Acuerdo del Consejo de ministros de Agricultura en Luxemburgo
Aprobada la nueva Política Agraria Común 2023-2027
Los ministros de Agricultura y Pesca de la UE han ratificado este lunes el acuerdo provisional alcanzado el pasado viernes por parte de las instituciones europeas. Después de tres años de negociaciones y más de un centenar de reuniones técnicas se ha logrado cerrar un acuerdo sobre la futura Política Agrícola Común (PAC) que viene marcado por la denominada 'arquitectura verde' y el objetivo de avanzar en la sostenibilidad de la actividad agraria.
El pacto “provisional” logrado por los representantes del Consejo, el Parlamento Europeo y la Comisión el pasado viernes en Bruselas ha logrado hoy el respaldo formal de los países de la Unión Europea. Aunque todavía deberá recibir el visto bueno del Parlamento Europeo, los Estados miembros se han felicitado por cerrar un compromiso después de tres años de arduas negociaciones.
La ministra de Agricultura de Portugal, Maria do Céu Antunes, cuyo país preside el Consejo de la UE hasta finales de junio, se declaró en rueda de prensa “muy satisfecha” por el acuerdo logrado, una de las prioridades que Portugal se había fijado para este semestre. "Es la mayor reforma de la PAC desde los 90. Teníamos la ambición de lograr una agricultura más sostenible, justa, inclusiva y que nos proporcione autonomía estratégica y lo hemos logrado", añadió la ministra de Portugal.
Durante el debate público donde se analizó el acuerdo logrado entre los representantes de las instituciones europeas (Consejo y Parlamento con la mediación de la Comisión Europea), muchos ministros dejaron claro que había algunos puntos que hubieran querido resolver de otra manera, pero consideraron que el pacto es en general equilibrado y satisfactorio. Las instituciones deberán concluir los detalles técnicos de la reforma propuesta, tras lo cual será aprobada formalmente tanto por el Parlamento Europeo como por el Consejo.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros que se trata de una "buena noticia para nuestros agricultores, ganaderos y el medio rural. En definitiva, es un buen acuerdo para España".
Planas ya manisfestó el viernes pasado que este acuerdo "coincide con los intereses de España". En concreto, el ministro cree que la nueva PAC va a permitir "mantener un equilibrio entre la rentabilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas y el compromiso ambiental y contra el cambio climático" hasta 2027. Además, consideró positivos "los elementos de flexibilidad y subsidiariedad necesarias para aplicarlos a los planes estratégicos y (...) y además hacer este cambio de la mano de los agricultores, que nos parece absolutamente fundamental".
Sin embargo, el ministro no puso fecha aún a la reunión sectorial en España para elaborar el plan nacional que Bruselas obliga a presentar para poder recibir las ayudas de la PAC. "Vamos a concluir hoy el acuerdo y a partir de ese momento, espero en las próximas semanas poder reunir a la conferencia sectorial para lograr un acuerdo de aplicación de la PAC en España".
Los ministros continuarán mañana martes día 29 con las discusiones sobre agricultura, en las que España "llamará la atención" sobre la situación de los mercados y en concreto sobre "dos que nos preocupan particularmente", ha señalado Luis Planas. Uno de ellos el relativo al incremento del precio de las materias primas en el mercado ganadero. "La situación creada de la disminución de la rentabilidad en todos los sectores ganaderos es una preocupación que tenemos en España", explicó. Y en segundo lugar, la situación del mercado del tomate y como las importaciones de países terceros afecta a la producción española en materia de precios y de superficie cultivada.
Por su parte, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, ya indicó el pasado viernes que, tras el acuerdo alcanzado, los países podrán ir incluso más allá a través de sus planes estratégicos nacionales. "La nueva PAC combina mayores ambiciones medioambientales, climáticas y de bienestar animal con una distribución más justa de los pagos, especialmente para las pequeñas y medianas explotaciones familiares, así como para los jóvenes agricultores. Ahora cuento con los Estados miembros para que desarrollen planes estratégicos de la PAC ambiciosos que estén en consonancia con nuestros objetivos, y que proporcionen las herramientas adecuadas para apoyar a nuestros agricultores en la transición hacia un sistema alimentario sostenible."
