El regadío representa el 22% de la superficie de cultivo en España y el 67% de la producción vegetal
En España hay 3.733.695 hectáreas de superficie regada, lo que representa el 22% sobe el total cultivable y el 67% de la producción vegetal, con una repercusión directa tanto en el incremento de la producción y el valor añadido, como en la diversificación de los cultivos y la mejora de vida de los agricultores.
Estas cifras se pusieron sobre la mesa durante la reunión mantenida por los miembros de la comisión permanente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, con quien analizaron la situación del regadío y los retos que afectan al sector.
Planas resaltó la apuesta de su Departamento por una política de regadíos equilibrada territorialmente, sostenible y ordenada, complementaria y sinérgica con las actuaciones que en esta materia desarrollen las comunidades autónomas en su ámbito competencial. En base a esta orientación, explicó que se está trabajando en una planificación nacional de regadíos, que dé continuidad a las actuaciones ya comenzadas a ejecutar y que permita mejorar aquellas que vayan quedando obsoletas, mediante el desarrollo de nuevas líneas y programas de actuación integrados en las actuales orientaciones estratégicas.
También insistió en que para hacer una política de regadío equilibrada territorialmente, sostenible y ordenada, con las limitaciones que plantean los recursos hídricos, se necesita una planificación estratégica con unas directrices y objetivos claros, y unos criterios de actuación que respondan al contexto actual y a la normativa vigente, con máximo respeto al marco competencial.
Los representantes de Fenacore aprovecharon el encuentro para hacerle entrega al ministro de una medalla y presentar las conclusiones de las ponencias de XIV Congreso Nacional de Comunidades de Regantes, celebrado el pasado mes de mayo en Torrevieja (Alicante), en las que se abordan aspectos como la aplicación de nuevas normas a la Comunidades de Regantes, la importancia de las obras de regulación ante el cambio climático o la financiación pública de la modernización de regadíos.