El proyecto Diverfarming presenta resultados ante la CE sobre los beneficios de la diversificación de cultivos
Diverfarming cumple 36 meses. El proyecto, financiado por la Comisión Europea a través de la convocatoria H2020, ha trabajado durante la primera mitad de su duración en el establecimiento y ensayo de distintas diversificaciones de cultivos y técnicas de manejo de bajos insumos en diferentes regiones europeas y ahora presenta sus avances ante el encargado del proyecto y sus evaluadores en la Comisión Europea en su segunda ‘review meeting’.
En esta cita, que estaba programada en Bruselas, pero se ha celebrado online debido a la pandemia por COVID-19, el equipo coordinador de cada paquete de trabajo, liderado por el coordinador del proyecto, Raúl Zornoza, ha defendido los avances llevados a cabo desde la última revisión por parte de la Comisión (en febrero de 2019).
En esta etapa se han comenzado a obtener resultados de las diversificaciones a nivel de rentabilidad, como el aumento del cultivo de melón con reducción de un 30% de fertilizantes en el caso de estudio 16 en Murcia, donde se introdujo judía de careta en el monocultivo de melón o la alta cosecha de avena cultivada entre las calles del olivar del caso de estudio 4 en Córdoba, como ha explicado el coordinador del paquete de trabajo 3, Jorge Álvaro Fuentes, sobre producción de cultivo.
La diversificación de cultivos ha demostrado también la reducción de la erosión y el aumento de secuestro de carbono en los diferentes casos de estudio, además del aumento de la biodiversidad, elementos analizados ante la Comisión por Sören Thiele y Dénes Loczy responsables de los paquetes de trabajo sobre diversidad y servicios ecosistémicos.
En cuanto a la expansión de las diversificaciones ensayadas por el proyecto, destaca en esta etapa la creación de las ‘Comunidades de agricultores Diverfarming’, que buscan la puesta en marcha de estas prácticas sostenibles por parte de la comunidad agrícola con el fin de llevar al terreno el cambio de paradigma en la agricultura europea. La estrategia de comunicación, liderada por Elena Lázaro, se ha centrado, en parte, en la creación de estas comunidades que, actualmente, cuentan con 17 participantes en Italia, España, Dinamarca y Finlandia.
A pesar de la problemática causada por la pandemia de COVID-19 en algunos trabajos de laboratorio o de visitas de campo, el proyecto ha cumplido con los objetivos propuestos y planea ahora los retos para la segunda mitad de su trayectoria.