"En los próximos años se verán más combinaciones entre bioestimulantes y fertilizantes o fitosanitarios, es parte de la tecnología del presente y del futuro"
Entrevista a Daniel Salgado, Marketing Manager en Tradecorp Bionutrición
La innovación en el sector agrario es constante, prueba de ello son los bioestimulantes. Un insumo que en poco tiempo se ha convertido en una herramienta muy valiosa para adaptar el manejo de los cultivos a las condiciones adversas que está propiciando el cambio climático, mientras se observan las nuevas exigencias de sostenibilidad y calidad que demanda el mercado.
A grandes rasgos, ¿qué son los bioestimulantes?
Tras un largo procedimiento regulatorio, en 2019 se publicó el Reglamento (UE) 2019/1009 relativo a productos fertilizantes y que incluye una categoría específica para los bioestimulantes vegetales, así como una definición más precisa para los mismos: Los Bioestimulantes vegetales son sustancias y/o microorganismos cuya función es la de estimular los procesos naturales que mejoren o beneficien la absorción de nutrientes, la eficiencia de los mismos, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad de los cultivos.
¿Qué grado de desarrollo tecnológico han experimentado en los últimos años y qué estaría motivando su introducción en el sector agrícola?
La importancia de los bioestimulantes cobra sentido en el contexto actual del cambio climático. Ante la incertidumbre que generan los fenómenos meteorológicos, incontrolables e impredecibles, urge tomar medidas de adaptación y mitigación de los cultivares ante la pérdida de productividad y calidad que ocasionan estas situaciones de estrés extremo. Hoy más que nunca, la gestión del estrés ambiental cobra protagonismo dentro de los parámetros analíticos de cualquier explotación agraria.
El marco regulatorio internacional también influye. El aumento de la demanda de productos amigables con el medio ambiente y la necesidad de aumentar los rendimientos productivos, reducir los residuos y de mejorar la calidad de los cultivos ha impulsado en última instancia un mayor uso de bioestimulantes agrícolas.
El éxito de estos proyectos para una nueva agricultura requerirá de grandes inversiones en I+D+i para desarrollar nuevos bioestimulantes, tanto por parte de la industria como por parte de centros de investigación tanto públicos como privados. El principal objetivo es continuar ampliando en todos los ámbitos el conocimiento en materia de bioestimulación vegetal, como por ejemplo identificar nuevas materias primas, nuevos bioactivos o nuevos microorganismos con efecto bioestimulante, así como tener un conocimiento más preciso sobre cual es el modo de acción y los procesos bioquímicos y fisiológicos que intervienen en el funcionamiento de estos a nivel de cultivo.
"Hoy más que nunca, la gestión del estrés ambiental cobra protagonismo dentro de los parámetros analíticos de cualquier explotación agraria"
Algas Ascophyllum nodosum en el Mar del Norte (Irlanda).
¿Qué diferencia a los bioestimulantes de los productos fertilizantes y los fitosanitarios?
Pues las diferencias son sustanciales. Los fitosanitarios son sustancias o mezclas de sustancias destinadas a prevenir, proteger y combatir cualquier plaga o enfermedad que afecte a los cultivos antes o después de la cosecha, así como sustancias que influyen en su crecimiento (fitoreguladores), excluyendo a fertilizantes y bioestimulantes. El fertilizante es cualquier sustancia o material que provee de nutrientes al cultivo.
Sin embargo, los bioestimulantes estimulan los procesos de nutrición de las plantas, independientemente del contenido de nutrientes que contengan, actuando a través de rutas metabólicas distintas. El fertilizante es absolutamente esencial. El bioestimulante aporta un plus, sobretodo en situaciones difíciles. Mediante su uso adecuado no solo veremos aumentadas las probabilidades de supervivencia del cultivo, sino también reduciremos en gran medida pérdidas importantes de rendimiento y calidad. Constituyen una tecnología que va a ayudar a las plantas a extraer más nutrientes, producir más y con mayor calidad, en un escenario en el que fertilizantes y fitosanitarios se deberán aplicar cada vez en menor cuantía, enseñándonos a producir de forma más eficiente.
En los próximos años se verán más combinaciones entre bioestimulantes y fertilizantes ó fitosanitarios, es parte de la tecnología del presente y del futuro. El bioestimulante no viene a sustituirlos, sino a complementarlos. El bioestimulante es el partner perfecto.
¿En qué sistemas de manejo de cultivos sería más interesante el empleo de bioestimulantes: agricultura ecológica, convencional, agricultura de conservación, súper-intensiva, invernaderos… y en qué tipo de cultivos?
Los bioestimulantes agrícolas han estado asociados durante mucho tiempo con la agricultura orgánica o ecológica, pero ahora tenemos nuevos retos desde el punto de vista agroambiental y con la estrategia europea del 'Farm to Fork', lo cual implicará que, para conseguir el máximo rendimiento genético potencial de los cultivos, únicamente con fertilizantes y fitosanitarios no será suficiente.
Con el cambio climático en curso nuestros agricultores necesitarán soluciones para combatir situaciones de estrés de diversa índole, como salinidad, exceso o falta de agua, olas de calor, heladas, entre otros. Estos retos globales implican que los bioestimulantes sean potencialmente utilizables en cualquier tipo de cultivo y en cualquier modalidad de producción agrícola.
¿La fertirrigación es la manera más eficiente de aplicar bioestimulantes a los cultivos? ¿Existen otras alternativas?
