La monitorización de los procesos de producción ayuda a ser más sostenible tanto a la agricultura ecológica como a la convencional
· Compra de alimentos "eco" crece en España pero genera confusión en consumidor
· Crece un 5% la superficie de producción ecológica y un 11% el número de industrias bio.
La compra de alimentos ecológicos crece en España y la perspectiva es que siga aumentando en los próximos años gracias sobre todo a la fuerte apuesta de las cadenas de supermercados por este tipo de productos, aunque el concepto sigue generando confusión en el consumidor.
Así se desprende de una jornada sobre este tipo de alimentos organizada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la que diferentes expertos han reconocido que las etiquetas "eco", "bio" y orgánico -que sí son sinónimas- se entremezclan con conceptos que nada tienen que ver, como dieta mediterránea, comida de kilómetro cero o sin intermediarios.
Durante el acto se han presentado dos estudios sobre este sector elaborados por la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc), que revelan que el 44% de los españoles dice haber comprado productos ecológicos durante el último mes, y casi la mitad de ellos en la última semana.
"Hablamos de lo que declara el consumidor, no es un dato real porque la gente confunde y mezcla términos, en parte porque -desde el sector- no se lo ponemos fácil. Pero es una cifra muy explicativa para entender hacia dónde vamos", ha destacado el autor del mismo, Xavier Cros, quien ha recordado que mercados como Francia o Alemania están más desarrollados en este segmento.
La encuesta, basada en más de mil entrevistas, apunta a que el 68% de ellos lo hicieron porque creen que los alimentos ecológicos son "más saludables" y les ayudan "a prevenir enfermedades".
Sin embargo, el subdirector general de Calidad Diferenciada y Agricultura Ecológica del Ministerio, Francisco Javier Maté, ha subrayado que los estudios científicos apuntan a que no hay pruebas de que este tipo de productos sean mejores en términos nutricionales ni tampoco en cuestión de cualidades organolépticas, por lo ha abogado por "ser cuidadosos y no levantar falsas expectativas".
Según el informe de Aecoc, el 45% de los consumidores prevé elevar su compra de alimentos ecológicos el próximo año, productos que suponen ya un 31% de la cesta para estos compradores en volumen y representan, a su vez, un 36% de su gasto en comida.
Esta diferencia se explica porque lo "eco" suele tener un precio más elevado que el normal, aunque el diferencial es cada vez menor debido a que las cadenas de supermercados están apostando con fuerza por esta tendencia y lo están "democratizando".
"Es una de las pocas tendencias dentro del mundo de la alimentación en la que el consumidor reconoce que está dispuesto a pagar más", ha explicado el autor del estudio.
La aparición de secciones dedicadas a este tipo de alimentos en las tiendas -incluso en las pequeñas-, de supermercados enfocados en esta clase de productos únicamente y la expansión de cadenas especializadas en el mundo "eco" son reflejo de que el sector de la distribución ve en esta vía una forma de generar cada vez más ingresos.
Desde Aecoc han precisado que dentro de esta tendencia se observan cuatro tipos de perfiles de consumidor: el saludable (57 %); el "ecoauténtico", preocupado por cuidarse a sí mismo pero también a la naturaleza (26 %); el que lo hace por moda (12 %); y el sibarita (6 %), quien considera estas referencias más "gourmet" y de calidad.
Otro tema controvertido y que ha sido protagonista durante el turno de preguntas es si la producción ecológica es más o menos sostenible que la tradicional, ya que pese a que exige no utilizar pesticidas y otro tipo de sustancias químicas, exige más recursos -agua y espacio, entre otros-. Además, la mejora de la trazabilidad y del control de los procesos de producción que permite la monitorización de los procesos de producción y el uso de herramientas digitales facilita el trabajo en ambos modelos de producción y ayuda a hacerlos más eficientes y sostenibles.
AUMENTA LA PRODUCCIÓN Y SUPERFICIE ECO
El director general de la Industria Alimentaria, Jose Miguel Herrero, ha resaltado también en el MAPA el constante crecimiento del sector ecológico, de gran importancia económica, social y ambiental, que, según los avances de datos de 2018, apuntan un incremento del 5% en superficie de producción ecológica, del 6% en el número de operadores y del 11% en número de industrias bio.
Herrero ha resaltado el liderazgo de España en este sector, al ocupar el primer lugar en Europa en superficie de producción ecológica, con 2.082.000 hectáreas en 2017 y el cuarto del mundo detrás de países como Australia, Argentina y China. Una superficie, ha aclarado el director general, de la que el 83% se encuentra en cinco Comunidades Autónomas, como son Andalucía, Castilla la Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.
En cuanto a los operadores ecológicos, ha señalado que se cuenta ya con un total de 41.000 entre agricultores, industrias y comercializadores. A este respecto el director general ha subrayado también los logros conseguidos, ya que España en 2017 se situó como quinto país del mundo en industrias eco y como primer exportador de aceite de oliva y vino eco y segundo de cítricos y legumbres, con un valor de exportaciones próximo a los 900 millones de euros anuales.
También ha destacado el continuo incremento del valor de la producción interior, que en 2017 superó los 1.828 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 7% con respecto al año anterior.
Por otra parte, y en materia de consumo, Herrero ha puesto en valor la importante evolución del consumo interior, que alcanzó los 1.962 millones de euros en 2017, con un incremento del 16,4% y un gasto per cápita de 42,2 euros por habitante y año, frente a los cerca de 6 euros de hace 10 años. Una tendencia que ha colocado a nuestro país en el décimo lugar en el gasto en consumo de alimentos y bebidas bio.
Un sector, por tanto, ha concluido el director general, en continuo crecimiento, con una oferta de gran calidad y variedad, fruto de la diversidad de climas y suelos y de una industria transformadora en continuo crecimiento.