Presentación del estudio 'Necesidades Formativas de la Juventud Rural'
El futuro del sector agrario: formación y mejora de las condiciones de acceso a la actividad
Una de las muchas conclusiones a las que llega el informe elaborado por el Ministerio de Agricultura para detectar las necesidades de formación de los jóvenes en la actividad agraria y silvícola, es que el sector agrario en España se considera dual, "con un alto porcentaje de explotaciones con escasa rentabilidad y un considerable volumen de explotaciones altamente rentables".
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha elaborado un amplio informe titulado 'Necesidades Formativas de la Juventud Rural' con el fin de identificar las principales variables que afectan a la incorporación de jóvenes al sector. Mediante este análisis, el objetivo es diseñar actuaciones específicas que promuevan e impulsen de manera efectiva el relevo generacional.
El estudio establece de inicio cuatro objetivos principales que se enumeran a continuación:
- Determinar de forma detallada las necesidades de formación de los jóvenes incorporados al sector agrario y silvícola, precisando los campos o áreas en las que se manifiesta esta demanda.
- Localizar, describir y explicitar las explotaciones que cuenten y apliquen prácticas o conocimientos de especial interés para los jóvenes incorporados y estén dispuestas a compartir dichos conocimientos de forma práctica y con un planteamiento didáctico.
- Realizar propuestas razonadas destinadas a la mejora de los procesos de cualificación de las personas que desempeñan su actividad laboral en los sectores agrario y silvícola.
- Promover la incorporación de información y conocimiento en el sector agrario de forma práctica, motivadora y especializada.
El número de explotaciones ha descendido en España un 12,6% entre los años 2005 y 2016.
Radiografía del sector
Una de las lecturas de este trabajo es la que se extrae de los datos relacionados con la evolución del sector agrario en España y Europa en los últimos años. En términos estadísticos, las cifras que aporta este exhaustivo informe arrojan una visión esclarecedora sobre la realidad del campo y las dificultades para incorporarse a la actividad agraria.
En primer lugar, el número de explotaciones ha descendido en España un 12,6% entre los años 2005 y 2016. No obstante se trata de una las cifras más bajas de la Unión Europea (UE) que, en conjunto, ha perdido el 27,2% de las explotaciones en el mismo periodo de tiempo.
Los autores del estudio señalan que esta tendencia responde a "los principios sobre los que se ha basado el discurso modernizador en el sector agrario comunitario desde la puesta en marcha de las políticas agrarias en el inicio de la década de los años sesenta del siglo pasado".
Menos explotaciones y más dimensionadas. Una transformación del sector en la UE que se habría producido en paralelo a una pérdida de empleo agrario, medido en términos de UTAS (Unidad de Trabajo Agrario). "En el periodo considerado éstas (UTAS) han disminuido en un 26,88% habiendo pasado de 12.455.670 en el año 2005 a los 9.108.100 con datos de 2016", señala el informe. En el caso concreto de España, el descenso se cuantifica en el 19,2%.
Por otro lado, esta evolución negativa para el número de explotaciones y el empleo agrario ha deparado un incremento de la producción estándar (PE) en la UE del 27,1%. Países como Alemania han experimentado subidas de la producción del 11%, en España más del 14%, frente a los ascensos más significativos que se han registrado en Francia e Italia próximos al 30%.
Incorporación de jóvenes
Uno de los objetivos de este estudio es conocer la realidad del sector agrario y de la actividad profesional que lo conforma. En lo que atañe a la incorporación de jóvenes, las cifras que aporta este trabajo hablan por sí solas.
Las explotaciones de jóvenes menores de 25 años se han reducido en España más del 60% entre 2005 y 2016, de 5.750 a 2.220 según los datos recogidos en la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas.
En el tramo de 25 a 34 años se ha reducido en más de un 43% (de 59.240 a 33.740) y de 35 a 44 años ha disminuido en casi un 30% (de 179.270 a 125.860).
El 7,57% de las explotaciones tienen titulares menores de 39 años, de los cuales, el 77,8% son hombres y el 22,1% son mujeres.
Respecto a la actividad ganadera, los autores detallan que este sector "sufre un proceso de falta de relevo que se pone de manifiesto al haber disminuido las Unidades de Ganado Mayor en el Estado respecto al año 2005 de referencia en casi un 58% (EEA 2016)".
Una de las muchas conclusiones a las que llega el informe es que el sector agrario en España se considera dual, "con un alto porcentaje de explotaciones con escasa rentabilidad, medida en términos de PE, y un considerable volumen de explotaciones altamente rentables".
El estudio del MAPA revela asimismo que las principales barreras para la incorporación a la actividad agraria son el acceso a la tierra, a la financiación y al conocimiento así como la disponibilidad de servicios e infraestructuras adecuadas en el medio rural.
Finalmente cabe destacar que los datos aportados por este informe señalan que las incorporaciones al sector "no son capaces de revertir la disminución de activos en la profesión agraria. Frente a una media de incorporación de 3.061 jóvenes entre los años 2009 y 2018, el SETA (núcleo duro de los activos agrarios que se incorporan) pierde un promedio de 3.845 registrados al año".