En 2019 estrenará instalaciones y aumentará notablemente su capacidad productiva
Pulverizadores Fede: una 'start-up' con 50 años de historia
Un equipo joven, ambicioso e innovador confiado en un proyecto de futuro apoyado en las nuevas tecnologías. Pulverizadores Fede aglutina muchas de las características identificativas de lo que hoy en día se conoce como ‘start-up’. Con un ‘pequeño’ matiz: el fabricante valenciano ha cumplido ya su primer medio siglo de vida.
En 1967, cuando los métodos de pulverización eran totalmente manuales, Federico Pérez Español vio que esa tarea podía mecanizarse. Con unas bombas de presión importadas de Italia y la experiencia acumulada en el campo después de años observando cómo se realizaba esta labor con una mochila o un cubo, fabricó las primeras máquinas y puso en marcha el negocio. “Las fabricaba, las vendía y las entregaba yo solo”, recuerda.
“Empezar de cero fue muy duro, porque tratar de reunir capital para poner en marcha la empresa no fue nada fácil”. Al observar que sus desarrollos podían trabajar acoplados a la toma de fuerza del tractor, todas las dudas se disiparon y se volcó de forma tan decidida que llegó a vender dos propiedades para financiar los primeros pasos de la actividad industrial y comprar el molde de lo que sería el primer pulverizador Fede. “Cada céntimo que ganaba lo reinvertía en la empresa”, afirma.
Poco a poco fue avanzando y en Cheste (Valencia) abrió una pequeña tienda de 160 metros cuadrados y un taller de reparación. Incorporó al negocio a su hermano y prosiguió desarrollando nuevos modelos. En esa época, los sábados y los domingos los dedicaba a recorrer los pueblos de alrededor para dar a conocer sus productos y resolver problemas surgidos.
Ahora, más de medio siglo después, continúa acudiendo a diario a la empresa, a pesar de que han transcurrido 15 años desde su jubilación. “Me parece muy bien cómo van las cosas, es una satisfacción muy grande. Contamos con gente bien preparada”, dice, sintiéndose parte del equipo.
Fede cuenta con una gama de atomizadores y nebulizadores para cítricos, frutales, hortalizas, olivo y viña.
“En aquellos tiempos, crecer era muy fácil para mí, porque partíamos de cero”, sostiene el empresario. “En la actualidad, las cosas son diferentes y es mucho más difícil mantenerse en la posición alcanzada. Necesitas que tener un buen equipo. El negocio está en buenas manos”, asegura con rotundidad el fundador refiriéndose a su hijo, Fede Pérez Salvador, director general de la empresa, y al equipo de profesionales que lo acompañan.
Fede Pérez no duda en resaltar el valor de su equipo en el que, además de la formación y la experiencia, destaca la motivación intrínseca. “Contamos con personas muy implicadas y con una motivación personal muy grande por crecer profesionalmente. No tienen miedo a los grandes retos y se esfuerzan por ser los mejores en sus respectivas tareas. Gracias a que ponen lo mejor de sí mismos en su trabajo diario, Pulverizadores Fede tiene fuerza y capacidad para conseguir grandes logros como empresa”.
Instalaciones en Chiva que albergan diferentes departamentos, entre ellos el de I+D+i.
Reme Pérez, directora financiera
"Un desafío el cambio de empresa familiar a profesional"
Una de las figuras clave en la evolución mostrada por la empresa en los últimos tiempos es la directora financiera (Chief Financial Officer), cuya función es el desarrollo y liderazgo del sistema integral de control de la gestión con una fuerte orientación estratégica. “Hace veinticinco años que empecé mi carrera profesional en el Departamento de Administración, desempeñando distintas tareas y funciones que he vivido con motivación y que me han permitido sumar conocimientos a través de la experiencia”. Para Reme Pérez, hija del fundador, “el recorrido de este camino ha supuesto una intensa formación continua afrontando grandes retos como la internacionalización de la empresa y la firma de acuerdos globales con importantes multinacionales”.
Desde los inicios, ha sido capaz de disfrutar del día a día, “ya que siempre hemos tenido un propósito y un objetivo compartido: ser líderes en fabricación de equipos de protección de cultivos especiales de calidad". Admite que, desde el punto de vista administrativo y financiero, "ha supuesto un importante desafío gestionar el cambio que conlleva el paso de una empresa familiar a una empresa profesional” y destaca la “gran transformación” que supone el proceso abierto de internacionalización”. También hemos afrontado con éxito el gran reto que supone conseguir el equilibrio financiero de una empresa productiva con cincuenta años de historia que tiene una joven personalidad de 'start-up' con un enfoque de alta intensidad en I+D+i”, concluye.
Reme Pérez, chief financial officer.
