Saber lo que hay en los viejos muros
Los desafíos
Para poder calcular el aislamiento térmico de un componente (pared, puerta, ventana, etc.) es necesario conocer su coeficiente de transmisión de calor. Este se mide en W/(m²K) y resulta del flujo de calor (en vatios = W) que pasa por 1 metro cuadrado (m²) de pared exterior o ventana, cuando fuera hay 1 grado (en Kelvin = K, corresponde a 1 grado Celsius) menos que dentro. Cuanto menor sea el coeficiente de transmisión de calor, menores serán las pérdidas de calor a través del componente medido.
Para obtener valores aproximados generales de este valor de medición integral en la evaluación de edificios, puede ser suficiente con medir el grosor del componente en cuestión, clasificar aproximadamente el material contenido en el mismo mediante una cata de análisis y, a continuación, tomar un valor estándar de alguna obra de consulta específica.
Este método oculta sin embargo una imprecisión significativa, ya que un análisis exacto de laboratorio para determinar el material resulta caro y cuesta tiempo, por lo que se realiza solo en muy contadas ocasiones.
Pero, ¿qué hacer entonces cuando el método mencionado anteriormente no se puede usar sin más y, a pesar de ello, es necesario conocer un coeficiente de transmisión de calor lo más exacto posible? Este problema surgió cuando se tuvo que elaborar un presupuesto de modernización y saneamiento para un edificio del año 1970:
- Las paredes del edificio estaban alineadas de tal forma que no se podía medir su grosor fácilmente.
- Un análisis termográfico mostró que las paredes tenían una estructura heterogénea.
- Los propietarios pidieron explícitamente que no se realizara ninguna perforación.
Para poder determinar el coeficiente de transmisión de calor bajo estas difíciles condiciones y poder planificar sin demora las medidas de saneamiento, lo ideal es emplear un instrumento de medición del coeficiente de transmitancia térmica.
Además, afrontamos otro desafío que no podemos olvidar, la detección del moho. La detección precisa del riesgo de aparición de moho es muy importante en el diagnóstico de edificios ya que es posible que surjan daños considerables debido a puntos húmedos o fríos. Para evitar este riesgo se tienen que identificar los probables puntos críticos de la forma más exacta posible.
Las soluciones
Tras una medición de más de 90 minutos pudieron registrarse valores de temperatura estables y calcularse el coeficiente de transmisión de calor. Cuando las condiciones del entorno varían, y si el lugar de medición lo permite, se recomienda realizar la misma durante la noche.
En este caso el coeficiente de transmisión de calor estaba con 1,4 W/(m²K) muy por encima de los valores corrientes, por lo que era todavía peor de lo que se había supuesto previamente (las paredes exteriores aisladas modernas suelen tener un coeficiente de transmisión de calor de aproximadamente = 0,24 W/(m²K). Gracias a esta información fue posible elaborar un presupuesto de saneamiento a partir de un estudio elaborado y comprobado.
Para el segundo desafío planteado, con una cámara termográfica y una sonda de humedad por radio de Testo, los profesionales del diagnóstico para construcción detectan exacta y fiablemente el riesgo escondido de aparición de moho. Para ello, simplemente es preciso conectar la sonda de humedad por radio con la cámara termográfica y, a continuación, rastrear la sala con la cámara en busca de puntos con riesgo de moho. Si se identifica uno o varios puntos críticos en las paredes o el techo se deberá ejecutar una medición simultánea con los dos dispositivos de la temperatura superficial de estos puntos, así como la humedad y la temperatura del aire ambiente. A partir de estos valores medidos, la cámara termográfica calculará automáticamente la humedad superficial relativa del punto en cuestión y mostrará el riesgo de moho mediante un sistema de semáforo claro en la pantalla de la cámara. Rojo significa alto riesgo, amarillo riesgo intermedio y verde sin riesgo. Por último, es posible guardar las imágenes térmicas detalladas incluyendo los valores de humedad y temperatura con el fin de analizarlos y procesarlos en el PC con el software de aplicación IRSoft y partiendo de esta base crear un informe termográfico profesional. Así les puede ofrecer a sus clientes una detección competente y altamente precisa del riesgo de aparición de moho, se evitan daños costosos en la estructura de construcción y se protege la salud de los habitantes.