“La personalización será un segmento clave en la impresión 3D”
Adrián González-Cano nos recibe después de una jornada de formación sobre fabricación aditiva en las oficinas de Grupo Solitium en Madrid. Arquitecto Técnico de formación, ha descubierto en la impresión 3D un nicho de mercado en el que poner en práctica dos de sus pasiones: el diseño y la innovación tecnológica. Hoy forma parte de la red de especialistas de impresión 3D de Solitium, repartidos por todo el territorio nacional. El equipo ya cuenta con un centro de innovación en Valencia (Solitium Innovation Center), desde el que apuesta por la investigación y la difusión de este método de fabricación. Adrián promete que la impresión 3D no solo nos sorprenderá en el futuro, sino que será también el futuro de una industria que ya ve en esta tecnología una oportunidad para estar a la cabeza en un mercado cada vez más competitivo.
La impresión 3D parece algo novedoso, pero lo cierto es que se lleva desarrollando desde los años 80. Ahora la fabricación aditiva ha madurado hacia el mercado de consumo. ¿Tendremos en el futuro una impresora 3D en casa, como algunos expertos ya vaticinan?
La NASA trabaja para poder imprimir refugios humanos en el espacio, mientras que la industria de la moda se suma a lo que algunos consideran la ‘moda del 3D’. ¿En qué sectores se quedará la fabricación aditiva cuando deje de ser tendencia?
Efectivamente, la medicina es una de las grandes apuestas de este tipo de tecnología. Se empieza a experimentar con tejidos orgánicos y los materiales biocompatibles son ya una realidad. ¿Veremos algún día un corazón impreso en 3D latiendo dentro de un cuerpo humano?
Se lo pregunto porque la Universidad de Princeton ya ha impreso un oído biónico, capaz de recibir y transmitir sonidos. A alguno esto todavía le suena a ciencia ficción. ¿Qué necesitaría la impresión 3D para convencerle de lo contrario?
En algunos campos del sector sanitario ya es más que real su aplicación. Muchos odontólogos cuentan con su propia impresora 3D para hacer, por ejemplo, prótesis dentales. ¿Qué sorpresas nos guarda la impresión 3D en este caso?
La tecnología ha llegado a los laboratorios y clínicas dentales. Las impresoras 3D, el escáner intraoral y el avance de software están cambiando la forma de trabajar. El sistema CAD-CAM se está imponiendo, y el que no se suba al ‘carro digital’ se quedará atrás en este viaje. Las aplicaciones en la odontología de la fabricación aditiva son numerosas: férulas, alineadores, provisionales, modelos calcinables, prótesis en cromo-cobalto, guías quirúrgicas… Y con el constante desarrollo de nuevos materiales llegarán nuevas y sorprendentes aplicaciones.
Los que se han sorprendido han sido sectores o industrias como la aeronáutica y aeroespacial, la arquitectura o la defensa. La rapidez en la elaboración de repuestos y utillajes es una de las ventajas que entraña el uso del 3D. ¿Qué otras destacaría usted?
Sin duda alguna la elaboración de utillajes es una de las principales aplicaciones en el sector industrial. También la fabricación de prototipos, que reducen los costes y aceleran las fases de desarrollo de nuevos productos; pero las utilidades no solo se quedan ahí. A día de hoy, con la llegada de la nueva tecnología Multi Jet Fusion creada por HP, podemos hacer piezas finales aptas para colocar en un avión o un coche y que son totalmente funcionales. Esto nos permite hacer grandes series de forma productiva, con las ventajas que ofrece la impresión 3D en cuanto a libertad de geometrías, ahorro de material y aligeramiento de estructuras, algo crítico en aeronáutica, ya que cada gramo cuenta.
La realización de piezas finales ha sido siempre la materia pendiente de la fabricación aditiva. HP pretende fabricar en 3D algo más que prototipos y utillajes. ¿Cuál es el resultado de realizar series cortas de fabricación con la impresora 3D HP Jet Fusion?
La multinacional americana apuesta también por la innovación en materiales, gracias a su Plataforma Abierta, en la que se podrán incorporar nuevos materiales tras su previo estudio y aprobación. ¿Cuáles serán esos nuevos materiales?
En cuanto a clases de materiales, ahora mismo contamos con varios tipos: poliamida PA12 disponibles, el PA11 está a punto de salir, pronto llegará el polipropileno, se está trabajando en materiales con cargas, con propiedades ignífugas y una larga lista de materiales que irán saliendo en función de la demanda del mercado.
La impresión 3D pretende revolucionar la industria. Imagino que también la obligará a reconvertirse. ¿Veremos en el futuro a nuestra copistería de la esquina de confianza imprimiendo en 3D bajo demanda?
Al final se pone sobre la mesa el principal argumento de la impresión 3D para continuar con su desarrollo: la personalización. ¿Se podría considerar el 3D en sí un nuevo modelo de negocio?
Sin duda la personalización será un segmento clave en la impresión 3D. En este caso no tiene competidor. Fabricar unas pocas unidades en inyección es prohibitivo, en mecanizado es muy costoso y en fabricación aditiva muy rentable. Por supuesto que la capacidad de personalización de la impresión 3D está abriendo nuevas líneas de negocio y nuevas formas de trabajar. El sector médico ya lleva tiempo aprovechándose de ello. Cada prótesis, cada férula, cada guía quirúrgica es única y se fabrica para una sola persona. En el sector industrial podemos hacer tiradas de piezas personalizadas con la imagen corporativa de cada cliente. Hay ópticas que están ofreciendo líneas de gafas personalizadas, o marcas de calzado que fabrican la suela en función de tu peso y la forma de tu pie. El mercado tiende a la personalización, y eso es algo muy bueno para la impresión 3D. Hay muchos ejemplos en nuestro día a día, como el de los botes de Coca-Cola personalizados. Eso hace que la tirada de rotulación sea mucho más corta.
Entonces nos encontraremos ante un nuevo modelo de consumo...
Es posible. Nos gusta diferenciarnos de los demás. La impresión 3D te da la posibilidad de tener algo diferente, único y exclusivo. Ya lo decíamos antes. Ahora puedes pedir unas gafas con un diseño exclusivo y que te graben tus iniciales. En Estados Unidos hay fabricantes de electrodomésticos que no envían recambios a los distribuidores, en lugar de ello envían un archivo 3D. El distribuidor cuenta con un parque de impresoras 3D y va imprimiendo la pieza bajo demanda. El ahorro en portes y estocaje es brutal. Es un sistema que se extenderá a todo el mundo.