La subida de costes obliga a renegociar al alza los contratos de la leche de oveja
El mercado de la leche de oveja se regula en Castilla y León, y en algunas otras zonas productivas, mediante contratos anuales en los que productores e industrias pactan los precios al inicio del ejercicio. Así viene ocurriendo en los últimos años, lo que ha logrado aportar estabilidad al sector, alejando a los ganaderos de la incertidumbre por conocer el precio de su producto con periodicidad trimestral, o en algún caso, mensual.
En el caso de 2022, fue una negociación muy complicada. Algunas cooperativas de la principal comunidad autónoma en producción de leche de oveja decidieron plantarse y no aceptar las propuestas de las industrias lácteas. En otros casos, se decidieron firmar por parte de los productores, con aumentos respecto al año anterior, aunque la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero cambió todas las circunstancias.

Los nuevos precios que ahora ofrecen las industrias lácteas mayoritarias en el sector del ovino indican subidas importantes respecto a lo que se había ido firmando durante el pasado mes de febrero. Ya en la leche entregada durante el presente mes de julio que ahora acaba, la cotización media sube a los 9,32 euros por hectogrado, es decir, 15,50 pesetas por grado de extracto quesero (suma de los porcentajes de grasa y proteína).
Por lo que respecta al resto del año, no se prevén modificaciones a la baja y, si hay movimientos, serán con subidas de precios. En principio, con compromisos adquiridos ya hasta el mes de diciembre, el precio de la leche de oveja tendrá desde agosto una cotización que oscilará entre 9,32 y 9,62 euros por hectogrado, es decir, de 15,50 a 16 pesetas por grado de extracto quesero.