Ciencia e investigación garantizarán el futuro de la agricultura en Europa
No debe pillarnos por sorpresa. Desde hace tiempo Aepla viene avisando sobre las negativas consecuencias que la actual normativa fitosanitaria puede generar para la agricultura europea. Disminución de la productividad, pérdida de rentabilidad, desarrollo de resistencias… y en último lugar, la imposibilidad de garantizar un suministro sostenible de alimentos para el futuro.
La falta de disponibilidad de materias activas es un hecho que agricultores e industria han denunciado reiteradamente. Sin ellas resulta imposible desarrollar los medicamentos que los cultivos requieren para protegerse de las plagas y enfermedades que los amenazan. Por esa razón, los datos arrojados por el reciente ‘Informe Low Yield’, desarrollado por European Crop Protection Association (Ecpa) representante de la industria fitosanitaria europea, respaldan nuestras demandas. La principal consecuencia extraída de este estudio, llevado a cabo en nueve Estados miembros sobre 31 cultivos es tan clara como preocupante: sin productos fitosanitarios la producción agraria se reduciría hasta un 40%. En el caso español, un cultivo tan representativo como el citrícola sufriría pérdidas de cerca de 1.500 millones de euros de prohibirse las 75 materias activas que actualmente se encuentran en riesgo.
Somos conscientes de la preocupación por la seguridad de los alimentos que existe entre los consumidores, pero no es menos cierto que lo que la motiva en la mayoría de los casos, el desconocimiento que de la industria agroalimentaria en general, y los productos fitosanitarios en particular, tiene nuestra sociedad. Por ello, es la emoción y no la evidencia científica, la base sobre la que se toman la mayoría de las decisiones que afectan a la sanidad vegetal en Europa.
Debemos permitir a los agricultores disponer de las más innovadoras herramientas que la investigación científica ha desarrollado, garantizando no sólo su eficiencia sino también su seguridad. Gracias a ellas podrán producir alimentos de manera sostenible.
Las decisiones que tomen hoy nuestras autoridades afectan no sólo a nuestro aprovisionamiento de alimentos, sino también a la capacidad de las generaciones futuras para acceder a una alimentación variada, sana y suficiente, a precios asequibles. Desarrollar soluciones sostenibles que lo garanticen llegará de la mano de la ciencia y la investigación. Tan simple.