Entrevista a Tim Hemmings, Ministro Consejero de la Embajada británica de España
El pasado 1 de febrero se hizo efectiva la salida del Reino Unido de la UE. A pocos meses para que se haga efectiva la salida, las negociaciones están paradas a causa del COVID. ¿Habrá cambios en los plazos o se podrá acordar todo en los próximos meses?
Estamos ya en la fase final de las negociaciones con la UE. Todavía hay que cerrar un acuerdo. Trabajaremos con ahínco para lograrlo. El acuerdo se basará en nuestra propuesta razonable de cerrar un acuerdo de libre comercio del estilo del que la UE tiene con Canadá y muchos otros países.
Creemos que sería bastante sencillo cerrar un conjunto de acuerdos cuyo núcleo fuera un Acuerdo de Libre Comercio, igual que los que la UE ha firmado con otros socios cercanos en el resto del mundo, y que sería posible hacer esto rápidamente.
No estamos pidiendo un trato especial, a medida o exclusivo. Lo que queremos es un acuerdo que sea igual a los que la UE ha firmado anteriormente con otros países.
Sea como fuere, vamos a salir del mercado único y de la unión aduanera. Las empresas tendrán que prepararse para la vida fuera de ambos a finales de 2020, y muchas así lo han hecho ya.
¿La posibilidad de un Brexit 'duro' es real si finalmente no se acaba llegando a tiempo a un acuerdo positivo para ambas partes?
No pensamos en el Brexit como algo ‘duro’ o ‘blando’ y el concepto de no acuerdo no es algo que contemplemos. Salimos de la UE el pasado 31 de enero sobre la base de un acuerdo.
Tal y como ha dicho nuestro primer ministro recientemente: “Es necesario que haya un acuerdo con nuestros amigos europeos para cuando se celebre el Consejo Europeo del 15 de octubre, si es que queremos que esté en vigor para finales de año. Por lo que no tiene sentido pensar en plazos o fechas que vayan más allá. Si para entonces no ha sido posible ponernos de acuerdo, ambas partes deberíamos aceptarlo y seguir adelante”.
“Por supuesto, siempre estaremos dispuestos a hablar con nuestros amigos de la UE, incluso en estas circunstancias. Estaremos dispuestos a encontrar unos arreglos sensatos para asuntos prácticos como vuelos, transporte de camiones o la cooperación en el ámbito científico, si la UE así lo quiere. Nuestra puerta nunca estará cerrada y nuestra relación comercial será entre amigos y socios, pero sin que haya de por medio un acuerdo de libre comercio”.
¿El Brexit significa que Reino Unido pasa a ser un competidor en lugar de un colaborador de la UE?
Queremos que nuestra relación con la UE se base en una cooperación amistosa entre soberanos iguales y que gire en torno al libre comercio. La relación con nuestros socios europeos se inspirará en la historia y valores que compartimos.
El sector agroalimentario es uno de los que más teme el Brexit y que, además, está viviendo la actual situación de incertidumbre con mayor temor. Se ha especulado incluso que en Reino Unido los precios podrían subir un mínimo del 5%. ¿Lo cree factible?
Tanto nuestra cadena de suministro como industria alimentaria ya son muy resilientes y saben bien cómo gestionar escenarios que pueden tener un impacto en la provisión de alimentos. Los consumidores en el Reino Unido tienen acceso a una amplia gama de fuentes de alimentación, y nos encanta que gran parte de los alimentos que consumimos en el Reino Unido procedan de España. Esto seguirá siendo así tras diciembre de 2020.
En la actualidad, las causas más importantes de cambio en el coste de los alimentos son los precios mundiales de productos alimenticios y los tipos de cambio. Estos factores no variarán cuando salgamos de la UE y no son algo que el gobierno pueda tener bajo su control, pero trabajamos muy de cerca con la industria para promover la transparencia de cara a los consumidores y a nivel internacional para promover mercados globales abiertos.
Otra posible consecuencia sería la pérdida de diversidad en los lineales o incluso de 'lineales vacíos' en el caso de algunos productos. ¿Qué soluciones se están estudiando? ¿Quizás acuerdos con proveedores de otras partes del mundo?
La industria alimentaria ya tiene experiencia a la hora de abordar problemas que puedan afectar a su cadena de suministro, desde fenómenos climatológicos adversos que estropeen las cosechas a problemas en el transporte en el extranjero, y el gobierno está en contacto constante con la industria.
Sea cual sea el acuerdo comercial futuro, tiene que servirle a todo el mundo, a agricultores y ganaderos, empresas y consumidores británicos, aunque como es lógico, se ha puesto en marcha un plan de contingencia exhaustivo para garantizar que la salida de la UE sea fluida, con independencia del resultado de las negociaciones.
