La trashumancia se reivindica con su potencial de sostenibilidad ambiental y social
Oncala, municipio de la comarca soriana de Tierras Altas, acogió el 10 de julio la constitución de la asociación Huella Trashumante, una red de territorios que nace para sensibilizar a la población e instituciones sobre la importancia de una actividad económica, ecológica, histórica y etnográfica.
“La trashumancia aporta muchos beneficios a la sostenibilidad medioambiental y social ahora que se habla tanto de economía circular y de modificar el actual modelo productivo”, explica Raquel Soria, técnico de Desarrollo Local de la Mancomunidad Tierras Altas.
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“Parece contradictorio que la trashumancia pueda estar en peligro de extinción, cuando debería estar de moda. Está muy alineada con los objetivos de desarrollo sostenible. También pasa con la ganadería en general: habría que socializar un poco esta actividad a través de nuevas tecnologías para hacer más fácil la vida del pastor”, reclama.
La constitución de la red nacional busca reivindicar la trashumancia en todos los aspectos y pueda adherirse cualquiera que tenga vinculación. Ricardo Pérez, uno de los pocos pastores trashumantes que quedan en Tierras Altas, resalta las dificultades que tienen para realizar su oficio: “No tenemos ningún privilegio por ser trashumantes. Se acuerdan de la trashumancia el día de la fiesta. Hay mucho problema burocrático para moverte de una región a otra, hay muchos problemas… vacunas, saneamientos. Para la gente nueva, es esclavo. Quedamos pocos trashumantes, pero los pocos acaban con nosotros”.