Los precios mundiales de los alimentos se encuentran en los niveles más altos de los últimos tres años
El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en noviembre de 2019 en un promedio de 177,2 puntos, es decir, 4,7 puntos (un 2,7 %) más que en octubre y 15,4 puntos (un 9,5 %) más que en el mismo período del año pasado. El alza de noviembre respecto del mes anterior, principalmente debido a importantes subidas repentinas de los precios de la carne y los aceites vegetales, empujó el valor global del índice de precios de los alimentos de la FAO hasta su nivel más elevado desde septiembre de 2017. En noviembre también aumentaron los precios del azúcar, mientras que el subíndice relativo a los productos lácteos se mantuvo estable y los precios de los cereales siguieron bajando.
» El índice de precios de los cereales de la FAO registró en noviembre un promedio de 162,4 puntos, esto es, 1,9 puntos (un 1,2 %) menos que en octubre. Los abundantes suministros para la exportación y la fuerte competencia entre los mayores exportadores del mundo deprimieron los precios internacionales del trigo, mientras que los valores del arroz también disminuyeron en noviembre, hasta su nivel más bajo en seis meses, como resultado de la presión ejercida por la llegada de nuevas cosechas y la apatía de la demanda de importaciones. En el mercado de los cereales secundarios, los precios del maíz estadounidense para la exportación siguieron sometidos a una presión a la baja debido al lento ritmo de las ventas, mientras que en general se fortalecieron las cotizaciones para las exportaciones de otros países, en particular la Argentina y el Brasil, a raíz de la fuerte demanda tanto interna como internacional.
» El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 150,6 puntos en noviembre, es decir, 14,2 puntos (un 10,4 %) más que en octubre, lo cual representa su nivel máximo desde mayo de 2018. La subida se debió a la mayor firmeza de los valores del aceite de palma, si bien también aumentaron los precios de los aceites de soja, colza y girasol. Las cotizaciones internacionales del aceite de palma subieron por cuarto mes consecutivo, gracias a lo cual se prolongó la recuperación de los precios respecto de los registrados desde finales de 2018, los más bajos en años. El aumento de los precios del aceite de palma fue provocado por la reducción de la producción en los principales países productores antes de lo previsto unida a la solidez de la demanda mundial de importaciones, la mayor utilización para biodiésel y las expectativas de una posible escasez de suministros el año próximo. Si bien los valores del aceite de palma impulsaron el aumento de los precios de todo el conjunto de aceites vegetales, los valores de los aceites de colza y soja también fueron sustentados, respectivamente, por la continua escasez de la oferta y la demanda sostenida del sector de los biocombustibles.
» El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un promedio de 192,6 puntos en noviembre, con apenas un aumento marginal desde octubre tras dos meses de descensos. En este nivel, el índice se sitúa 16,8 puntos (un 9,5 %) por encima del valor registrado en el mismo mes del año pasado. En noviembre, las cotizaciones internacionales de la leche desnatada en polvo y la leche entera en polvo fueron las que más subieron, como resultado de una menor disponibilidad de suministros al contado, pues comenzó el período de menor producción de la campaña lechera en Europa, en un contexto de gran demanda mundial de importaciones. Tras dos meses de descensos, las cotizaciones de la mantequilla subieron ligeramente debido a la buena demanda general, a pesar de las cuantiosas disponibilidades exportables. Los precios de los quesos disminuyeron por tercer mes consecutivo, a raíz de que los suministros disponibles superaban en cierta medida la demanda.
» El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en un promedio de 190,5 puntos en noviembre, esto es, 8,4 puntos (un 4,6 %) más que en octubre, lo cual representa el mayor aumento intermensual desde mayo de 2009. A este nivel, el índice se encuentra casi 28 puntos (un 17,2 %) por encima de su valor de hace un año, aunque todavía 21,5 puntos (un 9,4 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en agosto de 2014. Aumentaron las cotizaciones de todos los tipos de carne representados en el índice, siendo las de las carnes de bovino y ovino las que más subieron, como consecuencia de la escasez de disponibilidades exportables unida a la persistencia de una fuerte demanda de importaciones, especialmente de China. La demanda impulsada por las fiestas de fin de año agravó la escasez en los mercados mundiales de carne, lo cual hizo que los precios de la carne de cerdo subieran todavía más y dio lugar a un cierto aumento de los precios de la carne de aves de corral después de tres meses de descensos.
» El índice de precios del azúcar de la FAO registró en noviembre un promedio de 181,6 puntos, es decir, 3,3 puntos (un 1,8 %) más que en octubre. El aumento más reciente de los precios internacionales del azúcar fue resultado de los crecientes indicios de que el consumo mundial de azúcar superaría la producción en la campaña de 2019/20. Las condiciones poco propicias para el cultivo en los Estados Unidos de América, Francia, la India y Tailandia aumentaron la probabilidad de que se produzcan marcados retrocesos en la producción y se reduzcan las existencias mundiales. Los grandes movimientos especulativos provocados por la incertidumbre sobre las condiciones de los cultivos, sumados a unas perspectivas dispares para el mercado del petróleo crudo, contribuyeron a que los precios de los futuros del azúcar fueran más volátiles en las últimas semanas.
* A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.