¿Cuál sería el acuerdo ideal para España y para la empresas británicas presentes en nuestro país?
La cuestión es si podremos acordar con la UE una relación comercial más profunda del estilo del acuerdo de libre comercio que tiene con Canadá (que ha eliminado casi el 99% de los aranceles), o si nuestra relación comercial carecerá de una ALC, al estilo de la relación que tiene la UE con Australia. Lo importante es que las conversaciones no se eternicen, porque tanto empresas como ciudadanos necesitan saber a qué atenerse y cómo prepararse cuando acabe el año. Cuanto antes podamos solucionar todo esto, mejor.
Mientras tanto, en lo que se refiere al Reino Unido, nuestros preparativos de cara a la conclusión del periodo de transición ya están muy avanzados. El Reino Unido también ha lanzado una campaña ‘Keep Business Moving’ (que las empresas sigan adelante) para respaldar a los socios comerciales tan valiosos que tiene el Reino Unido en España y en el resto de la UE, y para que las empresas sigan funcionando como hasta ahora a finales de año. El periodo de transición termina el 31 de diciembre y esto conllevará cambios con independencia de las condiciones que se acuerden finalmente en lo que respecta a la relación comercial. Por eso, estamos ayudando a las empresas a que se preparen a lo largo de las próximas semanas y meses, y así garantizar que puedan seguir funcionando sin problema en el nuevo entorno comercial. Pueden encontrar más información en la página web https://www.gov.uk/eubusiness y detalles más concretos para las empresas españolas en bit.ly/3jQ3sur.
La obtención de materias primas por parte de las pymes es una cuestión que preocupa, así como el aumento de permisos y, en consecuencia, tiempo para la exportación… ¿Cómo se gestionará todo esto?
Cualquier gobierno responsable tiene el deber de prepararse frente a cualquier escenario y estamos regularmente en contacto con nuestros socios para asegurarnos de que los planes de contingencia estén ya listos. La planificación para el final del periodo de transición ya está muy avanzada y hemos estado en contacto con las empresas y las industrias para asegurarnos de que las fronteras estén preparadas antes de finales de año, y vamos a seguir manteniéndonos en contacto.
¿De qué forma afectaría si se restringe el movimiento de trabajadores?
Tanto el Reino Unido como la UE ya permiten que los visitantes lleven a cabo una serie de actividades empresariales sin necesidad de tener visado. La gama exacta de actividades y documentación que será necesaria tras el periodo de transición será objeto de negociación con la UE. Pero todo acuerdo tendrá lugar sin menoscabo del futuro sistema de inmigración basado en puntos del Reino Unido.
Un acuerdo recíproco basado en el mejor precedente cubriría las visitas a corto plazo de los empresarios que tengan que viajar y las estancias cortas para permitir que las empresas británicas pueden realizar la provisión de servicios.
Las personas que quieran vivir y trabajar en el Reino Unido tendrán que remitir una solicitud conforme al futuro sistema de inmigración, que estará recogido en la legislación británica. Desde el 1 de enero de 2021, no habrá libre circulación y el Reino Unido introducirá un sistema de inmigración basado en puntos. El nuevo sistema tratará a los ciudadanos de la UE1 y a los de terceros países igualmente y transformará la forma en la que los migrantes vienen al Reino Unido a trabajar. Cualquier persona que venga al Reino Unido a vivir y a trabajar, menos los ciudadanos irlandeses, tendrán que remitir una solicitud de permiso con antelación. Pero el Reino Unido es, y siempre lo será, un país abierto que da la bienvenida a los visitantes y a los que ayudan a nuestra economía a ser dinámica y próspera.
Una de las demandas de los favorables al Brexit es la prohibición de que terceros países pesquen en aguas británicas. ¿No se va a poder pescar en aguas del Reino Unido? ¿Cómo puede afectar esta salida a sectores pesqueros como el español?
Queremos un acuerdo de pesca con la UE por separado, en el que se reflejen nuestros derechos como estado costero independiente en cumplimiento del derecho internacional. Esto está en línea con el acuerdo de pesca que tiene la UE en la actualidad con países como Noruega.
Tal y como queda recogido en el Acuerdo de Retirada, acordamos durante el periodo de transición que se seguirían aplicando las normas actuales de pesca y habría acceso compartido a las aguas hasta finales de 2020. Desde 2021, cualquier decisión sobre la concesión de acceso a nuestras aguas a las embarcaciones de la UE, o de cualquier otro estado costero, será ya un asunto para someter a negociación.
