Entrevista a Juan Carlos Iglesias, técnico especialista en máquinas híbridas de Aido
30 de noviembre de 2009
¿De qué ventajas se puede beneficiar un impresor que adquiera una máquina híbrida?
Primero de todo va aportar la posibilidad de diversificar el mercado. Son máquinas mucho más dinámicas y flexibles que pueden abordar de una forma mucho más coherente las peticiones del cliente. Además, va a permitir diversificar mucho el producto. En relación al impresor son máquinas que, por su propia configuración, reducen mucho los tiempos de producción y de coste, sobre todo los tiempos muertos de cambio de maquinaria y arranque. La reducción de costes se verá reflejada en la capacidad de poner unos productos al mercado con un precio asequible, productos que hasta ahora eran prácticamente prohibitivos para pequeñas y medianas empresas.
¿A qué sectores se puede dirigir esta tecnología?
Podría dirigirse a cualquier sector, gracias a que las impresoras híbridas permiten combinar cualquier tipo de tecnología entre sí. Pero si tenemos que nombrar algunos sectores estos serían el marqueting promocional y la impresión personalizada, que unifican en una misma línea de producción sistemas de impresión convencionales con digital. Por otro lado, un sector potente sería la tecnología de impresión de seguridad, que ahora está muy demandada, y el sector del envase y el embalaje a nivel de estuchería, perfumería, bebidas o alimentación.
¿A qué retos se enfrenta una imprenta que adquiere un equipo híbrido?
Lo primero, un cambio de mentalidad. Los impresores siempre se han especializado en una determinada tecnología para un tipo de producto muy concreto. A partir de ahora, van a pasar a ser impresores que abarcarán más de una tecnología y que podrán producir cualquier tipo de producto. Hay diferencias tecnológicas importantes a nivel de los materiales que se utilizan y la capacidad de trabajo va a ser muy distinta. Los empleados van a trabajar con tintas de distintas características con varios soportes y los procesos van a ser más complejos. Por ello, la empresa va a tener que revisar los procedimientos, optimizarlos con mayor aceleración y estar atenta a cualquier variación tecnológica que se pueda producir.