Una empresa del siglo XXI
Aunque mantiene vivo el espíritu de su fundador, Pulverizadores Fede es hoy una empresa moderna, cuyo esfuerzo permanente en innovación y calidad constituye la base de su crecimiento hasta convertirse en un referente internacional en el diseño y fabricación de equipos para la protección de cultivos especiales.
En la actualidad cuenta con instalaciones en Cheste, donde ofrecer servicios de atención al cliente, recambios, taller y administración. Paralelamente, en Chiva focaliza los departamentos de I+D+i, producción, comercial, grandes cuentas y dispone también de una zona de exposición de máquinas. En esta localidad, a 200 metros de distancia, tiene otra nave que se ocupa de la logística y una parte de producción, incluida el área de control de calidad.
Reinaldo Barberán Jiménez, factory manager.
En conjunto, las tres instalaciones suman una superficie de 6.000 metros cuadrados, con un equipo formado por 45 empleados fijos, que en época de campaña (enero-junio) puede llegar hasta las 50 personas. En 2018, Pulverizadores Fede ha fabricado 600 máquinas y estima que alcanzará las 700 unidades en 2019 y muy cerca del millar en 2020.
Decisiva alianza con John Deere
El éxito fue tal que, después de varios años comprobando el nivel de calidad de las máquinas, sin apenas reclamaciones de clientes y cumpliendo los diferentes protocolos establecidos, la multinacional norteamericana decidió en 2016 abrazar con su marca y colores los nuevos modelos producidos.
Esta decisión llevó a John Deere a extremar, aún más si cabe, dichos protocolos. “Se aseguran la calidad y seguridad tanto de los trabajadores en fábrica como en los usuarios finales y, a partir de ahí, te ayudan en caso necesario para satisfacer su demanda”, afirma Reinaldo Barberán Jiménez, factory manager de Pulverizadores Fede.
Precisamente, esta es la situación en la que se encuentran en estos momentos. Prevén que en apenas dos años se duplique la demanda de pulverizadores, un volumen que no puede ser atendido con el modelo de producción actual, en el que un operario se encarga del montaje total de cada máquina.
Nuevas instalaciones, nueva línea de montaje
Las futuras instalaciones, que serán inauguradas en octubre de 2019, agruparán todas las actividades repartidas ahora en tres centros e introducirán un nuevo sistema de producción basado en una línea de montaje. El propósito es superar el millar de unidades fabricadas en 2020, con posibilidades de aumentar la capacidad en años sucesivos. “John Deere está ayudando a implantar el nuevo sistema, atendiendo a los estándares de calidad que una marca de su calibre debe cumplir”, señala Barberán.
La decisión de la multinacional norteamericana de poner su nombre en las máquinas fabricadas por Fede se debe, en gran parte, a la tecnología H3O. “Fuimos pioneros y no la tiene nadie”, destaca el factory manager. “El acuerdo nos ha dado una gran visibilidad mundial y los productos comercializados con nuestra propia marca se benefician de los estándares exigidos por John Deere”, añade.
La tecnología de precisión H3O es un sistema inteligente de calibración en función de la masa vegetal que permite una reducción de la deriva en un 47,5%, lo que su pone un ahorro de hasta el 25% en el uso de producto fitosanitario, y una reducción de consumo de combustible de hasta 5 litros/hora, según los datos ofrecidos por la empresa. Asimismo, la conectividad del atomizador, Smartomizer, permite tener una visibilidad y trazabilidad totales de los tratamientos realizados para mejorar las decisiones de las empresas agrícolas.
Los recambios y componentes para los modelos comercializados por John Deere se envían a una plataforma logística en Alemania y, desde allí, se comercializan a través de la red de distribución de la multinacional norteamericana.
Sergio García Rodrigo, Control de Calidad
“Controlamos detalladamente cada punto de todas las máquinas fabricadas”
Todas y cada una de las máquinas fabricadas por Pulverizadores Fede se someten a unas minuciosas pruebas de verificación previas a su salida de fábrica y puesta en mercado. Sergio García Rodrigo se ocupa de esta tarea, que en campaña puede llegar a las cinco unidades diarias. “Todas pasan por un exhaustivo control de calidad, hacemos comprobación detallada punto por punto, especialmente del grupo de aire y la bomba, y si no se detectan problemas, se limpian, colocamos adhesivos y las enviamos al cliente”, explica.
Este proceso, que incluye tareas como el pesaje, la medición o el relleno de anticongelante, supone alrededor de una hora y media para los pulverizadores arrastrados clásicos. En los modelos H3O, que incorporan un software de gestión agronómica, el proceso requiere más tiempo ya que se realiza un test completo para comprobar el perfecto funcionamiento del software y de su tablet asociada simulando las condiciones en campo. “Probamos la máquina completamente y cualquier problema que se observa lo registramos y resolvemos en este departamento, ya sea nosotros directamente o bien acudiendo algún otro compañero de fábrica. El producto se envía pasados todos los exámenes y controles de calidad de Pulverizadores Fede”, señala García.