La CE facilita una base de datos para promover la Gestión Integrada de Plagas
La Comisión Europea publicó este martes una base de datos que presenta un resumen de los diferentes métodos de Gestión Integrada de Plagas (IPM, en sus siglas en inglés) con el objetivo de controlar los daños que estas causan en los cultivos y plantas, así como reducir el uso de pesticidas químicos, informó la institución.
La gestión integrada de plagas es una forma de agricultura ecológica que prioriza el uso de métodos naturales y utiliza los pesticidas químicos como último recurso para mitigar los riesgos que plantean estos productos para la salud humana y el medio ambiente.
Según Bruselas, el control de las plagas que dañan los cultivos y plantas es necesario “tanto para salvaguardar la seguridad alimentaria como para proporcionar ingresos viables a los agricultores”. No obstante, incide en la necesidad de minimizar los riesgos que genera el uso de los pesticidas químicos para las personas y el medio ambiente.
Por ello, la base de datos lanzada hoy por la Comisión Europea contiene alrededor de 1.300 ejemplos de prácticas, técnicas y tecnologías, como el uso de la rotación de cultivos y la fertilización equilibrada, o la preferencia para métodos de control de plagas no químicos. También incluye 273 directrices específicas para cultivos desarrolladas por las autoridades nacionales y los organismos públicos de los Estados miembros.
Esta caja de herramientas pretende “inspirar“ a las autoridades nacionales y a los asesores agrícolas para desarrollar e implementar enfoques de MIP una vez se hayan adaptado a las condiciones agrícolas y climáticas locales y regionales.
Además, Bruselas informó de que se está desarrollando un estudio para explorar las prácticas actuales de MIP y su potencial ”para ayudar a reducir la dependencia de los pesticidas químicos, su costo de implementación y su efectividad general”.
El estudio también investiga los factores clave que afectan la reducción de la dependencia del uso de pesticidas y las barreras clave y los impulsores asociados con él. Según la Comisión, “la presión de la sociedad civil, un marco regulatorio incentivador y un entorno económico favorable representan impulsores para reducir el uso de plaguicidas”.
Asimismo, sostiene que el apoyo nacional y de la UE a través de medidas de información y difusión de las alternativas existentes y nuevas tecnologías es “crucial” para implementar la Gestión Integrada de Plagas.