UPA denuncia una campaña con la carne de pollo como producto de reclamo
12 de marzo de 2014

Según la organización de agricultores y ganaderos UPA, se ha detectado el inicio de una nueva campaña de “ofertas muy agresivas” en la carne de pollo, con el objetivo de atraer a los consumidores, “y que se pueden situar en situación de venta a pérdidas”, una práctica prohibida en nuestro país. Según Upa, los supermercados Día, Lidl y el Grupo Vegalsa están fijando el precio del kilo de carne de pollo a 2,15 €/Kg, lo que constituye, según UPA, una práctica prohibida por la Ley de la cadena alimentaria y por las leyes de comercio. La organización ha advertido que mantendrá un control exhaustivo de la evolución del precio en las próximas semanas, y teniendo en cuenta la situación de precios en origen, no descarta la presentación de una nueva denuncia ante la Agencia de Información y Control Agroalimentarios. Los ganaderos han anunciado también concentraciones de protesta ante las puertas de establecimientos de estas cadenas de la distribución. Atendiendo al estudio de costes de producción llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el precio se sitúa en un nivel próximo a los 2,73 €/Kg, por lo que dichas empresas podrían estar cometiendo un delito tipificado en la legislación española.
UPA viene denunciando desde inicios del año 2013 la política comercial de las empresas de distribución con respecto a la carne de pollo. En este sentido, avisan de que seguirán “manteniendo la presión para que no se banalice un producto que supone el esfuerzo de miles de ganaderos de nuestro país”. La avicultura de carne es uno de los sectores ganaderos más dinámicos de España. La producción de carne de pollo genera más de 50.000 empleos en nuestro país, produce 11 millones de animales a la semana y factura 1.300 millones de euros al año. Sin embargo, desde 2005, un 20% de las granjas ha echado el cierre, pasando de 6.000 explotaciones a menos de 5.000 en la actualidad. Según datos del ministerio que dirige Arias Cañete, la cuota de comercialización de hipermercados y supermercados de carne de pollo asciende al 60%, mientras que las tiendas tradicionales apenas alcanzan el 31%.