RECOMEX se centra en las estrategias de control de enfermedades de cultivos extensivos de invierno
Un año más, el IRTA celebró la jornada RECOMEX para presentar resultados de ensayos e innovaciones en cultivos extensivos de invierno. En colaboración con diferentes organismos del sector, esta jornada tiene como objetivo poner sobre la mesa y dar respuesta a problemas a los que se enfrenta el productor año tras año.
La jornada RECOMEX reunió a más de un centenar de participantes en Cervera (Lleida) el pasado 8 de septiembre y presentó algunas de las problemáticas más destacadas que afectan a los cultivos extensivos de invierno y cómo afrontarlas. Además, se puso especial énfasis en las novedades e innovaciones que existen en el mercado y pueden representar una oportunidad para el sector.
Principales problemáticas en cultivos extensivos de invierno
Las principales problemáticas del sector en las que se centró la jornada son las que afectan a la colza, al guisante proteaginoso, a la cebada y al trigo.
En cuanto a la colza, tal y como avanzó el investigador del IRTA Carles Mallol, los problemas se basaron en “los gorgojos de la silicua y la aplicación de tratamientos fitosanitarios que afectan a las abejas, así como el difícil control del oídio”. Por otro lado, el guisante proteaginoso se ha enfrentado también al oídio, aunque sus principales problemas se han originado por el gorgojo del guisante y el gorgojo del favo. “Estos gorgojos dejan unos huecos blancos en los guisantes y en el grano. El tratamiento debe hacerse si hay una plaga y las temperaturas sobrepasan los 20 °C. La larva no se puede controlar con tratamientos químicos", explicó Mallol.
En cebada, los daños por el frío en algunas zonas de Cataluña han afectado sobre todo a las flores, que pueden haber influenciado ligeramente sobre la capacidad de producción. “Lo que nos ha sorprendido es que la roya amarilla del cereal se ha observado por primera vez en la variedad Meseta”, indicó el investigador del IRTA. En trigo, la roya amarilla ha estado presente en muchas parcelas, favorecida por las altas temperaturas entre diciembre y febrero y la lluvia de marzo a mayo. “En algunos casos ha sido necesario realizar hasta tres tratamientos fungicidas”. A finales de marzo se observó también cierto color amarillo en la hoja bandera, pero se ha llegado a la conclusión de que las causas son las bajas temperaturas y la gran amplitud térmica.
Estrategias de control de nuevas razas de roya amarilla en trigo
Según este análisis, “hay variedades que resisten mejor a la roya amarilla pero, en general, crece la sensibilidad frente a esta enfermedad año tras año”. Nogal, Badiel y CCB Ingenio presentan una sensibilidad más alta, así como Camargo o Andalusia, entre otros. “La evolución de la sensibilidad entre marzo y mayo apunta que existen 2 grupos varietales que resisten con diferente sensibilidad a la roya”.
La roya se empieza a ver a finales de enero y es en ese momento cuando se debe mantener el cultivo sano mediante tratamientos precoces. “Hemos visto que cuanto más amplia sea la protección, mejores son les resultados”. Así, con un solo tratamiento en tres semanas se pueden ver los primeros resultados pero las hojas internas siguen desprotegidas y pueden expandir la enfermedad.
“Nuestros ensayos demuestran que se pueden aplicar hasta 4 tratamientos preventivos con resultados positivos y, por ello, estamos trabajando en un programa en el que desarrollaremos estos 4 tratamientos para que sean lo más completos posible y resulten económicamente factibles”.
Virosis en cereal de invierno
Solamente en Cataluña se han detectado durante esta campaña un mínimo de 83 casos de virus, 79 de hongos, 35 de nematodos y 13 de bacterias. Los hongos son las enfermedades que provocan más pérdidas pero, en ciertas ocasiones, los virus también presentan muchos problemas. Los hongos más destacados esta campaña han sido el oídio y la septoriosos y los virus, oídio y Helminthosp. hoja y tallo. En total, 47 casos de virus en trigo y 36 en cebada en Cataluña.
En este sentido, las variedades Barley Yellow DWARF y Barley Yellow Mosaic se han dado de forma destacada tanto en trigo como en cebada. La primera se conoce como el virus del enanismo y es la virosis más importante en el mundo del cereal ya que afecta a trigo, centeno, cebada y tritical, entre otras especies de gramíneas. “Esta enfermedad es difícil de confundir con hongos pero en caso de duda es importante acudir al técnico para no hacer un mal tratamiento”, apuntó Jaume Almancellas, del Servicio de Sanidad Vegetal del DARP.
Esta virsos está presente en todas las zonas temperadas del planeta, con pérdidas del 100% en infecciones primerizas. Se transmite principalmente por pulgones y no es fácil de controlar, aunque retrasar la fecha de siembra puede ayudar. “Cuanto antes tratemos el problema, mejor”, sentenció.
El virus Barley Yellow Mosaic se conoce como el virus del mosaico y es una novedad en España ya que hasta ahora no había aparecido. El virus produce un amarillamiento y se hace visible con la aparición de mosaicos que forman estrías longitudinales. Además, produce una necrosis de los tejidos en fases avanzadas. Se transmite a través de un hongo presente en la tierra y, sobre todo, afecta a la cebada pero también puede aparecer en trigo, centeno o tritical. Presente en toda Europa, puede transformar un cultivo en inviable por las pérdidas que provoca.
“Actualmente no es posible el control químico y tampoco es útil la rotación del cereal. Estamos trabajando en romper el ciclo de la enfermedad pero el hongo sobrevive en el suelo más de 25 años, por lo que resulta difícil eliminarlo”, explicó Jaume Almancellas.