¿Es la rentabilidad en cultivos leñosos dependiente del sistema de riego?
Fco. Javier Martínez López
Ingeniero Agrónomo
Consultor Agronegocio AZUD
jmlopez@azud.com
20/09/2021Aquella idea de diseñar productos y proyectos de riego que funcionasen perfectamente a nivel hidráulico y, posteriormente, viables energéticamente, ha evolucionado. Hoy en día, esto es una exigencia mínima y los objetivos están centrados en sistemas/soluciones de riego que ayuden a mejorar la rentabilidad de las explotaciones.
Actualmente, la tendencia en cultivos leñosos es utilizar emisores autocompensantes (PC), con presiones muy bajas de regulación de tan solo 0,5 bar (lo que supone un ahorro energético), de grandes pasos de laberinto y con capacidad de autolimpieza (AZUD DS TECHNOLOGY). También existe una inclinación clara por los emisores de bajo caudal, ya que se ha demostrado que somos capaces de usar el agua de una forma más sostenible, con diseños de riego más eficientes y además obteniendo un cultivo mejor desarrollado.
La creciente escasez de agua nos está obligando cada vez más a trabajar con aguas muy diversas de calidades variables y, lo más importante que además es tendencia, es que incorporamos productos de nutrición orgánicos al agua de riego ante el aumento de explotaciones ecológicas. Por ello, debemos emplear sistemas de filtración que nos garanticen la calidad del agua adaptada a nuestra instalación de riego con total confianza y seguridad. Que, encima, supongan un bajo consumo de agua para el lavado y una baja presión para su limpieza, como los equipos AZUD HELIX AUTOMATIC DLP.
Cabe señalar la importancia de la nutrición vegetal y la gran relación que tiene con el sistema de riego por goteo, ya que es el vehículo perfecto para conducirlo hasta la planta. Pero debemos recalcar que el verdadero avance consiste en usar un sistema de nutrición inteligente. Estos aportan los nutrientes con total eficiencia, aplicando solo los necesarios y con total uniformidad a todas las plantas, mejorando así la calidad y el rendimiento a un menor coste. Sin olvidarnos de que nos ayudan a aplicarlos de forma segura, controlando la CE y el pH, para asegurarnos de que no ocasionamos perjuicios a nuestra planta, no contaminamos el suelo ni los acuíferos.
Para terminar, hay que destacar el gran valor de los datos en las explotaciones. Hoy en día no podemos asumir riesgos en la toma de decisiones, es por ello por lo que necesitamos la máxima información que nos garantice buenos resultados en nuestras actuaciones. Nos referimos a sensores de suelo (humedad, CE, temperatura…), sensores de planta (crecimiento, estrés…), sensores de riego (pH, CE, presión…) y de clima (radiación, ETo, Tª, HR, lluvia…). Todos ellos, bien gestionados por plataformas inteligentes, nos proporcionan una información muy valiosa que nos permite actuar de forma fiable y eficiente. Aplicando la cantidad de agua y nutrientes exacta, aprovechando el tiempo de una forma más eficiente, realizando tratamientos cuando la planta verdaderamente los necesita y actuando de forma previsora.
Por todo ello es clave darle la importancia que se merece a los sistemas de riego, respecto a su diseño, a su instalación y mantenimiento, así como preocuparnos que incorporen todos los elementos necesarios. Así conseguiremos aportar a los cultivos las dosis exactas de agua y nutrición, obteniendo altos rendimientos y de calidad y de una forma sostenible; podremos hacer un mantenimiento correcto de la instalación y así garantizaremos una larga vida útil y un retorno de la inversión adecuado; y además nos proporcionarán información de nuestra explotación que nos ayudará en la toma de decisiones, y cometeremos menos errores.