Un grupo de expertos coinciden al destacar la importancia de los fitosanitarios para garantizar la competitividad de la agricultura
En el marco de la última edición de la feria Fruit Attraction, celebrada en Madrid del 18 al 20 de octubre, se celebró un debate sobre la utilización o no de productos fitosanitarios para proteger los cultivos. Los ponentes coincidieron al subrayar su importancia como factor determinante para garantizar la competitividad de la agricultura.
Aplicar la dosis de tratamiento adecuada es clave para el correcto desarrollo del cultivo.
La apertura de la jornada corrió a cargo de José María Cobos, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación (Mapama), Carlos Palomar, director general de la Asociación Empresarial Para la Protección de las Plantas (Aepla), y Miguel Vela, director del Departamento de Calidad de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex). Todos ellos apuntaron a la necesidad de llevar a cabo acciones de divulgación y comunicación dirigidas a la sociedad sobre el papel que los fitosanitarios desempeñan, así como los procesos de control y evaluación que deben superar para garantizar su seguridad y ser aprobados.
La principal ponencia corrió a cargo de José Vicente Tarazona, Head Pesticides Unite en EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, quien expuso el sistema de evaluación de sustancias activas en la UE. “Es nuestro deber garantizar la seguridad y la competitividad de la agricultura comunitaria y para ello están las autoridades competentes que valoran la eficiencia y seguridad de los productos fitosanitarios”, dijo. Resaltó, además, la accesibilidad a cuanta información genera EFSA para la que la transparencia resulta fundamental. Por esa razón, los estudios consultados, las evaluaciones originales, las correcciones y las preguntas de cualquier ciudadano u organización, así como las respuestas dadas, son públicos.
En cuanto a la seguridad de los alimentos que se producen en Europa, afirmó que la reglamentación europea es la más estricta del mundo y recordó que cumplir un LMR (Límite Máximo de Residuos) demuestra que se ha aplicado el producto fitosanitario correctamente, no es en ningún caso un nivel de riesgo. Subrayó que más de la mitad de los alimentos producidos en agricultura convencional en Europa no se han encontrado niveles detectables de productos fitosanitarios. Y añadió que no existe diferencias de estos productos respecto a los denominados ‘naturales’ en cuanto a características, riesgos y calidad.
Respecto a la polémica suscitada en relación a la renovación de la autorización del herbicida glifosato, Tarazona manifestó que resulta imprescindible defender la garantía e independencia de las instituciones científicas europeas. EFSA se basa exclusivamente en información científica y en la defensa de la transparencia. “En todos mis años de carrera profesional no había visto una presión tan grande como la que se está ejerciendo sobre el glifosato”, señaló. Y añadió: “EFSA ha llevado a cabo 1.500 estudios y la conclusión es que no es cancerígeno”.
Debate posterior
Ricardo Serra, presidente de Asaja Andalucía y vicepresidente de Asaja Nacional, apuntó a la desinformación acerca de la seguridad de los fitosanitarios. “El glifosato es un producto esencial para la agricultura de conservación, si no hacemos caso a la EFSA, ¿a quién se lo hacemos?”, cuestionó. En su opinión, los agricultores aplican tratamientos fitosanitarios solo y cuando resulta necesario. “Razones económicas, competitivas y de seguridad lo avalan. Pero lo cierto es que existe una preocupación generalizada entre el sector agrario por la cada día más limitada gama de productos fitosanitarios para luchar contra plagas y enfermedades”, puntualizó.
José Carrero, presidente de la Asociación General de Consumidores (Asgeco), indicó que el consumidor quiere seguridad alimentaria en productos que compra, y el control en el empleo de fitosanitarios en cultivos demuestra esta seguridad. Felipe Medina responsable de la Cadena Agroalimentaria de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), situó a la red de alerta alimentaria en España como un modelo a imitar fuera de nuestras fronteras y añadió que en nuestro país además, gracias a la colaboración entre los agentes de la cadena alimentaria, los LMRs no se usan como herramienta de competencia comercial.
Desde la perspectiva medioambiental, Ana Carricondo, técnico ambiental en agricultura y desarrollo rural en SEO/BirdLife, señaló que desde su organización entienden que es necesaria la utilización de fitosanitarios, pero apuntó que hay que apostar por avanzar a un modelo agrícola de carácter preventivo, y trabajar por minimizar la necesidad de los mismos.
En representación de la industria fitosanitaria europea, Jean-Phillipe Azoulay, director general de la Asociación Europea de Protección de Cultivos (Ecpa), apuntó que sin los fitosanitarios “se perderían un 40% de los cultivos”. A su juicio, no se debe seguir limitando el uso de determinadas sustancias activas a este ritmo, porque las empresas fabricantes de fitosanitarios necesitan tiempo para encontrar nuevas soluciones. Observa un panorama “más que preocupante, si decisiones en seguridad alimentaria pasan de ser científicas y se convierten en políticas”.
El director general de AEPLA, Carlos Palomar, concluyó que sus estudios revelan que el correcto uso de fitosanitarios es seguro para la salud de las personas y la protección del medio ambiente, garantizando la rentabilidad y competitividad de nuestra agricultura. Además, destacó que España cuenta con un estricto y riguroso sistema de evaluación de sustancias activas, sin olvidar que la transparencia y evidencia científica son esenciales para la toma de decisiones frente a presiones políticas e ideológicas.