La PAC del futuro suprimirá la declaración anual y realizará todos los controles a las explotaciones a través de los satélites
JUAN PEDRO MEDINA REBOLLO. Director General de la PAC en Castilla y León
TIERRAS.- ¿Cuál es el trabajo que está llevando a cabo el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) en el ámbito de la PAC y qué grado de desarrollo ha conseguido alcanzar en las aplicaciones relacionadas con su gestión?
PEDRO MEDINA.- El ITACYL lleva años trabajando en la investigación y el uso de nuevas tecnologías utilizando satélites y teledetección, lo que le convierte en un referente tecnológico en el uso y puesta a disposición del sector de las Geo-tecnologías, tanto en el ámbito nacional como europeo, con una destacada participación en el programa de investigación europeo H2020.
Así, en el año 2016 concurrió a la convocatoria en un consorcio con centros de investigación de España, Francia, Italia y Polonia con un proyecto denominado Sentinels Synergy for Agriculture (SENSAGRI) que pretende explotar las sinergias de los satélites ópticos (Sentinel-2) y radar (Sentinel-1) para la generación de tres productos de interés agrícola a escala europea: mapas de cultivos, mapas de humedad del suelo y mapas de índices de área foliar.
El proyecto SENSAGRI, con financiación hasta 2019, tiene una marcada dimensión de investigación y en un principio no tenía conexión directa con las unidades gestoras de los fondos de la PAC en Europa. Es a partir de 2017, con el lanzamiento de SEN4CAP (Sentinels for CAP o satélites para la PAC), cuando la participación de la DG-AGRI es más proactiva. En este sentido la anterior consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, tuvo la oportunidad en noviembre del año 2017 de anticipar y presentar en Dublín (Irlanda), a otros estados miembros y organismos europeos, una herramienta tecnológica de monitorización de cultivos con el uso de imágenes de satélites que estaba sirviendo de prueba y contraste del proyecto lanzado por la Agencia Espacial Europea.
Actualmente también está trabajando en el desarrollo de aplicaciones APP para dispositivos móviles, que permitan facilitar información a los agricultores sobre el desarrollo de sus cultivos en relación a las medias de la zona, evolución del crecimiento, alertas y a la vez también poder recibir información de los agricultores sobre determinadas operaciones de cultivo, que permitan desarrollar modelos matemáticos de predicción con una mayor información de lo que denominamos “verdad del terreno”.
TI.- En este sentido, y desde el punto de vista del perceptor de las ayudas PAC en Castilla y León, ¿Qué novedades se han producido en la presente campaña 2019 y qué pueden esperar de cara a los próximos años?
P.M.- En el año 2019 se ha comenzado a implantar este sistema en Europa de forma limitada en cuanto al número de estados miembros que lo implementarán, siendo la Comunidad de Castilla y León quizá uno de los proyectos más ambiciosos, tanto por la dimensión territorial como la lista de ayudas directas que se controlarán con un objetivo de seguir ampliando progresivamente el ámbito territorial y estar preparados para una aplicación completa con la entrada en vigor de la nueva PAC post 2020.
Castilla y León ya está trabajando en 2019 con un proyecto de aplicación directa de las nuevas tecnologías, en este caso comprende las secciones agrarias comarcales de Medina del Campo y Valladolid con aproximadamente 5.000 expedientes y para los que se controlarán todas las ayudas directas. Es uno de los proyectos más amplios de Europa y el objetivo es ampliar a un mayor territorio en los próximos años.
Se trata de un proyecto pionero que está pilotando Castilla y León que permitirá reemplazar los controles tradicionales de la Política Agrícola Común (PAC) por un nuevo sistema de monitorización basada en el uso de imágenes de satélite. Esta nueva herramienta permite realizar un seguimiento del 100% de las parcelas agrícolas para validar las declaraciones de ayudas hechas por los agricultores y orientar, así, los trabajos de campo sólo hacia aquellos casos en los que se aprecia, mediante el tratamiento de las imágenes obtenidas de los diferente satélites, que hay un posible incumplimiento, utilizando para ello un sistema de señales o alertas de colores a modo de “semáforo”.
TI.- ¿Qué aspectos se pueden analizar gracias a las imágenes captadas mediante teledetección y qué fiabilidad tienen los datos obtenidos por medio de esta tecnología?
P.M.- El uso de la teledetección y los sistemas de información geográfica se vienen utilizando desde hace años en la gestión de la PAC. Pero es a partir de 2016-2017 cuando empieza a tomar fuerza el concepto de monitorización. En ello ha influido de forma especial El Proyecto Copernicus, un programa de la Unión Europea destinado a desarrollar servicios de Información Europea basados en satélites de observación de la tierra, que tiene un efecto tractor en muchos ámbitos de las políticas europeas y en especial en la gestión de la PAC desarrollando aplicaciones prácticas relacionadas con las prácticas agrícolas y ganaderas, y con la disponibilidad de las constelaciones de los satélites Sentinel-1 (Radar) y Sentinel-2 (Óptico), que están suponiendo un antes y un después para su utilización en la toma de decisiones y la gestión en el ámbito de la PAC y del sector agrario y agroindustrial, por tres razones fundamentales:
1º.- Datos de acceso libre y gratuito.
