La propagación de la EHE guarda relación con el aumento de la fauna silvestre y la sequía
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) considera que esta patología de origen vírico infecciosa no contagiosa, que se ceba tanto en rumiantes domésticos como en ciervos, gamos y corzos -si bien no todos los animales infectados desarrollan la enfermedad-, confirma el estrecho vínculo relación entre fauna silvestre y ganadería extensiva.
Aunque no se trata de una zoonosis que pueda contagiar al ser humano hasta ahora, la expansión de la EHE durante las últimas semanas por varias provincias del país con cabaña de vacuno en régimen extensivo tiene su origen en el elevado número de animales silvestres, como ciervos, que en época de verano, por la escasez de alimento, presentan un sistema inmunitario debilitado y propenso, por ende, a contraer enfermedades.
Además, la OCV recuerda que la sequía de los últimos meses obliga a los animales silvestres a efectuar desplazamientos más largos para abrevar en fuentes y charcas frecuentadas por la ganadería extensiva, de manera que comparten estos puntos de aprovisionamiento de agua más que en otras estaciones del año, lo que favorece los contagios de diferentes patologías.
Este hecho representa uno de los grandes riesgos sanitarios para la ganadería extensiva y una preocupación constante para la profesión veterinaria, ya que las condiciones de bioseguridad de los animales que viven en libertad aprovechando los pastos naturales en montes y dehesas no son equiparables a los alojados en granjas, aun cuando el control veterinario sea el mismo, en aspectos tan básicos como la desinsectación para eliminar vectores.
Por tanto, la OCV insiste en la necesidad de potenciar la labor de los veterinarios de explotación como garantes de la prevención, detección temprana y control de estas enfermedades ya que, ante la menor sospecha, “alertan a los servicios oficiales para que acudan a tomar las muestras y se remitan a los laboratorios de referencia”. Actuaciones que son claves para evitar la presentación, extensión y controlar cualquier problema sanitario.
Es preciso señalar que en el control de estas enfermedades también desempeñan una labor clave las administraciones, a las que se demanda mayor agilidad en su diagnóstico y diligencia en la implantación de las medidas de prevención y control, para contribuir a la tranquilidad de los ganaderos, en un año sumamente duro para ellos por el aumento de los costes de producción y las dificultades derivadas de la sequía.