Una agricultura digital eficiente obliga a unificar criterios en la toma y almacenamiento de los datos para facilitar su gestión futura

Mantener los datos de una explotación recogidos y almacenados en varios soportes y sistemas de software hace que sea difícil su gestión y complica la posibilidad de unirlos todos y darles sentido global para decidir qué es lo mejor que se puede hacer en una parcela en cada momento de la campaña agrícola.

Por eso, se han planteado plataformas unificadas para el almacenamiento y manejo de los datos, como CLIMATE FIELDVIEW, que ayuda a recoger, almacenar y ver todos los datos de campo que se van generando a lo largo de cada campaña, y en campañas sucesivas, en un solo lugar.

Una herramienta clave para conseguirlo es el CLIMATE FIELDVIEW Drive, un dispositivo que se conecta fácilmente a cualquier máquina agrícola, sea cual sea el fabricante, y que se convierte en una herramienta muy práctica para poder ir recogiendo todos los datos según se van generando, almacenarlos y poder verlos en la tablet u otros dispositivos en tiempo real.

En todo caso, esa recogida de datos solo será la primera fase, y plataformas como CLIMATE FIELDVIEW ayudan después, una vez procesados, a determinar con antelación el rendimiento de los cultivos mediante distintos mapas de datos, ayudando a descubrir valiosa información de cada parcela solo con la comparación entre sí de los diferentes mapas que se generan.

Es una manera nueva y diferente de ver cada finca, descubriendo información que nunca se había manejado antes y detectando muchos problemas con mayor antelación para poder resolverlos. Es también una vía para comprender mejor los factores que influyen en el rendimiento de cada zona de una parcela y tener la posibilidad de ir actuando con previsión para conseguir la mejor cosecha en cada temporada.

La precisión en el trabajo a realizar y el ajuste en los insumos a aplicar serán totales, ya que se podrán decidir las dosis de semilla o fertilizantes que se aplica en cada metro cuadrado de una parcela, supervisando su ejecución mientras se están llevando a cabo las labores y pudiendo después controlar la eficiencia de cada decisión hasta el momento de la recolección, cuando se midan los rendimientos metro a metro con la cosechadora.