La gripe aviar se hace multiespecie a la espera de un pico de incidencia para febrero
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha avisado de que la amenaza actual de la gripe aviar de alta patogenicidad (IAAP, por sus siglas en inglés) exige una atención mundial “urgente”, porque trasciende sus orígenes aviares para afectar, cada vez con mayor frecuencia, a mamíferos domésticos y salvajes. Más de una treintena de especies ya ha sido infectada por esta enfermedad y se prevé que vaya en aumento, lo cual supone una “amenaza para la fauna salvaje, los animales domésticos y la salud pública”, en palabras de la OMSA.
La situación ha llevado a esta organización a pedir a sus 183 países miembros que aumenten la vigilancia para detección precoz en ejemplares susceptibles, efectúen diagnósticos en las no aviares y notifiquen los casos en todas las especies animales. Además, aconseja aplicar medidas preventivas tempranas para romper el ciclo de transmisión y proteger a las personas en estrecho contacto o que manipulen ganado enfermo y sus productos; y reclama a los países que eviten aplicar restricciones comerciales “injustificadas”.
El impacto económico de enfermedades zoonóticas (transmisibles a humanos) con potencial epidémico es relevante por su repercusión para la sanidad humana pero también para la cadena agroalimentaria (del ganadero al consumidor), que puede ver mermada su producción de alimentos por las medidas de control y erradicación, como los sacrificios de miles de cabezas de ganado. Hace ya dos décadas, el Banco Mundial anunció que la enfermedad costaría a los países industrializados unos 550.000 millones de dólares, una cifra que, con toda probabilidad, ha crecido sustancialmente.
A pesar de los recientes casos detectados en granjas de Francia y Portugal, España resiste en cuanto a la incidencia en explotaciones ganaderas. De hecho, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) acaba de publicar su último informe en el que detalla que la circulación del virus en la actual temporada “sigue siendo limitada”, sin detectarse “ningún caso de IAAP H5N1 en aves de corral”. Pero desde el pasado 1 de julio se han detectado 20 casos en aves silvestres (principalmente en especies de gaviotas) y uno en aves cautivas en Galicia (19), Castilla y León (1) y Cataluña (1).
El salto a multitud de especies ha sorprendido a la comunidad científica pero, más allá de su llegada a animales y lugares insólitos (como a pingüinos en la Antártida), destaca la incidencia que está teniendo en el sector del vacuno lechero de Estados Unidos. La situación ha llevado a crear una estrategia nacional de análisis de la leche para facilitar la vigilancia integral de la cepa H5N1 en el suministro lácteo y en los rebaños. Esta estrategia refleja una hoja de ruta de cinco etapas para demostrar la eliminación de este virus de sus rebaños lecheros.
La problemática radica, según la OMSA, en que las investigaciones han identificado la leche cruda de vacas infectadas como material de alto riesgo; hay pruebas de transmisión horizontal del virus de vacas lactantes infectadas a otros animales, incluidas vacas, gatos y aves de corral. Por ello, sólo debe comercializarse la leche producida por vacas no infectadas y que haya sido pasteurizada o haya seguido un proceso similar de inactivación del virus.