Los sectores que aprovechan todo el potencial de la impresión 3D son: defensa y aeronáutica; transporte y movilidad; productos de consumo y electrónica; industria y maquinaria; educación e innovación; y service bureau

Corazón impreso con tecnología Jet Fusion de HP 3D. Foto: Bernard Werber.

Medicina y cuidados no es la única área en la que la fabricación aditiva está mejorando los procesos y agilizando los tiempos. “Defensa y aeronáutica; transporte y movilidad; productos de consumo y electrónica; industria y maquinaria; educación e innovación; y Service Bureau”, enumera José María Ferrándiz, director de Negocio 3D de Grupo Solitium, “son otros de los sectores que ya están aprovechando todo el potencial de la Impresión 3D y la están usando como palanca de cambio”.

• Automoción

El área de automoción es una de las que más confianza está depositando en la tecnología 3D. Aunque la mayoría de empresas de este sector emplea la fabricación aditiva en utillajes, posicionadores y útiles de control, hay firmas de la talla de Lamborghini, por ejemplo, que han utilizado la Impresión 3D para producir en serie las piezas más pequeñas, como la aleta limpiafaro de su modelo Gallardo.

La fabricación aditiva se presenta clave en términos de prototipado y agilización de flujos de trabajo. Pero no se reduce a estos dos campos. “En el proyecto de la moto del equipo UPM de MotoStudent con el que Grupo Solitium está colaborando se demuestra que la tecnología 3D va más allá. En este caso, escaneamos el revestimiento exterior de la motocicleta, modelamos a partir de mallas poligonales obtenidas en el escáner, diseñamos soportes ad hoc, analizamos la interacción con otros elementos e identificamos y caracterizamos los componentes que pueden ser fabricados en poliamida PA12”, explica Miguel Mora, responsable de los Servicios de Ingeniería 3D de Grupo Solitium. Una moto que la empresa muestra en el stand 5F22 de MetalMadrid 2019.

• Aeronáutica

Empresas como Boeing o Airbus constatan que la producción con tecnología 3D sí es posible en aeronáutica. Estas firmas llevan ya un tiempo beneficiándose de la fabricación aditiva y producen piezas complejas sin montajes posteriores y mucho más ligeras que las que se consiguen con los procesos de fabricación tradicional.

La impresión 3D ha supuesto para estas organizaciones un importante ahorro de costes. “Poder distribuir la masa de forma topológica permite obtener piezas más ligeras que, a largo plazo, ofrecen un ahorro de hasta un 30% en combustibles”, explica Ferrándiz.

• Médico-dental

El sector médico dental es uno de los que más recorrido está demostrando con el uso de la tecnología 3D gracias, en buena parte a los materiales biocompatibles que permiten la fabricación de modelos, férulas y guías. Buen ejemplo es SmileDirectClub, una empresa estadounidense que, en menos de 5 años, ha pegado el salto al Nasdaq con la fabricación masiva y personalizada de férulas dentales transparentes.

La consultora QY Research reveló en un estudio que se espera que la Impresión 3D en esta área alcance los 930 millones de dólares (850 millones de euros) a finales de 2025, lo que representa un crecimiento anual del 17%.

• Medicina

La medicina ya ha demostrado que la impresión 3D puede ser una buena aliada. Esta tecnología ofrece soluciones a medida y acorta los tiempos de actuación, lo que puede traducirse en mejores resultados clínicos. Además, permite la fabricación de material quirúrgico personalizado para cada paciente; formación y entrenamiento con modelos impresos en 3D; la producción en tiempos récord de prótesis adaptadas a cada caso; y ya se está explorando su uso en la medicina con piel y tejidos, es decir, la bioimpresión.

• Industria

El uso de la fabricación aditiva en el sector industrial ofrece una notable mejora en los procesos de producción y una significativa reducción de costes sin pérdida de calidad. Esta tecnología permite la producción a demanda, lo que evita la acumulación de stock, el rediseño dentro del ciclo de vida del producto y “elimina la obsolescencia gracias a los repuestos digitales que fabricamos sólo cuando los necesitamos”, puntualiza el director de Negocio 3D de Grupo Solitium.

• Calzado

El mundo del calzado también ha experimentado una auténtica revolución gracias a la tecnología 3D. Y para muestra, los números: según la consultora especializada en fabricación aditiva, SmarTech Analysis, el uso de la impresión 3D en este sector económico puede generar más de 6,5 millones de dólares (alrededor de 6 millones de euros) para 2029, lo que supone un crecimiento al año de casi un 20%. Suelas, partes superiores y entresuelas son algunos de los elementos que pueden producirse en aditiva y que podrían generar más de mil millones de dólares para 2023.

Lubrizol es un buen ejemplo de cómo se puede ganar al apostar por el 3D. Esta compañía de materiales y productos químicos con sede en Ohio anunció hace un año sus nuevas soluciones de materiales a base de polímeros para el mercado del calzado, entre los que destaca el TPU, que permite elevar el desempeño de los atletas y presenta una resistencia al desgaste y al deslizamiento inusual. Con esta apuesta por la tecnología 3D, la firma estadounidense no sólo diversifica su cartera de clientes, también mejora su posicionamiento en el mercado y se pone en cabeza en esta área de negocio.

Y en España destaca New Rock, que customiza sus zapatos al gusto del consumidor de manera rápida y personalizada gracias a la tecnología 3D.

• Ortopedia

Muy ligado a la anterior, la ortopedia y la podología son otros dos sectores que ya están ganando con la fabricación aditiva. Podoactiva es uno de los mejores ejemplos. Esta compañía aragonesa con más de 25 años de historia ha encontrado en la Impresión 3D su mejor baza para continuar en la cresta de la ola. Líder en el mercado, ha logrado imponerse a la competencia gracias a la Impresión 3D con la que produce plantillas basadas en los parámetros biomecánicos y anatómicos de cada cliente que, además, son eficaces en la prevención y el tratamiento de lesiones de deportistas.

• Prototipado

El prototipado es el séptimo sector ganador. La fabricación aditiva ha permitido que estos procesos se hayan acelerado haciéndose más baratos y sencillos, con resultados muy próximos al producto final reduciendo iteracciones y posibilidades de error. “Ahora sólo es necesario diseñar el modelo en un software CAD, generar un archivo e imprimirlo”, explica Ferrándiz, quien añade que “ya no hace falta realizar moldes ni complejos mecanizados para validar el producto”.