2º.- Alta frecuencia de información, cada cinco días.
3º.- Un proyecto de marcado carácter operativo que garantiza la disponibilidad de los datos, no se trata de un proyecto AH-doc.
La información que se puede obtener y analizar es de gran valor. En un primer momento estamos obteniendo tres tipos de productos principalmente: mapas de cultivos, mapas de humedad del suelo y mapas de índices de área foliar, pero se puede analizar perfectamente la periodicidad de los cortes de siega en las parcelas de alfalfa en regadío, las fechas de cosecha de los cereales por zonas geográficas, o determinadas alertas y fenómenos como inundaciones.
En definitiva, el uso de la tecnología debe servir también para avanzar hacia una agricultura inteligente y para responder a los nuevos desafíos como el cambio climático y también la volatilidad de los mercados. Por ello, es necesario “utilizar la investigación y la innovación para vincular mejor lo que sabemos con lo que cultivamos”, de forma que: el desarrollo tecnológico y la digitalización permitan dar un gran salto en la eficacia para poder reducir el impacto de la agricultura en el medio ambiente y el clima y reducir los costos para los agricultores.
TI.- ¿Qué margen de error ofrece este sistema y en qué medida permite mejorar la eficiencia que se obtenía con los controles sobre el terreno efectuados hasta ahora?
P.M.- Respecto del margen de error, considero que es perfectamente admisible en relación con los sistemas actuales, ya que el nuevo método permitirá disponer de información continua de todos los perceptores, las actividades que realizan y por tanto se visualizará mejor ante la sociedad.
Con este nuevo método se persigue el objetivo de simplificar y reducir la gestión y los costes de control de las ayudas de los organismos pagadores, así como ejercer una menor presión sobre los agricultores al reducir las visitas a las explotaciones. Dará, además, mayor garantía en la ejecución del presupuesto de los fondos europeos, al reducir la tasa de error, y mayor visualidad de las ayudas a los contribuyentes europeos, ya que la monitorización del 100% de las superficies ofrecerá una garantía de que las ayudas procedentes de la PAC se ajustan a la realidad agrícola sobre la que se aplica.
TI.- La posibilidad de que el beneficiario de la PAC tan solo tenga que validar un borrador enviado por la administración para cobrar sus ayudas, ¿Es el objetivo último de este proyecto? ¿Todavía existiría un mayor margen de simplificación?
P.M.- La simplificación administrativa siempre es un objetivo transversal; la actual propuesta de reforma PAC así lo indica y considera esencial avanzar en un futuro hacia sistemas de máxima simplificación ‘Claim Less System’, en la que el agricultor no tenga que hacer una solicitud anual. Sería suficiente que mantuviera actualizada su base territorial en el registro de explotaciones, para proceder a liquidar las ayudas que les correspondan en base a la actividad agraria que se detecte.
Precisamente este es el contexto en el que se encuentra Castilla y León. La Comunidad tiene un papel destacado que se debe seguir aprovechando para ser uno de los actores principales en el diseño de la futura Política Agrícola Común, una ‘PAC post 2020’ que debe estar más reforzada, tiene que ser más útil, más eficiente, que haga más atractiva la actividad agraria, que contribuya a conseguir los objetivos para los que fue creada y que demanda la sociedad de producir alimentos en cantidad y de calidad, de conservación del medio ambiente y del desarrollo territorial de las zonas rurales y con un fin de garantizar un sector agrario rentable y sostenible para las próximas generaciones.
TI.- ¿Es factible que la Agricultura de Precisión y la Siembra Directa reciban un fuerte impulso en la próxima PAC, a través de ayudas específicas para acelerar su expansión en los grandes cultivos?
P.M.- Una de las señas de identidad de las propuestas de la nueva PAC es la mayor ambición ambiental y, en consecuencia, primar a través de diferentes tipos de intervención aquellas prácticas que contribuyan de forma positiva a contrarrestar los nuevos desafíos y retos como el cambio climático, y también a preservar los recursos naturales para las generaciones futuras como son el suelo, agua, aire y biodiversidad.
Por ello cualquier práctica que desde el punto de vista científico contribuya de forma positiva, como pueden ser las que cita en su pregunta, tendrán consideración especial en el nuevo esquema de pagos, todo unido inexcusablemente a la investigación y al conocimiento científico con el fin de conseguir una mejor imagen del sector ante la sociedad.