a los alumnos comprender mejor los atributos más relevantes, su relación con el origen de la muestra y su percepción por parte del usuario final: “Hemos aprendido los principales criterios de calidad que rigen a los AOVEs y hemos mejorado nuestra capacidad de analizarlos y degustarlos, además de optimizar nuestros conocimientos sobre el etiquetaje. Hemos podido analizar nuestros propios aceites y los de los compañeros del curso, algo que ha sido realmente útil”, declaraba una alumna de Chicago, una de las que más kilómetros realizó para asistir al curso.
Seiko oshikawa, quien vino de Tokio para asistir al curso, atestiguaba estar muy contenta de haberlo hecho: “He realizado otros cursos internacionales y este me ha parecido muy interesante, tal vez en el que más he aprendido. Estoy intentando promover la cultura del aceite de oliva en Japón ya que la dieta mediterránea y nuestra gastronomía encajan a la perfección. Desde la Olive Oil Sommelier Association of Japan (OSAJ) me informaron sobre el curso y me pareció una oportunidad excelente”.
Agustí Romero, investigador especialista en Olivicultura y coordinador del curso, afirmaba haber aprendido mucho de los participantes: “Lo que más me ha sorprendido es la cantidad de nacionalidades que se han interesado en asistir, ya que han aportado puntos de vista distintos y esto ha permitido mejorar nuestro conocimiento general sobre el aceite de oliva”. En este sentido, Alexandra Kicencik Devarenne, consultora y formadora, subrayaba que esta unión de nacionalidades permite que “personas del todo el mundo, que vivimos en contextos muy distintos, hayamos llegado a conclusiones comunes y opiniones parecidas, lo que es muy motivador para seguir trabajando y pensando en el futuro”.
Profesorado de alto nivel
Si hay algo que todos los alumnos destacaron fue el alto nivel del profesorado, que compartió muchos conocimientos hasta ahora desconocidos al alumnado. Y es que el curso contó con profesionales de renombre nacionales como Gabriel Beltrán, investigador y especialista en tecnología para el aceite de oliva del IFAPA; Jaume Biarnés, responsable de Cocina en Fundació Alícia; Luis Guerrero, investigador sobre Comportamiento del Consumidor en el IRTA; Juan Ramón Izquierdo, miembro del Panel de Cata y Análisis Sensorial del Ministerio de Agricultura; Rosa Maria Lamuela-Raventós, investigadora de las propiedades funcionales del aceite de oliva en INSA-Universitat de Barcelona (UB); Rosa Vañó, fundadora de Castillo de Canena; Stefania Vichi, investigadora en análisis químico del aceite de oliva en UB; y Mª Paz Aguilera, directora del panel de cata de Citoliva.
Asimismo, el listado de nombres internacionales tampoco dejó indiferente a los participantes: Ana Birto, responsable del panel oficial de cata de Portugal; Paul Miller, consultor y cofundador de Extra Virgin Alliance en Australia; Erminio Monteleone, investigador de ciencias sensoriales de la Universidad de Florencia; David Neuman, responsable en Gaea Norteamérica y consultor internacional; Maria Reyes, pionera en la creación de la cadena de suministro de aceite de oliva en EE UU; y Emmanuel Salivaras, experto griego en análisis sensorial y creador de Multichrom Lab.
Futuro prometedor
El evento contó con la colaboración de Pieralisi, referente mundial en la fabricación de equipos para la extracción de aceite de oliva. El objetivo de los organizadores es continuar con la celebración de este curso anual, pues están “muy satisfechos” con los resultados de la presente edición. La mayoría de los alumnos mostró su interés en repetir ya que, tal y como ellos mismos afirmaron durante la clausura del curso, estos eventos son esenciales para aprender y aumentar el nivel de la industria y educar al consumidor.