Impresoras 3D en las escuelas: aplicaciones de la fabricación aditiva en los centros de enseñanza
Desde la pizarra y el yeso (sin olvidar los borradores voladores), hasta los ordenadores portátiles que ya utilizamos todos, los materiales con los que cuenta un profesor en las aulas han evolucionado mucho en los últimos años.
No ha sido una evolución tan rápida como les hubiera gustado a ellos y a sus alumnos, pero sí que ha supuesto un gran cambio en la mentalidad y en la mecánica de estudio que ha invitado a toda la comunidad educativa a aprender a trabajar con las nuevas tecnologías.
Pero todos sabemos que los alumnos, antes de ver cómo el ordenador entraba en sus aulas, ya estaban muy habituados a jugar con el ordenador, buscar información en el ordenador y comunicarse a través del ordenador. El ordenador y la gran cantidad de aplicaciones de las que disponemos, han transformado la manera de vivir de todo el mundo.
Por eso, disponer de una impresora 3D en el cole era la evolución natural para los centros educativos que son conscientes de los cambios y las ventajas que traen las nuevas tecnologías.
No hace mucho se formaban ingenieros para que fueran capaces de plasmar en un plano lo que otro profesional como el fabricante, el constructor o el artesano debía interpretar en 3D para fabricarlo, pero hoy los niños saben pensar, diseñar y fabricar en 3D, porque juegan en sus ordenadores con imágenes en 3D.
El famoso juego de ordenador Minecraft que consiste en construir personajes y espacios en 3 dimensiones creando un mundo virtual interactivo en donde se desarrolla el juego, dispone de archivos descargables para imprimir en 3D los personajes que tú mismo creas en el juego.
Pero más allá de poder fabricar figuritas decorativas, las impresoras 3D permiten desarrollar competencias en las aulas que resultan imprescindibles para una educación completa y de calidad:
El proceso de aprendizaje por ensayo y error es uno de lo métodos de enseñanza que ha demostrado ser muy eficaz y estimulante para los alumnos. Con una impresora 3D, los alumnos pueden desarrollar un proyecto completo de creación, no sólo teóricamente, también pueden fabricarlo físicamente, ver si cumple con los requerimientos para lo que fue ideado, comprobar su funcionamiento, aprender de los errores reales con los que se encuentran, y volverlo a fabricar las veces que sean necesarias.
La cooperación y comunicación son otras de las aptitudes que se desarrollan gracias a la utilización de una impresora 3D. Las ideas se pueden explicar, dibujar, debatir ¡y ahora también se pueden materializar!
Los profesores tienen el gran reto de competir con las nuevas tecnologías a la hora de captar la atención de sus estudiantes. Es difícil despertar y mantener la curiosidad de los alumnos en un mundo saturado de imágenes instantáneas, acceso a la información rápida y literalmente al alcance de la mano. Con una máquina de fabricación aditiva en el colegio, el profesor, o los propios alumnos pueden fabricar objetos que ayuden a explicar los conceptos en todas las asignaturas: https://www.thingiverse.com/education
Fabricar una célula con todas sus partes en forma de puzle para aprender mientras se monta, fabricar en 3D un volcán, ver y tocar cómo es por dentro, poder montar su propia columna jónica en un templo romano, estudiar la geometría y los volúmenes con piezas fabricadas y diseñadas por ellos mismos, construir un robot desde la idea, el diseño y todos los componentes pieza a pieza, y comprobar su funcionamiento…
ClauTic es una empresa que ofrece cursos extraescolares de videojuegos y robótica. Dispone de gran cantidad de opciones para acercar a los alumnos a los conceptos STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería arte y matemáticas) y es un ejemplo de cómo usar las aplicaciones que tiene una impresora 3D en los centros de formación:
Su fundador Marc Gálvez Font, dice: “Hacemos concursos de robótica y en un principio enviábamos las piezas con las que los robots tenían que interactuar, a los participantes. Estas piezas las teníamos que fabricar a través de un tercero, lo cual era poco ágil y no era rentable para nosotros. Entonces pensamos en adquirir una impresora 3D para crear nosotros mismos estas piezas. Trabajar con la impresión 3D nos ha permitido dar un salto más y crear con nuestros alumnos los robots desde cero. Fue una decisión muy acertada y desde el principio se convirtió en una herramienta imprescindible dentro de la escuela.”
La noticia completa se puede leer en https://www.mastertec.es/clautic-caso-de-exito/
A la hora de decidir adquirir una impresora 3D para la escuela, es importante conocer las diferentes opciones que existen en el mercado. No todas las impresoras 3D son iguales y cada una ofrece diferentes prestaciones. A veces el exceso de información sobre de este tipo de máquinas puede llevar a los compradores a tomar decisiones poco acertadas.
Es muy recomendable dejarse aconsejar por los profesionales que conozcan la tecnología en profundidad y puedan mostrar el funcionamiento de la máquina en directo, que sean capaces de responder a todas las dudas y que acompañen al profesor durante todo el proceso de instalación y aprendizaje en el uso de la impresora 3D.
AsorCAD cuenta con experiencia de más de 15 años en soluciones 3D para empresas de todos los sectores. Está especializada en servicios de impresión 3D, escaneado 3D, ingeniería inversa y metrología 3D. Para poder dar la mejor calidad en sus servicios, usa la mejor tecnología 3D del mercado: impresoras 3D y escáneres 3D de última generación. Patrocina proyectos de ingeniería de alumnos de último curso de grados superiores y ha colaborado con la implantación de la tecnología 3D en centros educativos de toda España. La fabricación aditiva tiene un largo recorrido por delante y las escuelas deben participar en él, AsorCAD las acompaña en todo el proceso de implementación, pero son los alumnos y profesores quienes encontrarán más y más aplicaciones cuanto más usen su impresora 3D.