“Por supuesto, el acuerdo podía haber ido más lejos”, ha asegurado el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, que durante toda la negociación hizo hincapié en la necesidad de que la agricultura europea se alinee con los objetivos del Pacto Verde europeo. Según Timmermans, lo acordado no es una revolución sino una “evolución”, pero “marca el inicio de un cambio real en la manera en que practicamos la agricultura en Europa”. Asimismo remarcó que, en los próximos años, "protegeremos las zonas húmedas y las turberas, dedicaremos más tierras de cultivo a la biodiversidad, impulsaremos la agricultura ecológica, abriremos nuevas fuentes de ingresos para los agricultores a través de la agricultura del carbono y comenzaremos a corregir las desigualdades en la distribución de las ayudas a la renta".
Maria do Céu Antunes, ministra de Agricultura de Portugal, presidió el pasado viernes en Bruselas el Trílogo en el que se alcanzó el acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC).
Respecto a las negociaciones del pasado viernes en Bruselas, se desbloquearon los puntos que quedaban pendientes de acuerdo y relacionados con los siguientes asuntos:
ECOESQUEMAS
Los negociadores lograron superar las discrepancias sobre el nuevo instrumento que quiere incentivar las prácticas agrícolas y ganaderas que tengan un impacto más beneficioso para el clima y el medio ambiente. Finalmente, acordaron destinar un 25% del primer pilar (pagos directos) a los ecoesquemas, con un periodo de aprendizaje de dos años para dar flexibilidad a los productores y evitar el riesgo de perder fondos. "A los pequeños agricultores les ayudará a ser competitivos", consideró Wojciechowski, y añadió que también será útil para los grandes productores, por ejemplo a los que aplican una agricultura de precisión.
DIMENSIÓN SOCIAL
Por primera vez, la PAC incluirá la condicionalidad social, es decir, solo las explotaciones que respeten los derechos laborales recibirán ayudas agrícolas, lo que empezará a aplicarse con carácter voluntario a partir de 2023 y obligatorio desde 2025.
PEQUEÑOS AGRICULTORES
Los Estados miembros repartirán al menos el 10% de las ayudas a las explotaciones agrícolas más pequeñas y los países tendrán que explicar en sus planes estratégicos cómo planean hacerlo.
JÓVENES AGRICULTORES
Se fijará un nuevo nivel mínimo obligatorio de apoyo a los jóvenes agricultores, que será del 3% de los presupuestos de los países para el apoyo a la renta de la PAC.
CONDICIONALIDAD
En cada explotación al menos el 3% de la tierra cultivable se dedicará a la biodiversidad y todos los humedales estarán protegidos.
AYUDAS AGROAMBIENTALES
Con el acuerdo entre las instituciones, "al menos" el 35% de las ayudas del segundo pilar (Desarrollo Rural) se destinarán a cuestiones medioambientales.
RESERVA DE CRISIS
Se introducirá una nueva reserva agrícola para financiar medidas de mercado en tiempos de crisis, con un presupuesto anual de al menos 450 millones de euros.
PRÓXIMOS PASOS
En 2021 y 2022 se seguirá aplicando el acuerdo transitorio acordado en 2020. Los Estados miembros tendrán hasta el 31 de diciembre de 2021 para presentar sus proyectos de planes estratégicos nacionales a la aprobación de la Comisión. La nueva PAC establece una serie de medidas destinadas a animar a los agricultores a adoptar prácticas agrícolas "más ecológicas", que incluyen normas sobre condicionalidad que los agricultores deberán cumplir para recibir el apoyo de la PAC, incluida la conservación de suelos ricos en carbono mediante la protección de humedales y turberas, y cuotas mínimas de tierra cultivable para proteger la biodiversidad. La reforma incluye también ecoesquemas para apoyar e incentivar a los agricultores a observar prácticas agrícolas que benefician el clima y el medio ambiente. El objetivo es alinear la política agrícola al Pacto Verde europeo y a las estrategias De la Granja a la Mesa y de Biodiversidad, que pretenden impulsar una producción y consumo más sostenibles.
Andalucía, primera CC AA en valorar oficialmente el acuerdo alcanzado
En España, una de las primeras reacciones al acuerdo político alcanzado en Bruselas ha sido la expresada por la Junta de Andalucía. La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de esta comunidad autónoma, Carmen Crespo, ha afirmado que “Andalucía dará la talla” tras el incremento de las exigencias ambientales pactado en Bruselas para la nueva Política Agraria Común (PAC). La titular del ramo ha valorado la esperada noticia de este acuerdo provisional entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea (el denominado ‘supertrílogo’) porque otorga “certidumbre” al sector agrario, aunque contenga “luces y sombras”, después de tres años de negociaciones.
