Desarrollado un nuevo sistema de inseminación en la UdL que resuelve el problema de gestaciones dobles en vacas lecheras
La técnica supone una punción folicular no ecoguiada, que puede ser hecha en pocos minutos por personal técnico con experiencia en palpación, y mejora el bienestar animal y la economía de la granja
La punción folicular no ecoguiada es un nuevo método de inseminación artificial (IA) sencillo, no invasivo y económico, que consigue eliminar las gestaciones dobles en vacas lecheras. Desarrollado por los expertos en reproducción animal del Centro de investigación Agrotecnio-UdL, mejora el bienestar animal y la rentabilidad de las explotaciones lecheras, aseguran.
Actualmente las técnicas más empleadas en granjas comerciales son la ruptura manual de una de las vesículas embrionarias entre 28 y 41 días después de la inseminación, y la punción folicular ecoguiada el día de la inseminación. Aunque ambos técnicas funcionan aceptablemente bien, explica la profesora e investigadora de la UdL, Irina Garcia-Ispierto, la primera aumenta el riesgo de pérdida de la gestación, y la segunda, precisa de un equipamiento caro y mucho tiempo, ya que no se puede hacer a ritmo de visita reproductiva semanal. Aunque reducir las gestaciones dobles, este último método no las elimina del todo.

Momento de la aplicación de una cánula de semen en una vaca.
Las investigadoras e investigadores del Grupo de Reproducción Animal de Agrotecnio han desarrollado una nueva técnica que pueda ser hecha en pocos minutos por personal técnico con experiencia en palpación. Consiste en hacer la punción del folículo más pequeño el día de la IA sin aspirarlo, con un aparato (una cánula rígida) que se usa para aspirar quistes en vacas. La punción folicular no ecoguiada, que incluye la administración de un inductor de la ovulación, no requiere anestesia, es indolora y se puede hacer en visitas reproductivas semanales sin interferir en el funcionamiento de la granja.
Este nuevo método ya se está aplicando en algunas explotaciones del Segrià. Los resultados obtenidos por los expertos de Agrotecnio-UdL demuestran que su uso, no sólo reduce a cero las gestaciones dobles sino que la fertilidad posterior del animal es similar a la media de la granja.
Las gestaciones dobles, explica Irina Garcia-Ispierto no son deseadas en estas vacas, no sólo por la elevada tasa de abortos sino por el aumento de problemas posparto (disminución del bienestar del animal, aumento del tratamiento antibiótico y hormonal), reducción de la vida media de la madre e incremento de la mortalidad de la cría, todos ellos factores que afectan negativamente en la rentabilidad de las granjas.
Como modo de ejemplo, las pérdidas de gestación durante el primer trimestre, que pueden superar el 25% en granjas de alta producción, son una de las fuentes más importantes de pérdidas económicas de las explotaciones productoras de leche. Entre los factores que provocan estas bajas, destaca uno, la presencia de gestaciones dobles, afirman los expertos de la UdL. “Prevenir las puede contribuir a la supervivencia de un sector cada vez más tecnificado y con menos margen de beneficio”.
La vaca, junto con la yegua, es uno de los animales domésticos estrictamente monotocs (que tiene una sola cría). En las últimas décadas las vacas lecheras han aumentado dramáticamente la tasa de gestaciones dobles, debido seguramente al alto metabolismo hepático de la progesterona. La intensificación de las explotaciones de vacuno lechero en los últimos 60 años, con un incremento de los animales por granja y de la presión genética para producir más leche, ha menguado y alterado la función reproductiva de estos animales, alertan.