ICL ensaya la aplicación de Polysulphate como abonado de fondo en maíz
ICL continua realizando ensayos de abonado con su fertilizante natural Polysulphate en diferentes cultivos, para analizar el potencial que tiene este sistema sostenible de nutrición del suelo.
"Polysulphate, una solución exclusiva de ICL, aporta al suelo Potasio, Azufre, Magnesio y Calcio, totalmente solubles en agua, utilizando un patrón de solubilización que asegura una disponibilidad de estos nutrientes durante todo el ciclo del cultivo", señala la compañía en un comunicado.
En Castilla y León, ICL ha probado en campo los posibles beneficios para el cultivo del abonado con el fertilizante natural Polysulphate en el cultivo de la remolacha, con excelentes resultados, y también en el cultivo del maíz, ambos ensayos realizados en el Páramo leonés. En lo que respecta al ensayo realizado en el cultivo del maíz, la pasada campaña se realizó la siembra de maíz a finales de abril de 2021 con un abonado de fondo con el 100% de las necesidades nutricionales en fósforo, potasio, azufre, magnesio y calcio, así como con un 30% de nitrógeno. Para ello se utilizó un blending que tenía como base Polysulphate, lo que ofrece una disponibilidad prolongada en el tiempo de azufre, elemento fundamental en la eficiencia del nitrógeno.
Durante toda la campaña se realizó un seguimiento de la finca en los momentos más significativos del ciclo de cultivo, observando en todas las ocasiones un estado nutricional perfecto con esa única aplicación de abono con una dosis de Polysulphate de 450 kilos por hectárea. Esta dosis de abonado se definió después de estudiar las analíticas de suelo, las extracciones del cultivo y teniendo en cuenta los cultivos precedentes, así como el manejo de labores y riego que está acostumbrado a hacer el agricultor de la finca.
La recolección de esta finca de ensayo se llevó a cabo cuando la humedad fue de 23,5 grados, obteniéndose una producción final de 24.908 kg/ha como media de las 40 hectáreas que tiene la finca. La producción fue calificada por el propio agricultor dueño de la finca como "espectacular", ya que en muy pocas ocasiones se pueden alcanzar producciones así en esta zona.
Hay que tener en cuenta que la media en la zona es de 16 t/ha con una humedad del grano del 15%. Si se aplica esa misma humedad a la cosecha obtenida con Polysulphate en esta finca estaríamos hablando de una media de 21 t/ha con el 15% de humedad, es decir, prácticamente 5 t/ha más de media.
"Al igual que en el cultivo de remolacha, en el cultivo del maíz vemos como Polysulphate ha asegurado una nutrición completa y prolongada durante todo el ciclo de los cuatro nutrientes que contiene, ayudando a mejorar la eficiencia del resto de nutrientes y potenciando el desarrollo de la planta, su sanidad y producción final", afirman desde ICL.