La consejera subraya que la nueva PAC “contempla un modelo sin cambios bruscos respecto al actual aplicado en España, permitiendo el propuesto para el periodo 2023-2027 en la declaración institucional apoyada por todo el sector andaluz”, basado en la regionalización de las ayudas como el pago básico a la la renta y a los ecoesquemas y en el sistema de derechos. “Estos son elementos esenciales para el reconocimiento de la diversidad de nuestra agricultura”, ha añadido.
Respecto al sistema de derechos, el texto aprobado se ajusta al periodo de convergencia paulatino propuesto por Andalucía, que fija el objetivo de alcanzar el 85% en 2026 e introduciendo un mecanismo de limitación de pérdidas para aquellos que tengan un mayor valor. “Desde Andalucía consideramos que la convergencia debe realizarse de una forma paulatina que permita la adaptación de los agricultores y ganaderos a la nueva situación. La convergencia intrarregional del 85% debe alcanzarse al final del periodo, tal y como se establece en el acuerdo”, ha señalado Crespo. También es fundamental la limitación de las pérdidas que se puedan producir por la aplicación de esta convergencia en aquellos sectores especialmente afectados, “como puedan ser los sectores ganaderos de poca base territorial y los de cultivos industriales”, ya que, de otra forma, estos agricultores y ganaderos se verían muy perjudicados haciendo inviable el mantenimiento de su actividad.
Igualmente, se respeta la pluriactividad dentro de la definición de agricultor genuino, incluyendo a aquellos que reciben menos de 5.000 euros de ayudas directas. “Ésta es una pieza clave para el mantenimiento de la actividad económica, el empleo y la fijación de la población en las zonas rurales”, ha recordado Crespo.
La consejera andaluza ha valorado el acuerdo alcanzado por las instituciones europeas.
No obstante, la consejera ha lamentado que el acuerdo definitivo “contiene algunas sombras”, como la falta de mecanismos que permitan una adecuada gestión de los mercados para asegurar precios justos a los agricultores y los ganaderos o la introducción de nuevos requisitos medioambientales sin aumento presupuestario. “Este incremento de las exigencias ambientales y climáticas limita la competitividad en los mercados al generar una competencia desleal respecto a las importaciones de terceros países que no las aplican, poniendo en peligro la rentabilidad de nuestras explotaciones”, ha afirmado.
Andalucía considera “excesivo” condicionar un 25% de los pagos directos a ecoesquemas, al superarse el 20% inicialmente planteado por los estados miembros. Además, se aumenta la ambición ambiental del segundo pilar a un 35%, “un incremento que elimina el margen de maniobra y la flexibilidad para el cumplimiento de los objetivos ambientales de la PAC”.
Finalmente, se introduce en el acuerdo una nueva condicionalidad de las ayudas, basada en el cumplimiento de la legislación en materia laboral cuyas sanciones sobre pagos directos serán aplicadas por la autoridad agraria, lo que aumentará la carga administrativa y la complejidad de la gestión de las ayudas, lejos de la simplificación perseguida con la reforma.
Crespo ha recordado que el sector agroalimentario andaluz es un sector diversificado, competitivo, sostenible y con una amplia variedad de producciones que precisa una regionalización definida en base al potencial y a las orientaciones productivas. “Esperamos que el modelo de aplicación nacional de la futura PAC se adapte a las características agronómicas y estructurales de nuestra agricultura, que representa el 32% del Valor Añadido Bruto a nivel nacional y uno de los ejes de la actividad económica generadora de empleo y de la fijación de población sobre el territorio”, ha añadido.
"Ahora nos resta un intenso y arduo trabajo con el Ministerio y el resto de comunidades autónomas para la aprobación del Plan Estratégico Nacional, es decir, la aplicación de esta reforma de la PAC en nuestro territorio. Estoy convencida de que el peso de Andalucía será reconocido y permitirá que nuestros agricultores y ganaderos puedan continuar demostrando por qué son líderes a partir del 1 de enero de 2023 en el nuevo marco plurianual”, ha concluido Crespo.