Demuestran que las ganaderías lecheras de mayor tamaño no ofrecen un peor bienestar animal
Un proyecto de investigación con datos de 3.085 ganaderías de vacuno lechero alemanas que reunían 376.415 vacas concluye que las granjas lecheras de mayor tamaño no están asociadas a un peor bienestar animal, como a veces se ha criticado en el debate público, como señala la Confederación de Asociaciones de Frisona Española (Conafe), recogiendo un artículo de la European Livestock Voice.
El principal objetivo del estudio era investigar la relación entre el bienestar animal y el tamaño del rebaño de las ganaderías de vacuno lechero alemanas. La muestra analizada representaba la gran diversidad de tipos de granjas lecheras de Alemania, cuarto productor mundial de leche, abarcando así una amplia horquilla de tamaños: desde 7 vacas hasta 2.900, con un tamaño medio de 122 vacas.
El 98% de las ganaderías eran convencionales y el 2% ecológicas. Del total, el 93% estaban especializadas en la producción lechera. Asimismo, el tamaño medio de las ganaderías era de 141 hectáreas, de las cuales el 73% eran praderas, con un 55% de las ganaderías que sacaba a pastar a sus vacas. En el marco de un proyecto más amplio sobre la sostenibilidad de las granjas lecheras, se elaboró un Índice de Bienestar Animal (Animal Welfare Index - AWI en inglés), en estrecha colaboración con expertos de toda la cadena de valor del sector lácteo, desde científicos especializados en el bienestar de los animales de granja, hasta ganaderos y profesionales del sector lácteo.
Este índice analiza las instalaciones, la alimentación, la salud, el comportamiento, el hambre y la sed, las molestias y el dolor, posibles lesiones o enfermedades, la libertad de movimientos, el acceso a estímulos climáticos exteriores, el tipo de cubículo y de suelo, las zonas de descanso y los bebederos, entre otros aspectos.
Los resultados mostraron que las ganaderías más grandes obtuvieron un mejor Índice de Bienestar Animal que las más pequeñas. Y, aunque el efecto del tamaño fue pequeño, el resultado contrasta con la creencia generalizada de que las ganaderías de mayor tamaño ofrecen un peor bienestar animal. En todos los tipos de rebaño, se encontró una gran variabilidad del índice de bienestar animal entre los mismos, por lo que el tamaño del rebaño no es el único factor que afecta a los niveles de bienestar animal en las ganaderías. Los conocimientos y el manejo del ganadero y la cantidad de tiempo dedicado a los animales también influyen positivamente en el bienestar animal.
Incluso si, de media, las ganaderías con estabulación libre alcanzaron un índice de bienestar animal superior al de las granjas con estabulación fija, la variabilidad en los valores del índice de bienestar animal mostró que se pueden alcanzar tanto valores altos como bajos de ese índice, independientemente del sistema de cría. Esto se explica debido a que ciertos indicadores, como el espacio de descanso por vaca, son independientes del sistema de estabulación y pueden sustituir a otros factores. Además, el estudio detectó una gran variación en el índice de bienestar animal entre rebaños de todas las clases de tamaño, con mayores diferencias dentro de las mismas regiones geográficas que entre ellas, y la variación también era evidente en rebaños del mismo tamaño.
Estos resultados refuerzan la evidencia de que el tamaño del rebaño tiene poco efecto sobre los niveles de bienestar animal específicos de cada ganadería, y que se puede mejorar el bienestar animal tanto en las granjas lecheras pequeñas como en las medianas y grandes. Por lo tanto, los debates públicos y las decisiones políticas sobre el bienestar animal deberían considerar que las restricciones de tamaño del rebaño impuestas políticamente merecen menos atención y hacer más hincapié, por el contrario, en la aplicación de medidas de bienestar animal en todas las ganaderías.