INFORMEESPECIAL - JUEGOSDEMESA
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El juego de
mesa más anti-
guo es el Juego
Real de Ur. Es conocido con ese nombre porque fue en-
contrado en la tumba de un emperador de la ciudadme-
sopotámica de Ur. Tienemás de 4.600 años y se puede
relacionar remotamente con nuestro backgammon. Des-
de este primer juego demesa hasta las últimasmaravi-
llas aparecidas en el mercado (
Pandemic Legacy
y
Star
Wars Rebellion
), la humanidad nunca ha dejado de jugar.
Una somera listanos permite asegurarlo con rotundidad:
ajedrez, juegos de mancala, go, backgammon, parchís,
juegosdecartas, dominós, damas, etc.
¿Porqué jugamos?
Hay mucha gente a la que no le gusta jugar y expone
para ellodiferentes tipos demotivos: “Noqueremos pen-
sar ennuestro tiempo libre”, “nonosgustacompetir”,” las
reglas suelen ser complicadas”, etc. Creo, más bien, que
si no jugamosmás es porque, al abandonar la niñez o la
juventud, lodejamos dehacer y ahoranos cuesta, nos da
pereza volver a empezar. Además, muchas veces nos da
miedoperderynosdamiedomostrarnoscomosomos.No
solo lapervivenciadel juegodurante toda lahistoriade la
humanidad avala la bondad -personal y social- del juego,
sino que un simple ejercicio lo pone de manifiesto. Este
ejercicioconsisteen invitar a jugar apersonasdesconoci-
dasen lacalle, enunbar, enuncentrocívicoodondesea.
Los paras, les dices si quieren jugar, te dicen que tienen
prisa o que no les gusta, pero siempre se ponen a jugar y
suelenacabar preguntándotedóndepueden comprar esa
experienciaqueacabande vivir.
Valoressobre lamesa
Hay que añadir que jugar no sólo es divertido, no sólo
es un reto intelectual, sino que permite poner en primer
plano un sinfín de valores de alto contenido social. Así,
jugaresunaactividad totalmente librequese llevaacabo
entre personas iguales, cuyo único fin es pasar un buen
rato compartiendo una aventura peligrosa, unas risas
desenfrenadasounviajegalácticoperseguidospor naves
alienígenas. Jugar fomenta la imaginación, la compren-
sión, la expresión, el trabajo en equipo y la colaboración.
Jugar es una actividad familiar y es una actividad social,
siempredegrupo.
Como toda creación humana los juegos han ido evolu-
cionando. Hasta laprimeramitaddel sigloXIX, pocasper-
sonaspodíanpermitirse tener un juego.Menos las cartas
y los dominós, lamayoría de juegos eran para dos perso-
nas conganasdepensar unbuen rato. Por suerte, la cro-
molitografía primero y la sociedad del bienestar después
pusieron los juegos al alcance de todas las familias, has-
ta el gran éxito del
Monopoly
ya bien entrado el siglo XX.
Ciertamente, el
Monopoly
yalgunosotros juegos (
Cluedo
,
Scrabble
, quizás
Risk
) forman parte de la iconografía po-
pular del siglopasado.
En 1995 aparecióun juegoque cambiaría totalmente la
manera de crear e incluso lamanera de jugar. En efecto,
con
Catán
, el alemán Klaus Teuber ideó un juego rápido,
que se entiende enseguida, para todos los públicos, pro-
ducido con buenos materiales y un cuidado diseño grá-
fico, y sobre todo un juego en lo que lomás importante
es saber negociar en beneficio propio.
Catán
confirmó el
actual renacimientode los juegosdemesa. Casi cincomil
años después de su aparición, los juegos siguen estando
demoda.
n
Oriol Comas i Coma
Director deDauBarcelonaFestival del joc
El primer juego demesa de la historia tienemás
de4.600 años y, desde entonces, los humanos no
hemosdejadonuncade jugar. OriolComas, exper-
to, creador ycoleccionistade juegosdemesa, nos
cuenta cómo y por qué los juegos de tablero han
logrado formar partede la vidade todoser huma-
nodesdeaños remotos.
Los juegosdemesahoy
OriolComas iComa
DirectordeDauBarcelona
Festivaldel joc