En la clausura de la jornada técnica de Fenacore
El Gobierno prevé destinar 1.243 M€ para la modernización de regadíos hasta 2026
El ministro Luis Planas subraya que el regadío español es uno de los más competitivos del mundo y que, junto con el relevo generacional y la digitalización, va a sustentar el modelo de actividad agraria del futuro inmediato.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha reiterado el firme compromiso del Gobierno con el desarrollo del regadío sostenible, que va a contar con la mayor inversión pública de las últimas décadas. Ello va a permitir un gran avance no solo en sostenibilidad medioambiental, en la eficiencia de los recursos y en la tecnificación, sino también en el incremento de la productividad y rentabilidad del sector agrario.
De izquierda a derecha: Andrés del Campo, presidente de la Federación Española de Comunidades de Regantes (Fenacore), Luis Planas, ministro de Agricultura y Ángel Fernández Quintanilla, presidente de Ferduero.
Para el ministro, el futuro del regadío será sostenible “sí o sí”, lo que inevitablemente pasa por acometer su modernización. Según ha recalcado, la tecnología, la innovación y la digitalización son herramientas necesarias para lograr un regadío eficiente y sostenible.
Para ello, los fondos del Plan de Recuperación junto al convenio ordinario del ministerio con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) van a permitir movilizar una cifra histórica de 1.243 millones euros en el periodo 2021-2026, lo que supone casi 200.000 hectáreas de superficie regada y más de 20.000 regantes beneficiados.
Luis Planas ha participado en la clausura de la jornada técnica “El regadío, una respuesta a la agenda del Gobierno”, de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) con quien el ministerio mantiene una “excelente interlocución” en las importantes actuaciones de regadío que ya se están llevando a cabo en toda España.
Ha subrayado que la importante dotación financiera de los fondos europeos contribuirá a que el sector agroalimentario sea más competitivo, moderno, rentable y atractivo para las mujeres y los jóvenes.
En su intervención, el ministro ha asociado el significativo crecimiento de la producción agrícola en las últimas décadas con el impulso del regadío. Su crecimiento constante entre 2000 y 2020 ha provocado un aumento del valor de la producción agrícola (sin ganadería) del 36%, pasando de 22.400 millones de euros en 2000 a 30.400 millones en 2020.
Según ha precisado, el regadío español es un caso de éxito y uno de los más competitivos del mundo, ya que sólo ocupa el 23% de la superficie de cultivo y genera el 65% de la producción final agrícola. Junto con el relevo generacional y la digitalización, el regadío va a sustentar el modelo de actividad agraria del futuro inmediato.
Para continuar en esta línea de crecimiento, el ministro ha señalado que el sector agrario debe afrontar una serie de retos, como la adaptación a los efectos del cambio climático. La menor disponibilidad de agua va a obligar a un cambio de paradigma en los modelos de gestión y a la adaptación gradual de los regadíos a los recursos disponibles. Todo ello, ha añadido, de acuerdo con los acuerdos internacionales en materia de lucha contra el cambio climático y con las políticas comunitarias enmarcadas en el Pacto Verde Europeo.
Regadío sostenible
Para impulsar la modernización de los regadíos, Planas ha recordado que España va a contar con la financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), los fondos de la nueva Política Agraria Común y con unos Presupuestos Generales del Estado que asignan al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la mayor partida de su historia.
Ha precisado que el “Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos”, dotado con 563 millones de euros, se lleva el 54 % del total del Componente 3 del Plan de Recuperación que gestiona el ministerio. En este marco, se han seleccionado 93 actuaciones, con un presupuesto total de 810 millones de euros, sumadas la financiación pública y la privada. Este plan ya está en marcha, tras la firma del primer convenio entre el ministerio y Seiasa (en junio, por importe de 260 millones de euros), y tras las primeras firmas de los convenios con las comunidades de regantes, este mes de noviembre.
Asimismo, el ministro ha explicado que en el Plan Estratégico de la PAC se ha contemplado la agricultura de regadío de forma específica en las ayudas directas, con el mantenimiento de varias regiones de tierras de cultivo de regadío en el modelo de pagos desacoplados y con ecoesquemas específicos, y en el FEADER con la intervención “Inversiones en regadíos con objetivos medioambientales”.
El ministro ha asegurado que todas las actuaciones deben ser acordes a los nuevos Planes Hidrológicos, pues es en ellos donde se establece el marco normativo para alcanzar los objetivos medioambientales, lograr el equilibrio entre el desarrollo regional y sectorial y el conocimiento de los recursos disponibles. En este sentido, ha recalcado que la interlocución y coordinación entre la política agraria y la hidrológica ha permitido incorporar, en la propuesta de tercer ciclo de planificación hidrológica, numerosas obras estratégicas en alta que van a permitir culminar las infraestructuras en baja, necesarias para la mejora de algunos regadíos y que no se habían incluido inicialmente en el proceso de información pública.
Para facilitar el uso de las nuevas tecnologías, ha señalado que el ministerio está impulsando el uso de las nuevas tecnologías por parte de los regantes, mediante iniciativas como el Sistema de Información Agroclimática para el regadío (SIAR), el Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (Center), donde se va a instalar el futuro Digital Innovation Hub, la financiación de grupos operativos y proyectos innovadores, con casi 82,5 millones de euros del Programa Nacional de Desarrollo Rural (2014-2022) y la Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario y Forestal y del Medio Rural.