Para un bioestimulante a base de ácidos húmicos o rizobacterias, que ambos actúan a nivel de raíz y la rizosfera del suelo, probablemente la fertirrigación sea el sistema de aplicación más adecuado ya que son productos cuyo modo de acción está relacionado con la activación de la raíz del cultivo y su entorno más cercano. Aunque en el caso de algunas especies de rizobacterias son especialmente eficientes en su aplicación directa a la semilla antes de la siembra.
En cambio, hay otros bioestimulantes como las algas o lo aminoácidos cuya aplicación mediante pulverización foliar está más democratizada en el sector agrícola, aunque su uso radicular mediante fertirrigación también está muy extendido.
"Phylgreen es un bioestimulante totalmente natural y ecológico a base de un extracto puro y fresco del alga Ascophyllum nodosum obtenido mediante un proceso de extracción en frío y sin la adición de reactivos químicos"
¿En qué tipo de tecnología está basado el bioestimulante Phylgreen?
Phylgreen es un bioestimulante totalmente natural y ecológico a base de un extracto puro y fresco del alga Ascophyllum nodosum obtenido mediante un proceso de extracción en frío y sin la adición de reactivos químicos. En Tradecorp denominamos este proceso GLT (Gentle & Low Temperature). Este proceso es casi artesanal, mediante el cual los contenidos en nutrientes, vitaminas, pigmentos, azúcares, antioxidantes y demás sustancias orgánicas de la materia prima original se mantienen sin sufrir desnaturalización, permitiéndonos conseguir un extracto puro y natural de algas con el máximo contenido en sustancias bioestimulantes y antiestresantes.
En Tradecorp somos especialistas en este tipo de productos y controlamos todo el proceso. Desde la recolección de la materia prima en las costas del norte de Irlanda, que se hace mediante un sistema de rotación respetuosa con el entorno, al proceso industrial, logístico y comercialización de Phylgreen. Nuestro principal objetivo es preservar las cualidades de una de las mejores materias primas en materia de bioestimulacón vegetal que existen en la actualidad, y que Phylgreen llegue desde la costa a las explotaciones agrícolas con la menor alteración posible. Esto genera mucha confianza en los agricultores pues para ellos es muy importante poder hablar con el fabricante acerca de los bioestimulantes que utiliza en su negocio, y en este sentido, con Tradecorp lo tienen fácil ya que somos muy cercanos y accesibles.
¿Cómo funciona o cuál es su modo de acción?
Comentaba que el secreto radica en alterar al mínimo el alga lo que va a garantizar máxima calidad y biodisponibilidad de los bioactivos que contiene, esenciales para la eliminación de sustancias tóxicas que se acumulan en la planta cuando se ven sometidas a un estrés intenso. Dentro de esas sustancias, una selección de polisacáridos es el responsable del efecto Primactive.
Primactive es una tecnología que produce una serie de respuestas en las plantas que alteran su fisiología, metabolismo y respuesta genética al estrés abiótico, aumentando su vigor sin disminuir su condición energética. Cuando Phylgreen entra en contacto con la planta se induce una respuesta inmediata de señalización que se transfiere a todas sus estructuras, afectando y modificando el comportamiento de las células y manteniendo a la planta en una fase que denominamos efecto biomemoria.
Cuando el cultivo se ve sometido a una situación de estrés intenso, previa aplicación de Phylgreen este ya estará preparado para reaccionar de manera rápida y eficiente, requiriendo una cantidad de energía inferior para minimizar el impacto de dicho estrés.
En ausencia de estrés, Primactive favorece un metabolismo de carbohidratos más intenso, mayor conciencia de la planta por su entorno y refuerzo en los tejidos. La planta se fortalece y su metabolismo se optimiza con vistas a un estrés futuro, sin descuidar su normal desarrollo.
En lo que respecta al momento óptimo de aplicación, ¿cuál es la pauta de trabajo que se suele seguir para determinarlo?
Ahora podemos afirmar con rotundidad que la aplicación de carácter preventiva es la mejor estrategia para asegurar los mejores resultados con el producto.
La principal característica del estrés abiótico es que no podemos, o difícilmente podemos, evitar que ocurra, por lo que la detección y la prevención temprana del estrés son ejercicios cruciales en nuestro paradigma actual y en nuestra estrategia de gestión preventiva de estrés, y más teniendo en cuenta que los fenómenos meteorológicos son cada vez más bruscos e imprevisibles, así como la enorme demanda energética que le supone al cultivo un periodo de recuperación post-estrés.
¿Qué resultados han obtenido en los ensayos en campo que han desarrollado junto a CSIC, Ideagro, Eurofins e Innoplant?
Desde la Cátedra Phylgreen de 2018 hemos continuado desarrollando y adquiriendo nuevas experiencias en cultivos diversos del área mediterránea, poniendo a prueba hasta donde puede llegar el producto tanto en situaciones de estrés forzado como en situaciones de estrés abiótico real, de tipo térmico, hídrico o salino.
De forma muy resumida podríamos decir que Phylgreen ayuda al cultivo sometido a estas situaciones a mantener la productividad, teniendo también interesantes efectos en parámetros de calidad muy valorados por el mercado de consumo.
¿Hacia dónde avanza la innovación en este tipo de productos y qué líneas de trabajo mantiene abiertas Tradecorp en concreto para los próximos años?
En Tradecorp estamos trabajando para continuar alimentando nuestro portfolio rcon bioestimulantes y soluciones bien definidas para cada tipo de cultivo, para cada momento crítico del ciclo que queramos potenciar, o en función del tipo de estrés que queramos resolver.