Consejos para cuidar el césped helado
Fabio Banin, experto en césped de Stiga, comparte tres consejos fundamentales para el el césped luzca exuberante tras las heladas y la nieve.
1. No caminar ni conducir sobre el césped helado
Según Banin, poner peso sobre el césped cuando está congelado puede causar daños irreparables que, debido a la falta de luz, disminuyan la capacidad de recuperación de las hojas. De esta forma, también se evita que se propaguen enfermedades y hongos que atacan a las plantas cuando estas están más débiles.
2. Cuidado con la sal
Cuando la nieve se convierte en hielo, las superficies pueden ser muy resbaladizas. Una solución habitual es aprovechar la sal de deshielo en accesos y senderos. Esto puede ser una alternativa para que caminar y conducir sea más seguro, pero no es recomendable usarla sobre el césped, tal y como indica el experto. Tener especial cuidado y evitar esparcir sal cerca de la vegetación son las mejores soluciones para no dañar a las plantas, o incluso, matarlas, pues la sal puede permanecer en el suelo durante años.
3. Antes de cortarlo, es mejor asegurarse de que esté seco
Por último, el césped se tiene que cortar cuando esté seco y haya eliminado la humedad para evitar daños irreparables en él, que se acentuarán durante la primavera y el verano. Buscar días secos y soleados es la mejor alternativa para cortar el césped en esta época.
Preparación del césped
Según indica Fabio Banin, cuando las heladas hayan concluido, las temperaturas sean más altas y el césped esté más caliente, llega el momento de prepararlo para la primavera, donde se verá sano, cuidado y frondoso. Para conseguirlo, es necesario escarificar el suelo con herramientas como las escarificadoras SV 213 E o la 415 E de Stiga. Ambos modelos son eléctricos, reduciendo el impacto ambiental en su uso, y están equipadas con un sistema intercambiable de cuchillas y púas elásticas con las que remover el terreno. La profundidad de funcionamiento puede establecerse según las necesidades del usuario y su recogedor trasero de 40 o 50 litros, según el modelo, es adecuado para recoger el fieltro, (es decir, la capa superior del suelo elaborada con residuos orgánicos de hasta 12mm que evita que el agua y los nutrientes lleguen al suelo), sin tener que parar a menudo el trabajo para su vaciado.