Piden que Martínez Arroyo explique la gestión de Castilla-La Mancha ante la viruela ovina y caprina
Paco Núñez, líder del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, exigió “depurar responsabilidades” por la "nefasta” gestión que ha llevado a cabo la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para frenar el contagio de la viruela ovina y caprina y abonar a los ganaderos el cien por cien de las pérdidas económicas que puedan certificar.
“Pagar a los ganaderos es de necesaria e inmediata justicia”, reivindicó Núñez, que puntualizó que, aunque los ganaderos perciban la totalidad de sus pérdidas, estas ayudas “no serán suficientes” para paliar la pérdida de trazabilidad de la cadena genética de los animales en las explotaciones afectadas, que tiene un valor “incalculable”.
Asimismo, Núñez acusó al Gobierno regional de haber “ocultado” información desde hace cinco meses sobre esta “terrible crisis” que ha traído repercusiones “extremadamente graves” a la ganadería y a la industria agroalimentaria, especialmente vinculada al sector lácteo, que se ha visto “resentido” por el aumento de casos de la viruela ovina y caprina.

Entre las consecuencias que derivan de esta enfermedad, el dirigente popular avisó que muchas industrias agroalimentarias están teniendo dificultades para obtener la principal materia prima para elaborar sus productos, lo que conlleva al encarecimiento de los precios, la reducción de la capacidad de venta y la pérdida de competitividad.
El presidente del PP regional también criticó “con contundencia” que el Ejecutivo autonómico no actuó a tiempo para frenar la expansión desde que se confirmaron los focos de viruela ovina y caprina en Granada y Almería, un riesgo que a su entender García-Page “obvió e infravaloró desde el principio” y del que ahora “huye”.
De esta manera, Núñez reprochó que el Gobierno regional “miró para otro lado” ante una posible epidemia de viruela ovina y caprina, en vez de tomar medidas “eficaces” como a su entender sí hizo la Junta de Andalucía, aplicando los criterios epidemiológicos que aconseja la Organización Mundial de la Salud Animal y la Unión Europea. “Castilla-La Mancha tendría que haber actuado de acuerdo a los criterios epidemiológicos, escuchando a los profesionales”, añadió.