Plan urgente para neutralizar el peligro que pesticidas, territorio cambiante, contaminación y clima plantean a los insectos polinizadores, claves para la agricultura
El abuso de pesticidas y abonos químicos, la alteración del territorio, la contaminación y la crisis climática son las principales amenazas a las que se enfrentan los insectos, el grupo de seres vivos más abundante del planeta y cuya desaparición "sería devastadora para los humanos".
Así lo ha explicado el presidente de la Asociación Española de Entomología (AEE), Eduardo Galante, en la Universidad Complutense, donde ha recordado que, con algo de más de un millón de especies descritas, los insectos "suponen alrededor del 80 % de los animales conocidos y además cumplen una función vital en el control biológico de la naturaleza".
Galante ha sido uno de los encargados de inaugurar el XVIII Congreso Ibérico de Entomología, organizado en Madrid por la AEE, la Sociedad Portuguesa de Entomología y la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Bajo el lema 'La entomología en un mundo cambiante', este acto reúne a lo largo de tres días a investigadores de distintas especialidades para reflexionar sobre los nuevos desafíos y avances de esta disciplina científica.
Según Galante, la actual degradación de las poblaciones de insectos tiene "un impacto directo en los seres humanos" porque estos seres son "los encargados de polinizar los cultivos que nos alimentan y son los principales basureros y descomponedores de restos orgánicos de la naturaleza".
Una de las principales medidas para combatir la disminución de estas especies pasa por actuar cuanto antes contra la crisis climática ya que "las variaciones de temperatura que a nosotros ni nos afectan anualmente, a estos animales les obligan a abandonar sus hábitats o a morir en el intento si no tienen alas".
Durante su ponencia, la coordinadora de área en la subdirección general de Biodiversidad y Medio Natural del Ministerio para la Transición Ecológica, Tania López-Piñeiro, ha detallado las claves del borrador del Plan de acción para la conservación de los polinizadores, elaborado por este departamento.
Esta estrategia, que "busca que el conocimiento científico sea la base de la toma de decisiones", se centra en la "promoción de hábitats favorables para los polinizadores, la reducción de los riesgos de plagas, patógenos y especies invasoras y también del uso de pesticidas perjudiciales", ha explicado López-Piñeiro.
La jornada también ha contado con un apartado dedicado al arte, con la representación de la muestra de baile 'Rarewalk' del coreógrafo Elías Aguirre, inspirada en los movimientos de un hormiga afectada por un hongo parasitario.
Otra de las protagonistas en el plano musical ha sido Art-Trópolis, la primera ópera compuesta con sonidos de insectos y creada por los compositores Esperanza Cobo y Roger Conesa.
Esta obra contiene tres piezas -'Monólogo apócrifo de un coprófago. Los coleópteros', 'Mito de Io. Los dípteros' e 'Il mio tesoro. Los himenópteros'-, que se reproducirán de manera continuada en una de las aulas de la facultad a lo largo de todo el congreso.
El toque de color corre a cargo de la exposición fotográfica 'Una aventura de 350 millones de años', elaborada por los catedráticos de arte Luis Castelo, Óscar Hernández y Toya Legido, que plasma la relación de los insectos con su entorno natural.
Galante ha querido poner en valor "el poder de la danza, la música y la fotografía para atraer al público general al mundo de los insectos" porque, a diferencia del conocimiento científico, "el arte es universal y accesible para todo el mundo"